Hola, soy Leonardo Liberman.
Te invito a visitar mi Blog, en el que propongo temas de interés general.
Podes mandarme tu comentario al E-mail elmiradornocturno@gmail.com
Foto de portada: Magdalena Viggiani.
Jeanne-Louise Dumont, más conocida como Louise Farrenc,
nació en París, Francia, el 31 de mayo de 1804, y murió en su ciudad, el 15 de
septiembre de 1875. Compositora, pianista y profesora.
Jeanne-Louise Farrenc, (1804-1875) fue una compositora y
pianista que alcanzó gran reputación durante su vida, especialmente en
Inglaterra, Francia, Bélgica y Alemania. Sus obras fueron reconocidas y
elogiadas al más alto nivel por los expertos de la época, entre ellos Schumann
o Berlioz, sin embargo pocos años después de su muerte pasó prácticamente al
olvido.
Nació en París, hija de una notable familia de artistas,
entre quienes se encontraba su propio padre, Jacques-Edme Dumont, escultor que
obtuvo el Premio de Roma. Alumna de Anton Reicha, y esposa del flautista y
editor de música Aristide Farrenc en 1821.
Louise Farrenc no fue, una compositora ocasional, su
catálogo incluye 51 obras, desde la música de cámara: dos quintetos, un sexteto
y un noneto, (estrenado en 1850 por el prodigioso violinista Joseph Joachim, a
los 19 años) a las composiciones para orquesta, incluyendo tres ciclos de
estudios para piano, dos oberturas de concierto y tres sinfonías, amén de
obtener numerosos premios, incluyendo el prestigioso Prix Chartier de la
Academia de Bellas Artes en dos ocasiones, en 1861 y 1869.
Durante las décadas de 1820 y 1830, compuso obras
exclusivamente para piano. Varias de estas piezas fueron elogiadas por los
críticos, incluyendo a Schumann. En la década de los 30 y 40, realizó grandes
composiciones para orquesta y música de cámara, entre ellas dos quintetos de
piano Opp. 30 y 31, un sexteto para piano y vientos Op.40, el noneto de vientos
y cuerdas Op.38, un trío para clarinete o violín, cello y piano Op. 44, un trío
para flauta, cello y piano Op. 45 y varias sonatas instrumentales entre otras
composiciones. El único campo que no
abarcó en sus composiciones fue la ópera, la forma musical más importante en
aquellos tiempos en Francia.
A continuación, la recordamos en el día de su nacimiento,
con el Quinteto con Piano Nº 2 en Mi Mayor Op. 31, en la versión de Eriikka Maalismaa en violín; Riitta-Liisa Ristiluoma en
viola; Mikko Ivars en violonchelo; Teemu Kauppinen en contrabajo; y Emil
Holmström en piano.
El Mirador Nocturno – Radio / Compositores Rusos 2 – Sergei
Prokofiev.
Hoy les presento el 5º programa de La Música de Todos Los
Tiempos, dedicado a Compositores Rusos, con la Sonata para Violín y Piano Nº 1
en Fa Menor Op. 80, la Suite de Romeo y Julieta, la Sinfonía Concertante para
Violonchelo y Orquesta en Mi Menor Op. 125, y el Concierto para Piano y
Orquesta Nº 3 en Do Mayor Op. 26.
Hacé click en el reproductor para escuchar el programa.
María Victoria Ledesma Cuevas, más conocida como Rosa de
Castilla, nació en Encarnación de Díaz, Jalisco, México, el 30 de mayo de 1932,
y murió en la Ciudad de México, México, el 1 de agosto de 2022. Cantante y
actriz.
El Diario Infobae, en su edición digital, publicó este
recordatorio.
Rosa de Castilla: cómo su carrera terminó por culpa de un escándalo
La actriz y cantante que falleció este 1 de agosto, tuvo que
hacer frente a algunas críticas debido a la forma en que quiso presentarse en
el escenario
2 Ago, 2022
Compartir
Escuchar
Rosa de Castilla fue una de las cantantes más exitosas de la Época de Oro del cine mexicano, pero su fama no duró hasta su muerte debido a los múltiples escándalos que la opacaron (Foto: Getty Images)
Rosa de Castilla, una de las últimas estrellas de la Época de Oro del cine mexicano, falleció el pasado 1 de agosto. Es recordada por su exitosa carrera como actriz y cantante, pero tras algunos años de logros, tuvo que alejarse poco a poco de los reflectores debido a que una escándalo manchó su trayectoria y, además, porque ella ya no quería ser vista por su público.
María Victoria Ledesma, mejor conocida por su nombre artístico como Rosa de Castilla, inició su carrera desde muy joven, a los 14 años de edad, presentándose en diferentes centros nocturnos porque, según declaró en varias entrevista, creció con el sueño de convertirse en una gran cantante.
No pasó mucho tiempo para que Rosa lograra posicionarse como una de las niñas más exitosas en la industria musical al presentarse en la estación radiofónica XEX. Desde ahí, catapultó su fama, pues fue contratada por el cabaret Waikikí, donde cantó por varios años.
Rosa, al igual que Jorge Negrete, se convirtió en una de las más importantes integrantes de la Asociación Nacional de Actores (ANDA), donde inclusive fue miembro del comité de honor (Foto: Facebook/Rosa de Castilla Actriz)
Según manifestó Ledesma en una entrevista para el Canal 4, fue ella quien decidió alargar su trayectoria como cantante por varios años, hasta que finalmente aceptó probar suerte en la actuación, motivo por el que tuvo que dejar de lado por un tiempo el canto.
