Vincenzo Scaramuzza nació en Crotone, Italia, el 19 de junio de 1885 y murió en Buenos Aires, Argentina, el 24 de marzo de 1968. Pianista, compositor, pedagogo y maestro de piano.
Su padre, Francesco, un profesor de piano de renombre, le dio las primeras lecciones de piano y comenzó a actuar a los 7 años. Gracias a una beca,
entró en la Academia de Música de San Pietro a Maiella en Nápoles. Estudió con
los mejores maestros de la época, como Florestano Rossomandi, Alessandro Longo
y Beniamino Cesi. Luego de recibirse, inició su carrera como concertista de
piano en las más grandes ciudades italianas.
Su pasión fue la enseñanza, y luego de fracasar en su
intento en Italia, en 1907 se trasladó a la Argentina, e ingresó como profesor
en la Academia de Música de Santa Cecilia, de Buenos Aires. En 1912 fundó la Academia
de Música Scaramuzza, y reanudó su carrera como concertista de piano,
realizando presentaciones en la Argentina, en Europa y
Norteamérica. Pronto se hizo famoso como virtuoso del piano, y poseedor de
una técnica que le permitió un dominio completo del instrumento.
En 1923 ofreció sus últimos conciertos, sobre todo una
experiencia memorable en Berlín, donde interpretó las sonatas Op. 31 Nº2,
Op.106 y Op. 110 de Ludwig vanBeethoven, bajo los aplausos de Ferruccio Busoni,
y se dedicó de lleno a la enseñanza.
Perfeccionó su método
innovador para la enseñanza del piano, basado en un estudio preciso de la
anatomía del pianista, que le permitía una completa relajación de los músculos
y los tendones de las manos y los brazos.
Entre sus alumnos se destacan: Martha Argerich, Michèle
Boegner, Bruno Gelber, Carmen Piazzini, Daniel Levy, Mauricio Kagel, Fausto
Zadra, Alberto Portugheis, Enrique Barenboim, padre de Daniel Barenboim, María
Cristina Filoso, Susana Vincenti, Ana Laura Stampalia, Carmen Piazzini, Sylvia
Kersenbaum, Alberto Neuman, Perla Carmona, Concepción Rapisardi y Mónica
Stirpari entre otros. También enseñó a pianistas de tango como Arminda
Canteros, Osvaldo Pugliese, Horacio Salgán, Atilio Stampone y Orlando Goñi.
Como compositor dejó obras como Bosco Incantato, y Hamlet,
ambas obras de música de cámara y cuatro mazurcas compuestas para piano, y como
docente no dejó ningún registro de su sistema de enseñanza, pero una de sus
estudiantes, María Rosa Oubiña de Castro, lo recopiló a partir de notas que
tomó durante varios años, y fue publicado en 1973.
Vicente Scaramuzza está considerado como uno de los
fundadores de la tradición pianística argentina.
A continuación, recordamos a Vicente Scaramuzza, con Tres
Mazurkas, en la interpretación de Cristina Filoso, en el Teatro Colón de Buenos
Aires.