Julio Palencia Tubau nació en 1884 y murió el 25 de marzo 1952. Fue un diplomático español que, como Ministro de la Embajada de España en Sofía, Bulgaria, entre 1940 y 1943, denunció la legislación antisemita del gobierno búlgaro, que afectaba a 50.000 judíos, e intercedió ante Bulgaria y Alemania para proteger los derechos y bienes de 150 judíos sefardíes.
Se enfrentó sin éxito con las autoridades nazis para evitar la ejecución de Leon Arié, a cuyos hijos adoptó para que pudiesen salir del país y reencontrarse con su madre.
El embajador de Alemania en Sofía, entonces controlada por el régimen nazi y la Gestapo, calificó a Julio Palencia de "fanático antialemán" y "amigo de los judíos".
Julio Palencia y otros diplomáticos españoles que, como él,
ayudaron a los judíos a huir del Holocausto, fueron rescatados del olvido en el
año 2000, cuando el Ministerio de Asuntos Exteriores de España dedicó una
página web a su memoria denominada Diplomáticos españoles durante el
Holocausto.
Posteriormente, en 2007, fueron
homenajeados otra vez en una exposición titulada Visados para la libertad
organizada por la Casa Sefarad en Madrid.
Bajo el título "Salvadores del holocausto", el 3
de enero de 2010 la revista Magazine expresa su pesar por el olvido
histórico de la hazaña protagonizada por Julio Palencia durante la Segunda
Guerra Mundial:
Muy pocas personas en España y tan sólo algunas en Israel y
Argentina saben relacionar el nombre de Julio Palencia con uno de los actos
humanitarios más memorables de la Segunda Guerra Mundial. No se estudia en los
colegios españoles, y sólo dos o tres libros de historia recogen, a vuelapluma
y de refilón, retazos muy incompletos de su hazaña. Como si no tuviera
importancia. Como si lo que hizo Julio Palencia pudiera hacerlo cualquiera. Ha
sido posible reconstruir los extraordinarios hechos protagonizados por el
embajador Julio Palencia gracias a una investigación de la Fundación
Internacional Raoul Wallenberg, organización norteamericana dedicada a fomentar
los valores que animaron las gestas de los llamados Salvadores del Holocausto,
y a La Vanguardia, que rastreó en archivos de Londres y Washington y halló
documentos secretos reveladores sobre el comportamiento de don Julio. Una conducta
que la Fundación Raoul Wallenberg acaba de presentar ante Yad Vashem –la
institución oficial israelí en memoria de las víctimas del holocausto– con el
propósito de que otorgue a Julio Palencia el reconocimiento universal de Justo
entre las Naciones.
Eduardo Martín de Pozuelo en Magazine, 3 de enero de 2010.
Julio Palencia, Bernardo Rolland de Miota y Sebastián Romero
Radigales fueron propuestos en el año 2008 por la Fundación Internacional Raoul
Wallenberg para ser designados como "Justos entre las Naciones", distinción que
el Estado de Israel entrega a aquellas personas que, no siendo de confesión o
ascendencia judía, ayudaron a los judíos víctimas de la persecución antisemita
durante el Tercer Reich alemán.