Fue el cineasta Raúl de Anda, uno de los más importantes de la Época de Oro, quien impulsó su carrera como actriz en sus primeros años, pero gracias al buen recibimiento que tuvo del público, logró firmar un contrato por cinco años con una casa productora.
Algunos de sus cintas más reconocidas son Los tres alegres compadres, con Jorge Negrete, Pedro Armendáriz y Rebeca Iturbide; Aquí están los Aguilares, con Luis Aguilar y Antonio Aguilar; Tal para cual, con Luis Aguilar y Jorge Negrete, por la que fue nominada en los Premios Ariel a Mejor Actriz de Cuadro.
La jalisciense compartió créditos con grandes actores como "Tin Tan" o el cantautor José Alfredo Jiménez, pero ella sentía que no era suficiente su carrera como histrionisa (Foto: Facebook/Rosa de Castilla Actriz)
A la joven edad de 24 años, la jalisciense ya había alcanzado la fama que siempre había soñado y podía desenvolverse como cantante en casi cualquier parte del mundo, pues con sus giras logró el reconocimiento internacional. Uno de sus más grandes orgullos, según comentó, fue haberse presentado con éxito en Israel.
No obstante, fue a finales de los años 60 cuando su carrera comenzó a tener problemas debido a que intentó hacer un show sin precedentes, acompañada por el Mariachi Vargas de Tecalitlán; no obstante, su espectáculo no habría sido del agrado de la esposa del entonces presidente, María Esther Zuno.
Y es que, ya que Rosa estaba decidida que su carrera como actriz fuera aún más relevante, habría propuesto que en su show se presentaría con poca ropa, posiblemente con una falda folclórica mexicana y sin blusa, lo que fue un gran escándalo y causó que la esposa de Luis Echeverría decidiera cerrar el lugar en donde se presentaría la cantante, con el argumento de que no quería que se denigrara de esa forma a la vestimenta mexicana.
Rosa de Castilla causó revuelo cuando dejó de utilizar ropa recatada a posar en revistas sin blusa o con muchas transparencias, lo que no fue del agrado de todo su público (Foto: Facebook/Rosa de Castilla Actriz)
Pese a que María Victoria hizo lo posible para que esto no afectara en su carrera, llevó a cerrarle varias puertas, tanto en la música como en el cine. A partir de entonces sus presentaciones y participación en películas fue disminuyendo.
Durante la entrevista presentada por el Canal 4, la intérprete de El Herradero reveló que otro de los motivos que la alejó de los escenarios fue que no quería faltarle al respeto a su público por no lucir joven.
“Al público le gusta más ver a una muchacha joven, enseñando lo que Dios le dio, enseñando las curvas que tiene y no a una viejita como yo, cantando, por eso no quiero cantar. A mí me da pena ver a mis compañeras ya de edad, que pobrecitas, unas hasta bastón traen para subirse a un escenario y se ponen a cantar, yo no podría hacerlo, ¿por qué? Porque creo que el público se merece muchísimo respeto”
El lunes 1 de agosto se dio a conocer que Rosa falleció en La Casa del Actor a los 90 años. Las causas no fueron informadas.
A continuación, la recordamos en el día de su nacimiento, con
El aguijón.
Hay muchas preguntas escondidas dentro de la música de
Pascal Dusapin. Cada oyente reconocerá los ecos de sus propias preguntas y las
respuestas ocultas en su escritura. Esta música orgánica única en sus múltiples
facetas, a su vez volcánica, indescriptible, áspera, reflexiva, vital y
obstinada, provoca una gran variedad de sentimientos en su oyente. A medida que
la música pasa de la tristeza profunda a una cascada de risas triunfantes, del
miedo estridente a una avalancha fabulosa que se convierte en una fanfarria
elegante, abarca sin miedo todos los niveles de emoción.
Pascal Dusapin, nacido el 29 de mayo de 1955 en Nancy, se
introdujo en la música a una edad temprana. Después de escuchar un trío de jazz
mientras estaba de vacaciones con su familia, regresó a casa con el anhelo de
aprender a tocar el clarinete. Su padre, sin embargo, insistió en las lecciones
de piano. Cuando tenía 10 años, Dusapin descubrió el órgano, una pasión
abrumadora que lo llevaría a través de su adolescencia caótica y poco
convencional. Creció a tiempo parcial en un pequeño pueblo de Lorraine y a
tiempo parcial en un suburbio parisino, abrazó todos los géneros con igual
fervor, tan entusiasta de Bach como de los Doors, amando el free jazz tanto
como Beethoven. Pero cuando escuchó Arcana por primera vezpor Edgar Varese en
la Universidad de Vincennes cuando tenía 18 años, su vida se transformó. Desde
ese momento supo que dedicaría todo su tiempo y energía a la composición. De
1974 a 1978 estudió con devoción con Iannis Xenakis , a quien consideraba el
descendiente moderno de Varese . Xenakis se convirtió en su maestro en pensar
de manera diferente, ampliando sus horizontes para incluir la arquitectura y
las matemáticas. Esta fue realmente su única educación formal, probablemente
porque Xenakis no pidió nada y le dio todo.
Las primeras piezas de Dusapin, Souvenir du silent (1975),
Timée (1978) fueron apreciadas por los dos compositores, Franco Donatoni y
Hughes Dufourt , y le brindaron todo su apoyo. André Boucourechliev le dio
valiosos consejos y los lemas que lo acompañarían a lo largo de su carrera:
“Nunca olvides el instrumento al fondo de la orquesta”. y “La sinceridad nunca
es una virtud en el arte”.
