Rigoletto es un melodrama en tres actos con música de Giuseppe Verdi y libreto en italiano de Francesco Maria Piave, basado en la obra teatral Le Roi s'amuse, de Víctor Hugo. Fue estrenada el 11 de marzo de 1851 en el teatro La Fenice de Venecia, con un triunfo completo. Al día siguiente se cantaba por las calles el aria cínica del duque, "La donna è mobile".
Se trata de un drama de pasión, engaño, amor filial y
venganza que tiene como protagonista a Rigoletto, el bufón jorobado de la corte
del Ducado de Mantua.
A continuación, Rigoletto de Giuseppe Verdi en la versión de
Renato Bruson como Rigoletto; el papel de Gilda interpretado por Andrea Rost,
el Duque de Mantua cantado por Roberto Alagna; el rol de Sparafucile por Dimitri
Kavrakos, y el papel de Maddalena encarnado por Mariana Pentcheva, en los roles
principales, junto al Coro y la Orquesta del Teatro Alla Scala de Milán, todos
bajo la batuta de Riccardo Muti.
La acción se desarrolla en la ciudad de Mantua, Italia y sus alrededores, durante el siglo XVI.
Acto I
Escena 1: Salón en el palacio ducal
Se alza el telón y la escena se sitúa en un salón, en el
palacio del duque de Mantua, donde se está celebrando una fiesta. El duque
canta a una vida de placer con tantas mujeres como sea posible (Questa o quella
- "Esta mujer o aquella"). Se vanagloria de su nueva aventura de
conquista hacia una desconocida joven del pueblo, a la que ha visto en la
iglesia, pero él también desea seducir a la condesa de Ceprano, a la vista de
su marido. Rigoletto, el bufón jorobado del duque, se burla de los maridos de
las damas a las que el duque está prestando atención, y aconseja al duque que
se libre de ellos aprisionándolos o matándolos. Marullo comunica a los
cortesanos que el bufón Rigoletto oculta a una "amante", y los nobles
no se lo creen. Como casi toda la corte ha sido víctima de las burlas de
Rigoletto, todos quieren devolverle las ignominias. Posteriormente, Rigoletto
se burla del conde Monterone, otro a quien el Duque ha insultado a través de la
deshonra a su hija y que entra en escena reclamando venganza. El Duque manda
arrestarlo. Monterone es arrestado mientras proclama la famosa maledizione que
traerá la perdición a Rigoletto. La maldición aterroriza a Rigoletto.
Escena 2: Una calle, con el patio de la casa de Rigoletto
Rigoletto vuelve a casa preocupado por la maldición. Se le
acerca un extraño, Sparafucile, un asesino profesional que ofrece sus servicios
a Rigoletto. Rigoletto contempla las similitudes entre ellos dos (Pari siamo! -
"¡Somos parecidos!"); Sparafucile mata a los hombres con su espada, y
Rigoletto usa "una lengua de malicia" para apuñalar a sus víctimas.
Entra en la casa y allí encuentra a Gilda, su hija (a quien los cortesanos
habían tomado como su amante). Gilda vive escondida y resguardada por su padre.
Se saludan con afecto en el dúo Figlia!, Mio padre! - "¡Hija!"
"¡Padre mío!", que muestra la relación entre ambos: Rigoletto es un
padre cariñoso y temeroso de perder a su hija; Gilda es una niña ansiosa de
conocimiento, aunque respeta mucho a su padre. Rigoletto ha estado ocultando a
su hija del duque y el resto de la ciudad, y ella no conoce la ocupación de su
padre. Puesto que él la ha prohibido aparecer en público, ella no ha estado más
que en casa y en la iglesia y no conoce ni el nombre de su padre. Rigoletto
insiste en que Gilda no salga más que a misa y que la acompañe su doncella,
Giovanna.
Cuando Rigoletto se ha ido, el duque aparece y, escondido,
se entera de que Gilda es en realidad la hija de Rigoletto y que se siente
culpable por no haberle hablado a su padre del joven al que ha conocido en la
iglesia, pero que ella lo amará todavía más si fuera un estudiante y pobre.
Tras sobornar a Giovanna, el duque logra entrar en el jardín de la casa de
Rigoletto y le declara su amor. El duque miente a Gilda sobre su identidad
diciendo que es un estudiante (E il sol dell'anima - "El amor es el sol
del alma"). Cuando ella le pregunta su nombre, él dubitativo se llama a si
mismo Gualtier Maldé. Afuera se oyen las voces de Ceprano y Borsa que planean
el rapto de la supuesta amante de Rigoletto y Gilda tema que sea su padre de
vuelta. Echa al duque después de intercambiar rápidamente votos de amor (Addio,
addio - "Adiós, adiós"). El duque se marcha y Gilda se queda sola
meditando por su amor por el duque, a quien cree un estudiante (Gualtier Maldè!
... Caro nome - "Querido nombre").
Más tarde, en la oscuridad de la noche los hostiles
cortesanos se encuentran con Rigoletto en la parte de afuera de la tapia del
jardín. Creen que Gilda es la amante de Rigoletto, se preparan para raptar a la
indefensa muchacha. Convencen a Rigoletto de que están preparando el rapto de
la esposa de Ceprano, le tapan los ojos y lo usan para ayudarlos con el rapto.
