Jessye Norman nació en Augusta, Georgia, Estados Unidos, el 15 de septiembre de 1945. Soprano.
Nació en el seno de una familia de músicos aficionados, estudió en la Escuela Elemental Charles T. Walker, el Instituto A.R. Johnson
Junior High School, y Lucy C. Laney Senior High School, en Augusta, y
posteriormente recibió una beca para la Universidad de Howard, donde se graduó
en 1967 con un título en música, y al año siguiente en la Universidad de
Michigan con un Masters Degree.
En 1969 ganó la Competición Musical
Internacional ARD en Múnich, y debutó como Elisabeth en la ópera Tannhäuser de Richard
Wagner en la Opera Estatal de Berlín. En los años siguientes actuó con varias
compañías de ópera, alemanas e italianas donde canto los roles de Aida, La
Africana de Giacomo Meyerbeer y óperas de Mozart y Haydn.
En 1973 regresó a los Estados Unidos para presentarse en
concierto en el Lincoln Center, y en 1983 hizo un sensacional debut en el
Metropolitan Opera House de New York en la ópera Les Troyens de Hector
Berlioz,en una producción que marcó la temporada del 100º aniversario de la
compañía.
En la década siguiente incorporó a su repertorio roles como
Sieglinde en La valquiria de Richard Wagner, Ariadne auf Naxos de Richard
Strauss, Madame Lidoine en Diálogos de carmelitas de Francis Poulenc, la Judith
de Barba Azul de Bela Bartok, Erwartung de Arnold Schönberg aunque nunca cantó
Tristán e Isolda en escena, su versión de la Muerte de amor, o Liebestod ha
sido un clásico en sus recitales con orquesta. Además de sus representaciones
en ópera, es una distinguida recitalista en Lieder y Negro Spirituals.
Jessye Norman colabora con otros artistas: estrenó el ciclo
de canciones woman.life.song de Judith Weir, una obra encargada para ella por
el Carnegie Hall, con textos de Toni Morrison, Maya Angelou y Clarissa Pinkola
Estés; interpretó una selección de música sacra de Duke Ellington; grabó un
álbum de jazz, Jessye Norman Sings Michel Legrand e intervino en el proyecto de
Vangelis titulado Mythodea, entre muchos otros.
En su carrera profesional fue distinguida con premios y
menciones honoríficas como en 1997 fue la personalidad más joven en recibir el
premio del Kennedy Center, en 1984 fue condecorada con la Legión de honor del
gobierno francés, en 2006 recibió el Lifetime Achievement Award de la Academia
Discográfica, y es Embajadora Honoraria de las Naciones Unidas.
A principios de 1990 su ciudad natal, le dedicó un anfiteatro junto al río, y el alcalde de Pasadena, California, instituyó el
22 de septiembre como Día de Jessye Norman.
También fue invitada para cantar en acontecimientos
públicos y ceremonias. Entre ellas, las inauguraciones presidenciales de 1985 y
1997, el 60º cumpleaños de la reina Isabel II, y la celebración del
bicentenario de la Revolución francesa, en la Place de la Concorde, en la que interpretó La Marsellesa, vestida con los colores de la bandera de Francia, obra del
diseñador Jean-Paul Goude, y en 2015 fue galardonada con el Premio Wolf.
Ha grabado Ariadne auf Naxos, Salomé, Penelope, Armida,
Antonia en Los cuentos de Hoffmann, el Requiem de Verdi, Dido, Santuzza, Elsa
de Lohengrin, Kundry de Parsifal, Leonora, la Condesa de Las bodas de Fígaro,
Judith de El castillo de Barba Azul de Béla Bartók, Carmen de Bizet y Siglinda
en Die Walküre.
En el campo sinfónico vocal se destacan sus grabaciones de lieder
con orquesta con obras de Gustav Mahler, Richard Strauss, Hector Berlioz,
Maurice Ravel, Alban Berg y Arnold Schoenberg.
Jessye Norman es una de las más admiradas cantantes de su
generación, y continúa la tradición iniciada por otras grandes intérpretes
afroamericanas como Marian Anderson, Leontyne Price, Shirley Verrett, Reri
Grist, Grace Bumbry y Martina Arroyo.
Jessye Norman es una soprano dramática, con graves de
mezzosoprano y majestuosa presencia escénica.
A continuación, celebramos el cumpleaños de Jessye Norman, con
Muerte de amor de Isolda, de la ópera Tristán e Isloda de Richard Wagner. Presentación
realizada en Salzburgo, junto a la Orquesta Filarmónica de Viena, dirigida por
Herbert von Karajan, en la que fue la última aparición del director al frente
de una orquesta.