En 1977 ganó el premio Fondation de la Vocation y en 1988
recibió un premio de la Villa Médicis donde residió durante dos años mientras
escribía Tre Scalini, Fist, y su primer Quatuor, Niobé . Regresó de Roma más
decidido que nunca a vivir componiendo ya componer viviendo. En el verano de
1986, escribió Assaï para la compañía de ballet de Dominique Bagouet. Su
colaboración fue rica, tanto a nivel personal como artístico, y la gira de
Assaï le llevó a viajar por el mundo durante varios años.
En 1986, con el apoyo de Rolf Lieberman, se lanzó a la
composición de su primera ópera, escrita en estrecha colaboración con el autor,
Olivier Cadiot . Roméo & Juliette se aparta de la intriga y el género convencionales.
Es una revolución musical-literaria donde cada palabra se elige por su sonido y
su ritmo y luego se entrelaza estrechamente con la música completamente libre.
La obra se estrenó simultáneamente en julio de 1989 en la Ópera de Montpellier
y en el Festival de Avignon, antes de emprender una gira internacional. En
adelante, Pascal Dusapin vinculará su amor por la literatura a sus obras
operísticas. Medeamaterial, basado en la obra de Heiner Müllerse inauguró en el
Théâtre de la Monnaie de Bruselas en 1991. Le siguió To be Sung, basada en la
obra de Gertrude Stein, y fue creada en conjunto con el gran artista de medios
mixtos y diseñador de luces, James Turell, en el Théâtre des Amandiers en
Nanterre. En 2003, Perelà, Uomo di fumo, basada en el libro de Aldo Palazzeschi,
se estrenó en la Opéra Bastille de París. Dusapin pasó a escribir los libretos
de sus dos siguientes óperas: Faustus, The Last Night, que se inauguró en la
Staatsoper Unter den Linden de Berlín en 2006 y Passion que se estrenó en el
Festival de Aix-en-Provence en 2008 inspirado en el mito de Orfeo. Continuando
con su puesta en abismo de héroes antiguos, se enfrenta al libro de referencia
de Kleist en su última ópera, Pentesilea, estrenada en marzo de 2015 en La
Monnaie de Bruselas, de la que compuso una suite para soprano y orquesta, Wenn
du dem Wind… estrenada en el Suntory Hall de Tokio en agosto de 2014 y luego se
presentó nuevamente en la Filarmónica de París en marzo de 2015.
A lo largo de la escritura de sus óperas, nacieron varias
otras obras, entre ellas siete cuartetos de cuerda (el sexto con orquesta), y
diversas obras vocales como La Melancholia, Granum Sinapis, Dona Eis y
Disputatio. También escribió Sept études pour piano, A Quia concerto para piano
y siete solos para orquesta: Go, Extenso, Apex, Clam, Exeo, Reverso (estrenado
por la Filarmónica de Berlín y Simon Rattle) y Uncut. Este ciclo de siete
formas orquestales, compuesto entre 1991 y 2009, es una larga historia
sinfónica de la vida y de las emociones y el arte humanos. Un nuevo ciclo para
orquesta está en desarrollo y está inspirado en la naturaleza. Mañana en Long
Island será el primer Concierto n°1 para orquesta, sugerido por las formas del
viento. Fue estrenada en 2010 por la Orquesta Filarmónica de Radio Francia
dirigida por Myung-Whun Chung. Entre sus últimas obras podemos mencionar su
concierto para violín, Aufgang , encargado por el violinista Renaud Capuçon, su
pieza para piano y seis instrumentos, Jetzt genau! y un concierto para
violonchelo, Outscape, escrito para Alisa Weilersteinque fue estrenada en mayo
de 2015 por la Orquesta Sinfónica de Chicago . Su doble concierto At
Swim-two-birds, escrito para la violinista Viktoria Mullova y el violonchelista
Matthew Barley, fue estrenado el 30 de septiembre de 2017 por la Orquesta
Filarmónica de la Radio de los Países Bajos, seguida por la Gewandhaus Leipzig,
la Orquesta Nacional de Francia, la Orquesta Filarmónica de Londres y la
Orquesta Sinfónica de Seattle.
Los intereses y pasiones de Dusapin son muchos, desde la
morfogénesis a la filosofía (con especial interés por Deleuze), desde la
fotografía, a la arquitectura, al teatro de Samuel Beckett, a la obra de
Flaubert, entre otros. Todo esto contribuye a su libertad de invención y
permite múltiples capas de significado, comprensión y emoción en sus obras. Ha
colaborado con muchos artistas diferentes, combinando sus talentos
multidisciplinarios con los de ellos: Sasha Waltz, James Turell, Peter Mussbach,
Laurence Equilbey, The Accroche Note Ensemble, la Filarmónica de Berlín, Simon
Rattle y el Cuarteto Arditti. Nuevos proyectos también le han acercado al mundo
de la electrónica a gran escala en escenarios tan excepcionales como el Grand
Palais para la Monumenta de Richard Serra o la playa de Deauville con motivo
del 150 aniversario de la ciudad. En noviembre de 2011 dirigió él mismo su
ciclo de piano y barítono sobre poemas de Nietzsche, O Mensch!, en el Théâtre
des Bouffes du Nord de París. En octubre de 2014, imaginó una instalación
visual y sonora para el Festival de Donaueschingen, “Mille Plateaux”, que luego
viajará a otros lugares, entre ellos, en 2015, la instalación se mostró en el
Lieu Unique, Nantes, Francia.
Un artista único, Pascal Dusapin continúa su viaje musical,
formal y sin embargo nunca dogmático, ofreciendo su música ferozmente emocional
a través de una gran variedad de formas diversas.
