Eduard Mörike nació en Ludwigsburg, Alemania, el 8 de septiembre de 1804 y murió en Stuttgart, Alemania, el 4 de junio de 1875. Escritor y poeta.
Luego de finalizar sus estudios de teología, trabajó durante
ocho años en diferentes lugares como vicario, hasta que en 1834 obtuvo un cargo
de pastor en la pequeña parroquia suaba de Cleversulzbach.
A los 39 años, con su salud quebrantada, se retiró anticipadamente,
y fue profesor de literatura en un colegio femenino en Stuttgart.
Sus hermosos poemas de amor y la alegre musicalidad de sus
versos contrastan con las condiciones externas de su vida y con sus relaciones
con las mujeres. Se mantuvo alejado de las discusiones de actualidad política.
Durante su tiempo de estudios en Tubinga inventó con un
amigo el país de ensueño Orplid, que era, como escribió después en El pintor
Nolten, “una esfera propia de poesía”, el sueño de la reconciliación entre la
realidad y la poesía. Algo de este sueño de la “ingenuidad” primigenia se
mantuvo en su poesía, aunque con la conciencia de que era trabajo de recuerdo.
En 1838 aparecieron reunidos por primera vez en un volumen
sus poemas, en parte ya aparecidos en revistas. El volumen fue ampliado varias
veces hasta su cuarta edición en 1867.
En su lírica con temática de la
naturaleza, preferentemente las transiciones de los momentos del día, convirtió
las imágenes de la naturaleza en movimiento, que simboliza también el
sentimiento del amor realizado o perdido. La naturaleza es personificada hasta
el punto de que en Una hora antes del día, una golondrina narra la infidelidad
del amado.
Robert Schumann, Johannes Brahms y Hugo Wolf compusieron
canciones con sus textos poéticos.
A continuación, recordamos a Eduard Mörike, con su poema Er
ist's.
Es ella
La primavera vuelve a dejar su cinta azul
revolotear por el aire;
fragancias dulces y familiares,
llenas de presagios rozan la tierra.
Las violetas ya sueñan,
quieren despuntar pronto.
– ¡Escucha a lo lejos el suave sonido de un arpa!
¡Primavera, sí, eres tú!
¡Es a ti a quien he oído!