Varian Mackey Fry nació en Nueva York, Estados Unidos, el 15 de octubre de 1907 y murió en Redding, Connecticut, Estados Unidos, el 13 de septiembre de 1967. Periodista.
El sitio www.yadvashem.org
publicó este recordatorio
Un americano en Marsella. Varian Fry. EE.UU.
Por el acuerdo de armisticio firmado en junio de 1940,
Francia estaba obligada a entregar a todas las personas buscadas por la
Gestapo, un enorme número de los cuales eran intelectuales judíos. Los
refugiados de Alemania que habían buscado refugio en Francia se encontraron una
vez más bajo control alemán, y el peligro para sus personas era grave. Una
organización de ayuda – el Comité de Rescate de Emergencia (ERC) - fue fundado
en Nueva York con el objeto de ayudar a dichos intelectuales y figuras de
renombre varados en Francia, quienes corrían peligro de ser arrestados y
entregados a los alemanes debido a sus posturas antinazis. Con la intervención
de la esposa del presidente de Estados Unidos, Eleanor Roosevelt, el
Departamento de Estado de EE.UU. consintió en hacer una excepción a su
restrictiva política de visados, y proveer de visas de entrada a un número
limitado de doscientos refugiados. Varian Fry, un estudioso de los clásicos que
trabajaba en Nueva York como editor para la Asociación de Política Exterior,
fue enviado por el Comité de Rescate de Emergencia a Francia. Su función fue
llegar a Marsella, donde muchos de estos refugiados se encontraban, y hallar la
manera de sacarlos de allí. Contaba con una lista de doscientos nombres, y una
suma de U$S 3.000 para sí mismo.
Al llegar a Marsella en agosto de 1940, Fry se estableció en
un cuarto del hotel Splendide, y comenzó a escribir cartas a las personas de la
lista. Los rumores de su llegada se habían extendido, y cientos de personas
venían a pedirle asistencia. Pronto descubrió que el consulado norteamericano
no iba a ayudarlo a trasladar a dichas personas a EE.UU., y que tendría que
trabajar de modo independiente. Frente al apremio de los desesperados
refugiados, Fry decidió actuar y comenzó a hallar vías – la mayoría ilegales –
de hacer huir a aquellos refugiados que estaban en peligro inmediato de caer en
manos alemanas. Las colas de refugiados frente a su cuarto de hotel eran tan
largas que alquiló una oficina y reunió a un grupo de colaboradores –
expatriados estadounidenses, ciudadanos franceses y refugiados – para que lo
ayudaran en el proceso de clasificación. Establecieron el Centro Americano de
Socorros (Centre Americain de Secours) y comenzaron a entrevistar entre 60 y 70
personas por día. Años después, Fry describía cómo enfrentó el dilema de a
quién debían ayudar: “No teníamos modo de saber quién estaba realmente en
peligro y quién no. Teníamos que adivinar, y la única manera de hacerlo era dar
a cada refugiado el pleno beneficio de la duda. De otro modo, podíamos haber
rehusado ayudar a alguien que estuviera en verdadero peligro y enterarnos luego
que se lo habían llevado a Dachau o a Buchenwald debido a nuestro rechazo”.
Varian Fry |
Aunque no tenía experiencia en el trabajo clandestino, Fry
puso en marcha una compleja operación. Su oficina funcionaba tanto por vías
legales como ilegales: una vez que las doscientas visas norteamericanas se
agotaron, la oficina de Fry intentó obtener visas a otros países; un ex
caricaturista vienés fue enrolado para falsificar documentos; algunos
refugiados fueron enviados clandestinamente en barcos de guerra hacia el norte
de África – todavía bajo control francés-disfrazados de soldados
desmovilizados; otros fueron sacados de Francia por tierra.
Fry intentó dos veces conmover al Secretario de Estado
norteamericano Cordell Hull. “Miles se encuentran en prisiones y campos de
concentración en Europa sin esperanza de ser liberados porque no tienen un
gobierno que los represente... ¿No pueden EE.UU. y otras naciones del
hemisferio occidental tomar medidas inmediatas, tales como la creación de
nuevos pasaportes Nansen [utilizados con anterioridad para ayudar a refugiados
rusos desplazados] y la extensión de al menos una protección diplomática
limitada para sus poseedores?”, escribió el 10 de noviembre de 1940. Ninguna de
sus cartas tuvo respuesta.
Varian Fry en Francia (Colección del Museo del Holocausto de los Estados Unidos) |
Las actividades de Fry alcanzaron unas dimensiones tan
significativas que se volvió difícil mantenerlas en secreto. La Policía
francesa decidió emprender firmes acciones contra él. La embajada
norteamericana en Vichy y el consulado en Marsella, adhiriendo a la estricta
política de inmigración de su país, no intervino en favor de Fry. Como un
primer paso, la policía francesa allanó sus oficinas. En diciembre de 1940 fue
arrestado y retenido por un tiempo en un barco prisión en el puerto de
Marsella. Pero nada lo disuadió de continuar con su trabajo.
Permaneció en
Francia aun después de vencido su pasaporte, y continuó con sus actividades de
rescate. Finalmente fue arrestado por la policía francesa en agosto de 1941 y
se le dio un plazo de una hora para empacar, luego de lo cual lo acompañaron
hasta la frontera española. Se le dijo que su expulsión había sido ordenada por
el Ministerio del Interior francés en coordinación con la embajada
estadounidense. Fry describiría luego su partida: “Era un día gris y lluvioso
cuando abordé el tren. Miré por las ventanillas, e innumerables imágenes se
acumulaban en mi mente. Pensé en los rostros de los miles de refugiados que
había enviado afuera de Francia, y los de miles más que había tenido que dejar
tras de mí”.
De acuerdo con la estimación de Fry, para mayo de 1941 su
oficina había atendido unos 15.000 casos. De ellos, aproximadamente 4.000
personas recibieron asistencia; 1.000 de ellos fueron trasladados
clandestinamente fuera de Francia por diversas vías. Entre los judíos que Fry
ayudó a huir de Francia se hallaban numerosas figuras conocidas, tales como
Hanna Arendt, Marc Chagall, Jacques Lipchitz, Siegfried Kracauer, Franz Werfel,
Lion Feuchtwanger y muchos más.
El Certificado de Honor otorgado a Varian Fry por Yad Vashem |
Cuando se le preguntó por sus motivaciones, Fry respondió
que en su visita a Berlín en 1935 vio a hombres de las SA atacando a un judío,
y sintió que ya no podría permanecer indiferente.
Luego de su regreso forzado a los Estados Unidos, Varian Fry
fue puesto bajo la vigilancia del FBI. Por el resto de su vida fue evitado por
sus ex colegas y amigos, y hasta su muerte prematura en 1967, a los 59 años, se
ganó la vida como maestro de latín en una escuela de varones. Poco antes de su
muerte, el gobierno de Francia lo galardonó con la Orden de Caballero de la
Legión de Honor.
En 1994 fue distinguido con el título de Justo de las
Naciones por Yad Vashem. El hijo de Varian Fry plantó un árbol en su honor en
Yad Vashem en 1996. A la ceremonia asistió el secretario de Estado
norteamericano Warren Christopher, que en la ocasión se disculpó en nombre del
Departamento de Estado por el abusivo trato que se le dispensara durante los
años de guerra.
El hijo e Varian Fry plantando un árbol en Yad Vashem en honor a su padre |