En 2019, Pascal Dusapin presentará Lullaby Experience, su primer trabajo en
colaboración con IRCAM durante ManiFeste. En verano es el invitado del Festival
de Salzburgo que acogerá un "Tiempo con Dusapin", un homenaje único
al artista sinónimo a nivel internacional de la vitalidad de la composición
musical francesa. En septiembre se estrena en el Théâtre de la Monnaie
(Bruselas) su nueva ópera Macbeth Underworld puesta en escena por Thomas Jolly.
El 11 de noviembre de 2020, el presidente de la República
Emmanuel Macron le encargó escribir la parte musical de la obra creada para la
panteonización de Maurice Genevoix. En febrero de 2021, es homenajeado en el
festival Présences de Radio France.
Su música está publicada por Ediciones Salabert / Universal
Classical Music.
A continuación, celebramos su cumpleaños, con el Doble
Concierto para violín y violonchelo At Swim-Two-Birds, en la versión de Viktoria
Mullova en violín, y Matthew Barley en violonchelo, junto a la Orquesta
Nacional de Francia dirigida por Pascal Rophé.
En el programa de hoy les traemos un caso real de cómo
aliviar el dolor ajeno: un grupo de amigos que, cuando la desgracia ocurre en
una de las familias, se reúnen para ver cómo podían aliviar su dolor. Todo un
ejemplo y una lección inspiradora para todos.
El Diario Infobae, en su edición digital, publicó esta entrevista realizada por Guido Burdman.
El director argentino-israelí Yeruham Scharovsky, protagonista de un histórico concierto en el Vaticano
El artista nacido en Buenos Aires, que se presenta este
lunes con la Orquesta Sinfónica de Jerusalén, lo vive con gran emoción.
“Guardaré esta experiencia en el corazón por el resto de mi vida”, confesó
Yeruham Scharovsky se presenta el lunes 29 de mayo en el Vaticano con la Orquesta Sinfónica de Jerusalén
A Yeruham Scharovsky se le dibuja una sonrisa cada vez que habla de música. No puede evitar emocionarse cuando cuenta lo que siente al subirse al escenario. “Es mi vida, mi pasión, es el fuego que me mantiene vivo”, afirma el director de orquesta argentino-israelí en diálogo con Infobae.
A horas de un histórico concierto en el Vaticano para el papa Francisco con su querida Orquesta Sinfónica de Jerusalén, el artista nacido en Buenos Aires dio detalles sobre la actual gira por Europa, su carrera y su amor por Argentina.
— ¿Cómo se gestó el concierto en el Vaticano?
— Es una iniciativa de la Embajada de Israel en el Vaticano, con motivo del 200° aniversario de la reconstrucción de la Basílica de San Pablo Extramuros. El embajador israelí, Raphael Schutz, se lo propuso al encargado de Cultura del Vaticano, el cardenal James Harvey. El concierto se llama “Unión de religiones”. Vamos a tocar el Ave María, el Kol Nidrei y una suite mediterránea de Nizar Alkhater, un compositor musulman.
Es un hecho histórico porque es la primera vez que una orquesta israelí y un director israelí se presentan en el Vaticano. Israel exporta mucha música y muchos músicos a todo el mundo, pero nunca tuvo a una orquesta en el Vaticano. Me emociona mucho ser el primero, como cuando fui el primer director de orquesta israelí en dirigir la Filarmónica de Moscú cuando todavía no había relaciones diplomáticas entre Israel y Rusia, en 1991. Ese tipo de cosas te emocionan porque el primero queda para siempre.
Yeruham Scharovsky es el actual director artístico y maestro titular de la Sinfónica Nacional de Colombia. Además, le ofrecieron ser director artístico de la Filarmónica de Macedonia
— ¿Hay otros conciertos en esta gira?
— Sí, la gira también incluye un concierto el 28 de mayo en la Academia Nacional de Santa Cecilia en Roma, Parcco della Musica, en conmemoración del 75° aniversario de la creación del Estado de Israel. Lo organiza la Embajada de Israel en Italia. Estamos muy emocionados porque la Santa Cecilia es una sala maravillosa, es la meca de los músicos. Empezamos con el himno italiano, seguido del israeli y después el programa oficial del concierto.
Luego viajamos a París, donde vamos a ofrecer dos conciertos, el 31 de mayo y el 1° de junio. Uno de ellos es en la Gran Sinagoga de París. Son pocos conciertos y muchos programas para tocar, pero con esta orquesta no hay problema, es excelente y muy flexible, así que puedo preparar cualquier cosa con ellos.
— Muy emotivo. Cuando apareció con todo su esplendor fue conmovedor. Su apretón de manos tan cálido y su pequeño abrazo... Me dijo “así que vos sos el director de orquesta argentino de Flores”. No podía ni contestarle de la emoción. Me preguntó sobre mi carrera, la Orquesta Sinfónica de Jerusalén, el concierto y cómo me fui a Israel de tan joven. Me deseó todo lo mejor en el concierto y se disculpó por no poder asistir. No tengo dudas de que guardaré esta experiencia en el corazón por el resto de mi vida.
El papa Francisco saluda desde su ventana en el Vaticano, el 7 de mayo de 2023 (Foto: Vatican Media/Handout via REUTERS)
— Con casi 40 años de carrera, ¿aún siente nervios antes de dirigir?
