ITALIA
Más de 600 alcaldes se manifiestan en Milán a favor de la senadora
italiana Liliana Segre
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SORAYA MELGUIZO
Roma
Martes, 10 diciembre 2019 - 20:10
Esta milanesa de 89 años fue testigo de
los horrores de Auschwitz y recientemente ha sido víctima de ataques de odio y
amenazas de muerte, por lo que lleva escolta
La superviviente del Holocausto y senadora italiana, Liliana Segre. EFE |
Miles de personas han participado este martes en una marcha pacífica en
apoyo de Liliana Segre,
la senadora milanesa de 89 años, testigo de los horrores de Auschwitz. La
manifestación fue impulsada por el alcalde de Milán, Giuseppe Sala, y apoyada
por más de 600 alcaldes italianos que acudieron a la capital lombarda para
mostrar su solidaridad con una de las últimas supervivientes del Holocausto,
víctima reciente de ataques de odio y amenazas de muerte que han obligado a las
autoridades italianas a asignarle una escolta.
"Hay una gran música en esta plaza", dijo Liliana
Segre desde el palco. "Estamos aquí para hablar de amor y no de odio.
Dejemos el odio a los anónimos del teclado", lanzó despertando los
aplausos de los manifestantes, que comenzaron a entonar al unísono el himno
nacional.
Liliana Segre fue una de los 776 niños italianos deportados al campo de
concentración de Auschwitz durante
la Segunda Guerra Mundial. Sólo 25 regresaron con vida. En 2018 fue nombrada
senadora vitalicia por el presidente de la República, Sergio
Mattarella, en agradecimiento por haber dedicado su vida a recorrer
las escuelas italianas para compartir su historia con los más jóvenes.
Pero su empeño en la lucha contra el creciente clima de odio en el país
le ha procurado algunos enemigos, también dentro del Parlamento. En octubre
propuso constituir una comisión parlamentaria contra el antisemitismo, el
racismo y la xenofobia que salió adelante a pesar de los votos contrarios de la
Liga de Matteo Salvini,
Forza Italia de Silvio Berlusconi y Hermanos de Italia de Georgia Meloni.
"El antisemitismo debe ser condenado, estamos todos de acuerdo. Pero para
la izquierda es racismo sostener que las casas populares deban ser primero para
los italianos que para los inmigrantes", dijo Salvini justificando su
decisión.
La manifestación atravesó la Plaza del Duomo y la Galería Vittorio
Emanuele, hasta finalizar delante del Ayuntamiento de Milán, situado en la
céntrica Plaza del Teatro della Scala, donde Liliana Segre recibió una banda
con los colores de la bandera italiana en nombre de más de 8.000 ayuntamientos
italianos. "Vuestro compromiso puede ser decisivo para transmitir
la memoria", dijo Segre dirigiéndose a los cientos de alcaldes y
alcaldesas concentrados en la plaza. "Esta noche no hay indiferencia sino
una atmósfera festiva. Cancelemos todos las palabras de odio e
indiferencia".
Es la primera vez que una manifestación recorre la lujosa galería
milanesa, pero también es la primera vez que una superviviente del Holocausto
sufre amenazas en Italia, con la complicidad de algunos partidos políticos. En
las últimas semanas, varios alcaldes italianos negaron la ciudadanía honorífica
a la anciana senadora. Por ese motivo, el apoyo explícito de más de 600
regidores locales -incluidos algunos de centroderecha como el de Sesto San Giovanni,
barrio periférico milanés- fue interpretado como una importante señal de
solidaridad hacia Segre. Todos unidos sin banderas ni símbolos de
partido. "Nosotros somos su escolta", defendió el alcalde
de Milán. "El odio no tiene futuro".
"Roma se une a la manifestación en favor de Liliana Segre después
de los insultos y las amenazas intolerables que ha recibido. Todos junto contra
el odio y el racismo", aseguró por su parte la alcaldesa de Roma, Virginia Raggi,
mostrando su apoyo a la iniciativa.
Este domingo, la capital italiana despidió a Piero Terracina, que fue
junto con Segre uno de los últimos supervivientes italianos de Auschwitz. Tenía
91 años. Arrestado por las tropas nazis y deportado al campo de concentración
en 1944, fue el único de toda su familia en regresar. "Él había estado en
el 'lager' de los hombres y yo en el de las mujeres. Pero cada vez que nos
veíamos sentíamos una especie de hermandad, algo que nos unía", dijo Segre
el día anterior recordando a Terracina. "Entre nosotros sobraban las
palabras. Y ahora que ya no está, me siento todavía más sola".