Están todos enmascarados y Rigoletto ayuda, sin percatarse que está ayudando a
raptar a su propia hija Gilda. Cuando Rigoletto se da cuenta ya es demasiado
tarde. Lleno de angustia, se derrumba, recordando «Ah, la maledizione!».
Acto II
El palacio del duque
El duque está preocupado porque Gilda ha desaparecido (Ella
mi fu rapita! - "¡Me la han robado!" y Parmi vedar le lacrime -
"Me parece ver las lágrimas"-. Entran los cortesanos y ofrecen al
duque la supuesta amante de Rigoletto. El duque se da cuenta de que se trata de
Gilda y va en su busca (Possente amor mi chiama - "El poderoso amor me
llama"). Encantados por la extraña excitación del duque, los cortesanos
ahora se divierten a costa de Rigoletto, quien entra cantando. Intenta
descubrir dónde está Gilda pretendiendo que no le importa, pues lo que más teme
es que haya caído en manos del duque. Finalmente, admite que de hecho está
buscando a su hija y pide a los cortesanos que se la devuelvan; los cortesanos
la niegan y el bufón encolerizado y desesperado dirige su Cortigiani, vil razza
dannata - Raza maldita de cortesanos". Los hombres golpean a Rigoletto
después de intentar entrar en la habitación donde retienen a Gilda. Entra en
escena Gilda quien ruega a su padre que despida a toda esa gente. Los hombres
se marchan de la habitación creyendo que Rigoletto se ha vuelto loco. Gilda
descubre a su padre lo que le viene pasando desde hace algún tiempo: que se ha
enamorado de un joven a quien veía todos los domingos en la iglesia, que la ha
cortejado diciéndole que era un pobre estudiante (Tutte le feste al tempio -
"Todos los días festivos"), y que al ser raptada ha descubierto que
en realidad se trataba del duque. Rigoletto planea vengarse del duque, mientras
su hija pide que le perdone (dúo: Sì! Vendetta, tremenda vendetta! - "¡Sí!
¡Venganza, terrible venganza!").
Acto III
Una calle afuera de la casa de Sparafucile
A orillas de un río, se ve parte de la casa de Sparafucile,
con dos habitaciones abiertas para que el público lo vea. Es de noche.
Rigoletto ha encargado a Sparafucile asesinar al duque, pero antes debe
desengañar a Gilda mostrando su comportamiento licencioso. Rigoletto y Gilda,
que aún ama al duque, llegan al exterior. Se puede oír la voz del duque
cantando la famosa aria La donna è mobile, hablando de la infidelidad y la
naturaleza voluble de las mujeres. Rigoletto hace que Gilda se dé cuenta de que
es el duque quien está en casa del asesino y que intenta seducir a la hermana
de Sparafucile, Maddalena (Bella figlia dell'amore - "Hermosa hija del
amor"). Entra en escena Maddalena, hermana y cómplice de Sparafucile,
quien coquetea con el duque y éste sucumbe a sus encantos fácilmente. Rigoletto
llega a un acuerdo con el asesino, que está dispuesto a matar a su huésped por
dinero, y le ofrece 20 escudos por matar al duque. Rigoletto ordena a Gilda que
se vaya a casa, coja dinero y vestida de hombre huya hacia Verona y afirma que
él planea seguirla más tarde. El asesino y el bufón deciden que tras su muerte,
el cuerpo del duque será puesto en un saco y arrojado al río.
Cuando cae la noche, se desencadena una tormenta y el duque
decide pasar la noche en la posada. Sparafucile le asigna alojamiento en la
planta baja.
Gilda, que aún ama al duque a pesar de saber que es desleal,
regresa vestida de hombre. Oye a Maddalena intentando convencer a su hermano de
que no lo asesine a él, sino al bufón. Sparafucile no puede asesinar a un cliente,
amén de mostrar su preocupación por los diez escudos que aún le debe Rigoletto
por terminar con el encargo, pero promete cambiarlo por el primer hombre que se
presente en la taberna, si esto ocurre antes de la medianoche. Gilda decide
sacrificarse para salvar al hombre del que se ha enamorado. Entra en la taberna
pidiendo asilo, haciéndose pasar por un mendigo. De inmediato, Sparafucile la
alcanza con su puñal, cae herida mortalmente.
A media noche, acaba la tormenta y Rigoletto entra en escena
con el dinero. Sparafucile le entrega el saco con el supuesto cuerpo del duque
y se regocija en su triunfo. Cuando se dispone a arrojarlo al río, con piedras
para que se hunda, oye la voz del duque desde el interior de la posada La donna
è mobile. Horrorizado, abre el saco y, para su desesperación, descubre a su
hija agonizante. Por un momento, ella revive y está contenta de morir en lugar
de su amado (V'ho ingannato - "Padre, te he engañado"). Ella muere en
sus brazos. La escena termina con el lamento desgarrador de Rigoletto en que
recuerda la maledizione de Monterone.