— Sí, pero no son nervios malos. Es una tensión positiva, que me hace bien y me focaliza en el objetivo. Cuando subo al escenario siento que veo todas las notas en mi cabeza de manera clara, limpia y transparente. La tensión me ayuda a concentrarme. En el momento del concierto, yo siempre estoy en mi mejor momento a nivel de concentración. Es ahí cuando puedo permitirme dar libertad al sentimiento. Cuando la cabeza está funcionando bien, ahí uno puede identificarse con la parte sentimental de la música, y se logra el objetivo. Ese entusiasmo y ese mensaje pasa a la orquesta, y la orquesta lo pasa al público. La gente siente cuando hay un involucramiento personal del director, una identificación con lo que está haciendo, que expresa no solamente las notas técnicamente, sino también la parte sentimental y de contenido. En mis conciertos yo siento como el público reacciona, y eso pasa de mí a la orquesta y de la orquesta al público.
— Y con tanta concentración, ¿puede disfrutar de los conciertos mientras dirige?
— Es verdad que estoy súper concentrado, pero disfruto de esa concentración. El momento de estar dirigiendo es el punto máximo de tensión y de exposición, pero también el punto maximo de entrega. Es un momento maravilloso, siento a la música en la cabeza y a los músicos pendientes de cada movimiento, de cada mensaje que transmito. En ese momento siento que puedo construir y esculpir la música que estoy dirigiendo. Eso convierte cada concierto en algo único y diferente. Es una arquitectura flexible, cambiante y viva.
La gira con la Orquesta Sinfónica de Jerusalén también incluye conciertos en Roma y en París
— ¿En qué momento de su carrera se encuentra?
— Estoy en un buen momento de mi vida y de mi carrera. Todo lo que hacés en tu vida te llevan al lugar en el que te encontrás actualmente. Llega el momento en que empezás a cosechar los frutos de todo lo has sembrado durante tu vida. Me están pasando cosas que antes no me pasaban. Las propuestas que recibo de todas las orquestas del mundo, el cariño, el apoyo y la admiración de los músicos… Todo eso lo estoy sintiendo y disfrutando más que nunca. Cuando muchos a mi edad empiezan a jubilarse, yo a los 66 años me encuentro en una etapa de renacimiento, y estoy invitado a decenas de conciertos para los próximos tres años.
— ¿Cómo fue dirigir en el Teatro Colón el año pasado?
— Maravilloso. Me encantó y me emocioné. El sonido del Colon es único. Fue muy cálido todo. El director del Colón, Jorge Telerman, es una persona maravillosa. El día del concierto estaba en mi camarín y de repente alguien me golpea la puerta. Pregunto quién es y me responden “Jorge Telerman”. Vino a desearme suerte y a darme un abrazo. Me emocionó tanto su simplicidad, su humanidad, su manera de ser. Subí al concierto con una sensación muy buena en mi corazón. Me sentía muy bien recibido. Eso no me pasó muchas veces, que el director general del teatro viniera a saludarme antes del concierto. Es una persona especial y hablamos de futuros planes. Dirigir en Argentina siempre es especial y el concierto del año pasado me dejó una marca inolvidable.
Ian Lancaster Fleming nació en Londres, Reino Unido, el 28
de mayo de 1908, y murió en Canterbury, Reino Unido, el 12 de agosto de 1964. Escritor,
periodista y oficial de inteligencia.
(Ian Lancaster Fleming; Londres, 1908 - Canterbury, 1964)
Escritor británico. Creador del agente secreto James Bond, escribió doce
novelas sobre este personaje, entre las que destacan Casino Royale (1953),
Doctor No (1958) y Goldfinger (1959), llevadas al cine con gran éxito.
Ian Fleming
Ian Fleming se formó en Eton y en la Royal Military Academy,
y con posterioridad en las universidades de Múnich y Ginebra, doctorándose en
lenguas modernas. Periodista, publicista, oficial de la Armada y agente de la
Naval Intelligence durante la Segunda Guerra Mundial, publicó en 1953 Casino
Royale, la primera de sus dieciséis novelas de espionaje, catorce de las
cuales, incluida la primera, tenían como protagonista a James Bond, agente
secreto del contraespionaje británico con la calificación 007, es decir, con
"licencia para matar". James Bond se hizo muy famoso como paradigma
del género, y sus aventuras se tradujeron en todo el mundo, sobre todo gracias
a las numerosas versiones cinematográficas, a veces inspiradas en las novelas y
a veces inspiradoras de las mismas. Entre sus títulos más conocidos deben
recordarse Vive y deja morir (Live and Let Die, 1954), Moonraker (Moonraker,
1955), Desde Rusia con amor (From Russia, with Love, 1957), Operación trueno
(Thunderball, 1961) y Sólo se vive dos veces (You Only Live Twice, 1964); el
conjunto de su producción lo situó entre los mejores maestros de la novela de
espionaje, junto a Graham Greene, John Le Carré y Frederick Forsyth.
Autor además de dos notables libros de viajes y de un
periodismo de altura (que se ha recopilado y publicado en parte), Ian Fleming
es un narrador "en technicolor", ingenioso y fluido constructor de
tramas sostenidas y de escenografías recargadas. Su prosa, rica sobre todo en
un vocabulario visual, procede por acumulación de detalles sugestivos que
sirven para hacer avanzar la coreografía escénica, y está desdramatizada de
forma constante por salidas de tono de un carácter satírico aunque edulcorado.
Aunque se da muy poco espacio a cualquier cuestión ideológica o política sobre
el espionaje, la articulación de sus novelas es abiertamente maniquea, y el
agente secreto británico está, en cualquier caso, del lado del bien, incluso en
las frecuentes exhibiciones ambiguas de violencia y sadomasoquismo. Las aventuras,
la ambientación y los personajes son fantásticos e improbables, pero a través
del uso de los detalles culturales y de objetos de la sociedad, logra dar la
ilusión de un realismo contemporáneo, engañoso e hiperlujoso, que en ocasiones
llega a proponer situaciones tecnológicas propias de la ciencia ficción.
