Martin Luther King Jr., nació en Atlanta, Estados Unidos, el 15 de enero de 1929 y fue asesinado en Memphis, el 4 de abril de 1968.
Pastor de la iglesia bautista, desarrolló una labor crucial en Estados Unidos al frente del Movimiento por los derechos civiles para los afroamericanos y que, además, participó en numerosas protestas contra la Guerra de Vietnam y la pobreza en general.
Cuatro años después, en una época en que su labor se había orientado especialmente hacia la oposición a la guerra y la lucha contra la pobreza, fue asesinado en Memphis, cuando se preparaba para liderar una manifestación.
Luther King, organizó y llevó a cabo diversas actividades pacíficas reclamando el derecho al voto, la no discriminación y otros derechos civiles básicos para la gente negra de los Estados Unidos.
La mayor parte de los derechos reclamados por el movimiento serían aprobados legalmente con la promulgación de la Ley de los derechos civiles y la Ley del derecho al voto.
Martin Luther King es recordado como uno de los mayores líderes y héroes
de la historia de Estados Unidos, y en la moderna historia de la no violencia.
Desde 1986, el Día de Martin Luther King Jr. es día festivo en los Estados Unidos.
Se le concedió a título póstumo la Medalla Presidencial de la Libertad por
Jimmy Carter en 1977 y la Medalla de oro del congreso de los Estados Unidos en
2004.
Martin Luther King |
El pensamiento vivo de un humanista a traves de sus frases:
Si ayudo a una sola persona a tener esperanza, no habré
vivido en vano.
Hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los
peces; pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir como hermanos.
Nada en el mundo es más peligroso que la ignorancia sincera
y la estupidez concienzuda.
Si el hombre no ha descubierto nada por lo que morir, no es
digno de vivir.
Nada se olvida más despacio que una ofensa; y nada más rápido
que un favor.
La violencia crea más problemas sociales que los que
resuelve.
Nada que un hombre haga lo envilece más que el permitirse
caer tan bajo como para odiar a alguien.
Una nación que gasta más dinero en armamento militar que en
programas sociales se acerca a la muerte espiritual.
Nuestra generación no se habrá lamentado tanto de los
crímenes de los perversos, como del estremecedor silencio de los bondadosos.