miércoles, 24 de abril de 2013

Misa de Réquiem en Re Menor K 626 de Wolfgang Amadeus Mozart



La Misa de Réquiem en re menor, K. 626, es una obra basada en textos latinos para homenajear a un difunto.

Se trata de la decimonovena y última misa escrita por Mozart, que murió el 5 de diciembre de 1791, antes de concluirla.

Se han creado mitos y leyendas con relación a esta obra y su composición.
En la casa de Mozart se presentó un desconocido, vestido de negro, que rehusó identificarse y le encargó la composición de un réquiem, le pagó un adelanto y le dió un mes de plazo. 
 
Por esos días, Mozart estaba dedicado a la escritura de ópera La clemencia de Tito, para la coronación de Leopoldo II en Praga. 
 
Cuando regreso a Viena, el desconocido volvió a presentarse para saber si había completado el encargo. Esto sobrecogió al compositor.

Según la leyenda, Mozart, obsesionado con la idea de la muerte, su padre había muerto tiempo antes, debilitado por la fatiga y la enfermedad e impresionado por el aspecto del enviado, terminó por creer que éste era un mensajero del Destino y que el réquiem que iba a componer sería para su propio funeral.

La muerte encontró a Mozart antes de que éste pudiera terminar la obra.

 
Había compuesto tres secciones con el coro y órgano completo: Introitus, Kyrie y Dies Irae. Del resto de la Secuencia dejó las partes instrumentales, el coro, voces solistas y el cifrado del bajo y órgano incompletos. También había indicaciones instrumentales y corales en el Domine Jesu y en el Agnus Dei. No había dejado nada escrito para el Sanctus ni el Communio. 
 
Aunque en un principio Constanze, su viuda, pidió al músico de la Corte Joseph Leopold Eybler que terminase el Réquiem, fue su discípulo Süssmayer quien completó, las partes faltantes de la instrumentación, agregando música en donde faltaba y componiendo íntegramente el Sanctus. Para el Communio, simplemente utilizó los temas del Introito y el Kyrie, a manera de reexposición, para darle cierta coherencia a la obra.

Aunque al parecer se interpretaron extractos del Réquiem en una misa en memoria de Mozart celebrada el 10 de diciembre de 1791, el estreno formal de la obra completa se produjo en Viena el 2 de enero de 1793 en un concierto en beneficio de Constanze Weber, viuda de Mozart. 


Más tarde se supo que el sombrío personaje, era un enviado del conde Franz von Walsegg, músico aficionado cuya esposa había fallecido. 
 
El viudo deseaba que Mozart compusiese la misa de réquiem para los funerales de su mujer, pero quería presumir que la obra le pertenecía y por eso permanecía en el anonimato.

Fue interpretado nuevamente el 14 de diciembre de 1793, durante la misa que conmemoraba la muerte de la esposa del conde Walsegg y bajo la dirección del propio conde.

Después el conde Walsseg realizó una reducción para quinteto de cuerda, pero la obra no volvió a interpretarse bajo su patrocinio.



A continuación el Réquiem completo por la Orquesta Sinfónica de Viena, Coro Estatal de la Opera de Viena, Gundula Janowitz, Soprano, Christa Ludwig, Contralto, Peter Schreier, Tenor, Walter Berry, Bajo. Director. Karl Bohm.

La producción es de 1971 grabada en la Piaristenkirche de Viena.