El argumento de cualquiera de sus novelas es ilustrativo de
las características del conjunto. Sólo se vive dos veces (1964), por ejemplo,
se inicia con James Bond en un deplorable estado. Ha perdido por completo el
interés por la vida; bebe de una manera excesiva, no tiene ganas de trabajar y
pierde grandes cantidades en el juego. Pocas horas después de casarse, Tracy,
su hermosísima mujer, ha sido asesinada por Ernst Stavro Blofeld, su enemigo mortal.
Bond es incapaz de sacudirse su profundo estado de postración. Después de
muchas dudas, M., su jefe, decide concederle una última posibilidad y le confía
una misión aparentemente imposible en el Japón. Apenas llegado, Bond se pone en
contacto con Tanaka, jefe del servicio secreto japonés, que le cuenta una
extraña historia. Un tal doctor Shatterhand ha plantado en un antiguo castillo
un jardín botánico de inestimable valor, compuesto únicamente por plantas
venenosas, y poblado por reptiles, arañas y peces carnívoros. En poco tiempo,
este jardín se ha convertido en la meta preferida por los suicidas de todo el
Japón, creando enormes dificultades a las autoridades, que no pueden intervenir
oficialmente.
A cambio de la máquina descifradora objeto de la misión,
Tanaka le pide a Bond que penetre en el castillo para matar al doctor.
Hábilmente disfrazado de japonés, Bond parte para Fukuoka, donde se ha
establecido el doctor Shatterhand, pero cuando Tanaka le muestra una fotografía
del mismo, el agente, tras un momento de duda, reconoce a Blofeld. Pensando
únicamente en su venganza, Bond, acompañado por Kissy Suzuki, una graciosa
pescadora de perlas, espera en una pequeña isla el momento propicio para
penetrar en el castillo. Después de muchas peripecias, el agente consigue
introducirse en el refugio de Blofeld, matarlo y destruir el jardín de la
muerte. Tras huir de manera rocambolesca, herido en la cabeza y perdida la
memoria, Bond es salvado por Kissy, con la cual vivirá en la isla hasta el día
en que una palabra leída en un fragmento de periódico le proporcionará un
primer atisbo de recuerdo.
El agente 007 contra el Dr. No (1962) fue la primera película basada en las novelas de Ian Fleming
La traslación al cine de las novelas de Ian Fleming fue
tempranísima. Sus relatos contenían todos los ingredientes para satisfacer los
gustos del público y lograr altas cotas de popularidad; el cine no podía
permitirse perder la oportunidad de recrearlas. La productora británica Eon
compró los derechos de adaptación cinematográfica y puso de inmediato manos a
la obra. El 16 de enero de 1962, el director Terence Young inició en Jamaica
los trabajos de rodaje de El agente 007 contra el Dr. No, primera película del
mítico James Bond.
El "primer Bond" lanzó al estrellato cinematográfico
a dos actores que en este momento eran casi desconocidos: Sean Connery y Ursula
Andress. Sean Connery fue el primer actor que encarnó al agente del servicio
secreto británico de Su Majestad con licencia para matar; le seguirían, en las
sucesivas entregas de una serie que sigue creciendo cincuenta años después,
Roger Moore, Timothy Dalton, Pierce Brosnan y Daniel Craig, entre otros.
Connery entró en la historia como el James Bond por excelencia: tranquilo y
seguro de sí mismo, sofisticado, irónico, extremadamente atractivo y seductor y
amante de los placeres mundanos. Ursula Andress, que debutó en el cine con esta
película, se configuró como la primera chica Bond, mostrando una sensual
agresividad, sobre todo en la conocida secuencia en la que sale del mar
jamaicano con un escueto bikini blanco y un puñal sujeto a la cintura. Nacía
así un nuevo arquetipo de erotismo femenino, muy alejado de la elegancia
exigida a la vampiresa del pasado.
El agente 007 contra el Dr. No presentó ya todos los aspectos
que son el sello inconfundible de la serie: exóticos paisajes, efectos
especiales, violentas escenas de acción con espectaculares artilugios de
defensa y ataque, y, por supuesto, el atractivo físico del protagonista y de
sus compañeras femeninas. El adversario es un personaje tradicional en el
género: un malvado científico, repetido heredero del Dr. Mabuse que creó
Norbert Jacques y llevó al cine Fritz Lang. El esquema narrativo suele ser el
mismo para todas las películas de la serie: Bond se pasa dos tercios de la
historia intentando penetrar en la guarida del malo (comunistas, soviéticos,
orientales), y el tercio restante intentando escapar de ella, destruyendo de
paso al adversario, que siempre es alguien que intenta acabar con el mundo.
A continuación, una selección de temas de las Bandas de
Sonido de las películas de James Bond,
compuestas por John Barry y David Arnold, en la versión de la Orquesta de
Conciertos de la BBC, dirigida por Keith Lockhart.
Angela Isadora Duncan nació en San Francisco, California,
Estados Unidos, el 27 de mayo de 1878, y murió en Niza, Francia, el 14 de
septiembre de 1927. Bailarina y coreógrafa.
(San Francisco, 1878 - Niza, 1927) Bailarina norteamericana.
Hija de un matrimonio desunido y finalmente divorciado, su instinto la inclinó
hacia el baile desde niña. En su autobiografía, titulada Mi vida, escribió:
"Nací a la orilla del mar. Mi primera idea del movimiento y de la danza me
ha venido seguramente del ritmo de las olas..." A los diez años abandonó
la escuela para dedicarse a su pasión y a los diecisiete se dirigió a Nueva
York, donde se incorporó a la compañía de Agustin Daly.
