Antonio Stradivari, nació en Cremona, Italia, en 1644 y murió en su ciudad, el 18 de diciembre de 1737. Luthier.
Discípulo de otro famoso luthier, Niccolò Amati, a partir de 1665 empezó a trabajar por su cuenta, fundando en 1680 su propio taller. Diseñó y comenzó a fabricar por entonces violines más estrechos y alargados, rasgos que se acentuarían progresivamente con los años. Esas proporciones favorecieron un tono más penetrante; la densidad de la madera y un barniz especial, cuya fórmula se desconoce, contribuyeron al aumento de la vibración y, a la postre, a la perfección del sonido.
Aunque son los violines los instrumentos que más fama le han procurado, también construyó violas y violoncelos. Favoritos de los grandes virtuosos por la belleza y calidad de su distintivo timbre y la perfección de su factura, Niccolò Paganini, Henri Vieuxtemps y Giovanni Battista Viotti son algunos de los intérpretes que han hecho de ellos unos instrumentos míticos. La labor de Stradivarius, quien firmó su último violín a los noventa y dos años de edad, fue continuada por sus dos hijos, Francesco (1671-1743) y Omobono (1679-1742).
A continuación, recordamos a Antonio Stradivari, con una interpretación del violinista James Ehnes, con un violín Stradivarius de 1709, en Salut d'Amour Op. 12, de Edward Elgar, junto a Eduard Laurel en piano.