jueves, 5 de febrero de 2015

Padre Marie-Benoît


Pierre Péteul, más conocido como Padre Marie-Benoît, nació en Le Bourg-d'Iré, Francia, el 30 de marzo de 1895 y murió el 5 de febrero de 1990. Fraile franciscano capuchino.

Sirvió en el norte de África durante la Primera Guerra Mundial y fue herido en la batalla de Verdún. Después de la guerra, obtuvo un doctorado en Teología en Roma y se convirtió en una autoridad reconocida sobre el judaísmo. Posteriormente, ingresó a la Orden Franciscana capuchina y fue destinado en Marsella.

En 1940, ayudó a miles de refugiados que intentaban escapar de los horrores de la Segunda Guerra Mundial. Las operaciones del Padre Marie-Benoît se centraron en encontrar la forma de trasladar a los judíos fuera de Francia. 

Para ello transformó el monasterio capuchino de Marsella en su base de operaciones. Entre otras actividades, proporcionó falsos pasaportes, certificados de bautismo y otros documentos para ayudar a los refugiados a cruzar la frontera hacia España o Suiza, y contó a menudo con la colaboración de organizaciones judías y miembros de la Resistencia francesa.

En noviembre de 1942, los nazis ocuparon toda la Francia Libre, que incluía a Marsella, por lo que el Padre Benoît buscó una salida hacia la Riviera y la Alta Saboya, ocupada por la Italia fascista.

En Niza, persuadió a oficiales italianos para que permitieran el pase de judíos hacia la zona italiana, se reunió con Guido Lospinoso, el comisionado italiano para asuntos judíos, y lo convenció de no actuar contra los 30.000 judíos que vivían en la zona cercana a Niza.

También en Niza, el Padre Benoît conoció a Angelo Donati, un banquero judío que tenía un plan para transportar a los judíos de Italia al norte de África por vía marítima, pero el plan se frustró cuando los alemanes ocuparon el norte de Italia y la zona de Francia ocupada por los italianos.

Posteriormente el Padre Marie-Benoît buscó una salida por España, organizando la salida de judíos franceses descendientes de españoles. Así Logró salvar a otros 2.600 judíos, y no existe un registro sobre cuántos de ellos tenían efectivamente sangre española.

Por insistencia de sus amistades, el Padre Marie-Benoît pasó a Italia como Padre Benedetti. En Roma, fue electo en la junta de la DELASEM, Delegación para la Asistencia de Emigrantes Judíos, la organización de resistencia judía en Italia.

Luego trasladó la sede de la DELASEM al Instituto Internacional de los Capuchinos e inició allí otra operación de falsificación de documentos. 

Cuando Roma fue liberada en junio de 1944, la comunidad judía, encabezada por el rabino Israel Zoller, llevó a cabo una ceremonia oficial en honor del Padre Benoît. 

Años después, el presidente de Estados Unidos Lyndon Johnson en un discurso afirmó que las acciones del Padre Benoît deberían “inspirar al pueblo estadounidense en la protección y preservación de los derechos ciudadanos, sin tener en cuenta la raza, color o religión”.

El 1 de diciembre de 1966, Yad Vashem reconoció oficialmente al Padre Benoît como un Justo entre las Naciones. 

En una oportunidad el Padre Marie-Benoît afirmó: Nosotros, los cristianos, sostenemos ser los hijos espirituales del patriarca Abraham. Esta debería ser suficiente razón para excluir cualquier tipo de antisemitismo, al ser una ideología que nosotros los cristianos no podemos compartir o ser parte de ella de ninguna manera.