Isadora Duncan
Al actor y empresario no acabaron de convencerlo los
experimentos e innovaciones que Isadora le proponía continuamente, deseosa de
llevar a la práctica un nuevo método de interpretar plásticamente poemas por
medio de la improvisación, que había concebido ya por aquel entonces.
Sintiéndose infeliz, la Duncan abandonó la compañía dos años más tarde y partió
con su familia hacia Inglaterra, donde se proponía estudiar los movimientos de
la danza antigua en los jarrones griegos del Museo Británico. Fue una época de
formación, de lecturas entusiastas y de ensayo de nuevas danzas; en busca,
sobre todo, de nuevos cauces para la expresión coreográfica y de sendas
alternativas para profundizar cada día más en su arte.
Los éxitos comenzaron a llegar de forma inmediata. Con un
estilo basado en la danza de la Antigua Grecia, dio una serie de recitales en
Londres que despertaron el entusiasmo hacia su persona. La prensa declaraba:
"En esta época actual de elaboración y artificialidad, el arte de la
señorita Duncan es como un soplo de aire puro procedente de la parte más alta
de una montaña poblada de pinos, refrescante como el ozono, bello y verdadero
como el cielo azul, natural y genuino. Es una imagen de belleza, alegría y
abandono, tal como debió ser cuando el mundo era joven y hombres y mujeres
bailaban al sol movidos por la simple felicidad de existir."
Efectivamente, Isadora Duncan afirmaba que el baile debía
ser una prolongación de los movimientos naturales del cuerpo, que ella
consideraba hermosos y bastante más bellos que los que efectuaban los
bailarines clásicos, a los que tildaba de forzados y antinaturales; por ello,
se negaba a constreñir los pies en las zapatillas de baile. Sentía una
admiración estética por la belleza del cuerpo humano, influida por los cánones
de las estatuas y pinturas de la Grecia clásica. Su método coreográfico era una
especie de filosofía basada en el convencimiento de que el baile ponía al
individuo en comunicación armónica con el ritmo intrínseco de la naturaleza y
los cuerpos celestes.
A partir de ese momento, Isadora no dejó de viajar,
reclamada por los mejores teatros de Europa. En París se imbuyó del espíritu de
los escultores Auguste Rodin y Antoine Bourdelle. Más tarde descubrió Italia y
el Renacimiento, y se embelesó con el leve y sutil Sandro Botticelli, cuya
influencia en su arte es palmaria a partir de aquellos años. Por fin, en 1902,
realizó uno de sus sueños: viajar a Grecia y peregrinar a las fuentes del arte
de Occidente. Cerca de Atenas, en la colina de Kopanos, comenzó a construir un
templo consagrado a la danza, pero los ingresos percibidos por sus giras se
revelaron insuficientes para cubrir los gastos y la empresa hubo de
abandonarse.
Con motivo de su primer viaje a San Petersburgo, en 1905, la
ya entonces famosa Isadora fue invitada por la no menos célebre bailarina rusa
Anna Pavlova a visitar su estudio. Allí tuvo el privilegio de contemplar a la
gran diva realizando sus ejercicios. La propia Isadora lo relata en sus
memorias: "Encontré a Pavlova de pie con su vestido de tul practicando en
la barra, sometiéndose a la gimnasia más rigurosa, mientras que un viejo
caballero con un violín marcaba el tiempo y la exhortaba a realizar mayores
esfuerzos; era el legendario maestro Petipa. Me senté y durante tres horas observé
tensa y perpleja los sorprendentes ejercicios de Pavlova, que parecía ser de
acero elástico. Su hermoso rostro adoptó las líneas severas del mártir. No paró
ni un solo instante. Todo su entrenamiento parecía estar destinado a separar
por completo la mente de los movimientos gimnásticos del cuerpo. La mente debía
alejarse de esa rigurosa disciplina muscular. Esto era justamente todo lo
contrario de las teorías sobre las que yo había fundado mi escuela un año
antes. Lo que yo pretendía es que mente y espíritu fuesen los motores del
cuerpo y lo elevasen sin esfuerzo aparente hacia la luz."
No debe sorprender este completo desacuerdo con las más
antiguas normas del ballet por parte de quien concebía la danza como un
sacerdocio, como una forma sublime de emoción espiritual y como una liturgia en
la que alma y cuerpo debían ser arrastrados por la música para transformarse en
puro arte.
Para Isadora, era el amor a la naturaleza y a la vida lo que
había de transmitirse a través del movimiento, siguiendo el ejemplo de las
nubes, el mar o las copas de los árboles mecidas por el viento. Enemiga del
ballet, al que consideraba un género falso y absurdo, manifestó que la danza
debe establecer una armonía calurosa entre los seres y la vida y no ser tan
sólo una diversión agradable y frívola. Danzaba descalza, con una simple túnica
griega de seda transparente sobre su cuerpo desnudo, como una sacerdotisa
pagana transportada por el ritmo. Hoy es considerada la iniciadora de la modern
dance norteamericana y su figura es evocada con fervor en todos los escenarios
del mundo.
Durante esos años, las más importantes ciudades europeas
pudieron extasiarse ante la nueva estrella, a la que llamaron "la
ninfa". En todos lados tuvo amigos pintores, poetas e intelectuales y
estuvo rodeada de admiradores que deseaban conocerla. Apasionada, bellísima y
maravillosa, ejercía un poder de seducción irresistible entre cuantos la
rodeaban. Se comenzó a asociar muchos nombres masculinos con el de Isadora, y
pronto nacería la leyenda de un maleficio que parecía emanar de su persona y
abatirse sobre todos los seres a los que entregaba su amor, un maleficio que
acabaría de forma terrible con su propia vida.
