George Enescu nació en Liveni, Botoșani, Rumania, el 19 de agosto de 1881 y murió en París, Francia, el 4 de mayo de 1955. Compositor, violinista, pedagogo, pianista y director de orquesta.
De niño empezó a demostrar sus dotes artísticas,
comenzó a tocar el violín a los 4 años, y a los 5 ofreció su
primer concierto.
Entre 1888 y 1894 estudió en el Conservatorio de
Viena, rapidamente se incorporó a la vida musical de vienesa, y sus
conciertos, en los que interpretaba a obras de Johannes Brahms, Pablo
Sarasate, Henri Vieuxtemps, Felix Mendelssohn-Bartholdy,
entusiasmaron a la prensa y al público.
Entre 1895 y 1899 prosiguió
sus estudios en el Conservatorio de París bajo la guía de
profesores como Armand Marsick, André Gedalge, Jules Massenet y
Gabriel Fauré.
El 6 de febrero de 1898 hizo su debut como compositor
en los Conciertos Colonne de París, con su Poema Rumano Op. 1, y en
el mismo año empezó a dirigir conciertos en Bucaresty a dar
conciertos de violín. Admirado por la reina Elisabeta de Rumania fue
varias veces invitado para tocar sus obras en el castillo Peleş de
Sinaia.
George Enescu compuso obras importantes como las dos
Rapsodias Rumanas, la Suite Nº 1 para Orquesta, la Sinfonía de
Madurez, y las Siete Canciones para los versos de Clément Marot,
entre otras.
Ofreció conciertos en muchos países de Europa y en
ocasiones fue acompañado de destacadas figuras como: Alfredo
Casella,Pau Casals, Louis Fournier o Richard Strauss, y en los
Estados Unidos dirigió a la Orquesta de Filadelfia en 1923 y en
Nueva York en 1938.
Durante la Primera Guerra Mundial permaneció en
Bucarest y dirigió la primera interpretación en Rumania de la
Sinfonía Nº 9 de Ludwig van Beethoven, además de obras de Hector
Berlioz, Claude Debussy, Richard Wagner, y sus propias composiciones.
Después de la guerra, continuó su actividad
dividida entre Rumania y Francia, y quedaron para siempre sus
interpretaciones del Poema para Violín y Orquesta de Ernest Chausson
y de las Sonatas y las Partitas para violín de Johann Sebastian
Bach.
Su actividad pedagógica tuvo también gran
importancia. Entre sus alumnos se encuentran violinistas como:
Christian Ferras, Ivry Gitlis, Arthur Grumiaux, Ginette Neveu o
Yehudi Menuhin, que manifestó un gran cariño y admiración por
Enescu, considerándolo como su padre espiritual.
En una oportunidad
declaró: Para mí, Enescu será siempre una de las verdaderas
maravillas del mundo. Su carácter y su figura se han quedado en mi
alma como un árbol o una montaña de Sinaia. Sus fuertes raíces y
su alma noble provienen de su propio país, un país de una belleza
única.”
George Enescu está considerado como uno de los más
importantes músicos de su país.
A continuación, recordamos a George Enescu, con la
Rapsodia Rumana Nº 1 en La Mayor Op. 11, en la interpretación de la
Orquesta Filarmónica George Enescu, dirigida por Sergiu Celibidache.