La Academia Nacional del Tango de la República Argentina fue creada el 28 de junio de 1990, por Decreto 1235 del Poder Ejecutivo Nacional con el fin de recopilar, ordenar, estudiar y salvar definitivamente de toda posibilidad de pérdida o destrucción el patrimonio cultural que el tango y sus expresiones derivadas significan.
Entre los considerandos del decreto se puede
leer: “Que el Tango como arte musical, coreográfico, poético e
interpretativo, lleva un siglo de vigencia inalterable como expresión auténtica
y profunda del pueblo argentino.”
“Que esta vigencia creadora del Tango está en no menos de
cincuenta mil (50.000) obras compuestas, editadas y estrenadas y que existen,
desde fines del siglo XIX, más de cincuenta mil versiones grabadas de dichas
obras en diversos soportes fonográficos, cinematográficos y de otro tipo en la
República Argentina y en todo el mundo.”
“Que dicha creación del Tango ha representado, como pocas
artes nacionales y desde principios de este siglo, a la República Argentina en
todo el mundo.”
“Que es de toda justicia que el Estado le otorgue la
significación que corresponde a esta manifestación cultural, ratificando el
amor y la adhesión plena que nuestro pueblo naturalmente le concede.”
El poeta Horacio Ferrer fue su creador y primer presidente, la
presentación formal se realizó el 29 de junio de 1990 en el Salón Dorado del Teatro
Colón, y la actividad inicial, consistió en la instalación del Primer Consejo Directivo y
la entrega de diplomas a los cuarenta miembros del Cuadro de Académicos de Honor
y a los cuarenta miembros del Cuadro de Académicos Titulares.
La Academia cuenta con una nutrida biblioteca, realiza
periódicamente seminarios, plenarios, cursos y exposiciones, y produce una
serie de publicaciones en diferentes formatos como libros, revistas,
cuadernillos y en forma mensual y permanente, los periódicos "El
Chamuyo" y "El Chamuyito".
La Academia Nacional del Tango de la República Argentina
funciona en su sede de Av. de Mayo 833, sobre el tradicional Café Tortoni.
A continuación, Horacio Ferrer y Susana Rinaldi, en un
homenaje a Astor Piazzolla en Jerusalem.