La primera "víctima" fue el polaco Iván Miroski,
consumido por unas fiebres malignas poco después de separarse de Isadora.
Luego, extraños percances y desapariciones salpicaron sus relaciones con sus
amantes, fuesen ocasionales o duraderos. En 1913, la oscura influencia se cebó
en sus propios hijos, Deirdre y Patrick, cuando Isadora estaba triunfando en
París.
Un día, agobiada por los ensayos, confió los niños a la
institutriz para que los llevara en automóvil a Versalles. Ella misma relata
que quizás tuvo un presagio del drama: "Al dejarlos en el coche, mi
Deirdre colocó los labios contra los cristales de la ventanilla; yo me incliné
y besé el vidrio en el sitio mismo donde ella tenía puesta la boca. Entonces,
el frío del cristal me produjo una rara impresión e hizo que me recorriese un
estremecimiento". Minutos después, el auto bordeaba el Sena y, al girar
para cruzar uno de sus puentes, los frenos no respondieron a la voluntad del
chófer.
El coche se precipitó en las oscuras aguas y los dos niños
perecieron ahogados. Isadora declaró: "Si esta desgracia hubiera ocurrido
antes, yo hubiese podido vencerla; si más tarde, no habría sido tan terrible,
pero en aquel momento, en plena madurez de mi vida, me aniquiló". En
efecto, la bailarina anuló todos sus compromisos y decidió interrumpir su
carrera, dedicándose por entero a la enseñanza y tratando de olvidar su
desgracia sumergiéndose en un trabajo agotador.
Varias veces pensó en quitarse la vida, pero siempre la
disuadió la idea de que otros niños, empezando por los alumnos de la escuela
que había creado en 1904, estaban necesitados de ella. Comenzó a participar en
campañas benéficas y trató de llevar sus enseñanzas a diferentes países, lo que
la condujo hasta Moscú en 1921, después de que el gobierno soviético mostrase
su interés por recibirla.
Con el inicio de nuevas peregrinaciones volvieron los
romances. En la Unión Soviética conoció a Serguei Esenin, poeta y cantor
oficial de la Revolución de 1917, y se entusiasmó con el ambiente pletórico de
ilusiones que se respiraba en el país y que Serguei encarnaba a la perfección.
Esenin se enamoró locamente de Isadora y consiguió que ésta renunciara a su
propósito, repetidamente afirmado, de no contraer matrimonio.
Pero su unión resultó catastrófica. Después de viajar por
Europa y Estados Unidos, Serguei se hundió en una profunda apatía originada por
una fase de infecundidad creativa que achacaba al hecho de vivir lejos de su
patria. Lo cierto es que cuando el matrimonio regresó a Moscú, el poeta
continuó en el mismo estado y se sumergió de forma imparable en la misantropía
y el alcoholismo.
Medio loco, su comportamiento empezó a ser escandaloso hasta
para la propia Isadora. Esenin acostumbraba a desaparecer dejando tras de sí un
rastro de botellas vacías y muebles rotos. La paciencia de "la ninfa"
llegó al límite. A finales de 1924, Isadora, ya divorciada, abandonó la Unión
Soviética. Un año más tarde supo, por la noticia publicada en los periódicos,
que su ex marido se había quitado la vida.
La aventura rusa de la Duncan no sólo terminó en fracaso
desde el punto de vista sentimental. Si bien al principio se había compenetrado
a la perfección con sus interlocutores, entusiasmados con la idea de poner en
marcha su Escuela de Danza Futura, más tarde esta iniciativa no fue bien
acogida por ciertos dirigentes soviéticos que ya empezaban a mostrar los
síntomas del anquilosamiento burocrático que luego sería proverbial en el
sistema comunista.
De regreso a Europa, tampoco los empresarios capitalistas
parecieron entusiasmarse con sus proyectos. Además, sus opiniones ateas, su
actitud favorable hacia la Revolución Rusa y su evidente aceptación del amor
libre no eran cualidades que la opinión pública occidental, a la defensiva
después de la eclosión comunista, valorase positivamente.
Isadora decidió volver a los escenarios y ofreció una serie
de recitales que resultaron un fracaso; el público fidelísimo que hasta la
muerte de sus hijos la había llevado en volandas comenzó a fallarle; las salas
la recibieron semivacías, silenciosas y heladas. Isadora se refugió en Niza,
donde terminó su autobiografía y preparó El arte de la danza, libro en el que
pretendía ofrecer una síntesis de sus enseñanzas.
Se encontraba absorbida por esta tarea cuando, el miércoles
14 de septiembre de 1927, decidió tomarse un respiro y dar un paseo en su
Bugatti. El dramático accidente tuvo lugar cuando el automóvil recorría veloz
la Promenade des Anglais: su largo chal rojo, el mismo que había agitado ante
la multitud que la esperaba a su regreso de la Unión Soviética, se enredó en
los radios de una de las ruedas posteriores del automóvil; Isadora no pudo
liberarse del abrazo homicida y murió estrangulada. Ni siquiera ella hubiera
podido imaginar un final más acorde con su existencia extravagante y romántica.
Esta es la única película que existe del baile de Isadora Duncan.
Se trata de unos segundos de metraje de un recital dado al
aire libre en un espacio abierto. Un grupo de hombres y mujeres se sientan y se
paran alrededor del espacio. Miran la actuación y aplauden al final.
Hay tres versiones de las imágenes aquí.
La primera es la versión completa de la película.
El segundo es solo una parte del metraje pero más claro.
El tercero es a cámara lenta, lo que da tiempo para observar
a Isadora más de cerca.
La música que he usado aquí es un vals de Johannes Brahms.