Amato y Letizia Billour |
Amato Billour, un profesor de inglés en un colegio secundario, vivía con su esposa Letizia, pianista de profesión, en Florencia, Italia. En noviembre de 1940, cuando los alemanes comenzaron a arrestar y deportar a los judíos de Florencia, tenían alrededor de 40 años, y carecían de hijos propios.
Después de la deportación a Auschwitz del rabino Nathan Cassuto y su esposa Anna Di Gioacchino, sus cuatro hijos quedaron a cargo de la hermana de aquél, Hulda Campagnano, que se dedicó desesperadamente a buscar un escondite para sus hijos y los de su hermano. La ayudó Tullio Vinay, un pastor evangélico, que encontró refugio para su hijo Reuven en la casa de los Billour. Reuven Campagnaro permaneció en la casa de su profesor casi un año, desde diciembre de 1943 hasta agosto de 1944. La pareja Billour fueron amables y sensibles con todas sus necesidades, y el chico rápidamente comenzó a llamarlos "padre" y "madre". Mantenían el contacto con la verdadera madre y organizaban encuentros periódicos con ésta en lugares públicos para que Hulda pudiese verse con su hijo, que por entonces era llamado "Emilio". Cuando Florencia fue liberada en agosto de 1944 Reuven regresó con su madre pero nunca olvidó al matrimonio Billour y a su amor por él.
El 24 de febrero de 1941 Yad Vashem reconoció a Amato y Letizia Billour y al pastor Tullio Vinay como Justos de las Naciones.