Francisco José Debali nació en Kajántó, entonces Reino de Hungría, el 26 de julio de 1791, y murió en Montevideo, República Oriental del Uruguay, el 13 de enero de 1859. Compositor.
El sitio www.academiadeletras.gub.uy
publicó este recordatorio.
Francisco José Debali
En LA MÚSICA EN EL URUGUAY, de 1953, Lauro Ayestarán
concluyó que Debali fue el compositor de la música del Himno Nacional. Afirmó,
además, que la composición no es plagio de la ópera ‘Lucrecia Borgia' de
Donizetti, si bien está bajo la influencia operística italiana del siglo XIX,
al igual que muchos himnos americanos.
Ferenc Jozsef Debaly nació en el imperio austríaco (Reino de
Hungría). Actuó como oboísta en las bandas militares de su país natal y en
Italia. Fue maestro de capilla, primer clarinete -era un virtuoso de este
instrumento- y músico mayor en diferentes lugares. En Italia se casó con una
genovesa, Magdalena Bagnasco. Con ella tuvo varios hijos, entre ellos José
Debali, uruguayo, también músico, radicado luego en Paysandú, que escribiera
una biografía de su padre.
Inicialmente se iba a establecer en Brasil pero, debido a la
fiebre amarilla, finalmente lo hizo en Montevideo en 1838, cuando ya era un
compositor de vasta obra. Casi de inmediato fue nombrado músico mayor de la
Escolta Presidencial de Rivera, asistiendo en calidad de tal a la batalla de
Cagancha, contra la invasión de las fuerzas rosistas comandadas por Echague. El
segundo cuadro de la Fantasía ‘Batalla de Cagancha', escrita antes del himno,
guarda parentesco con la instrumentación del mismo. Se desempeñó al frente de
la orquesta de la Casa de Comedias -primera sala teatral de Montevideo- a la
vez que fue maestro de bandas y músico mayor de la Legión Francesa. En 1856
tocó el fagot en la noche de la inauguración del Teatro Solís.
El Himno Nacional, que surgiera de los versos de Acuña de
Figueroa en 1833, reformados posteriormente por él mismo y aprobados por el
Gobierno de la Defensa en 1845, se cantaba según partituras de diferentes
músicos (Sáenz, Smilzi, Barros y Casale). Pero ninguna de ellas prendió en la
población. Se sostiene que Debali fue asesorado por Fernando Quijano -militar a
quien había conocido en el ejército, hombre de teatro, pianista, cantante,
bailarín, tramoyista, entre otras actividades- y esa versión arraigó en la
gente. De acuerdo a nuestro primer musicólogo, la música del himno tiene una
complejidad armónica producto de un dominio musical y una sólida formación
académica, propia de Debali y no de Quijano. El gobierno la oficializó, en
1848, pero figuraba como autor Fernando Quijano. Recién en 1855 Debali elevó
una carta, dictada a un tercero -traspapelada por años con otros escritos y
encontrada por el Profesor Hugo Balzo- reclamando la autoría. En ella explicó
el papel de Quijano en la composición y puso al propio Quijano como testigo,
así como a Acuña de Figueroa, quien le había solicitado la música original pues
circulaban copias adulteradas. Debali habría tenido que luchar hasta con
dificultades idiomáticas, por lo cual todo quedó sin modificarse hasta que se impuso
la revisión histórica. El 20 de mayo de 1938 un decreto aprobó los arreglos
musicales del himno incorporados por los compositores Gerardo Grasso y Benone
Calcavecchia.
Debali escribió 143 obras de variados estilos, custodiadas
en el Museo Histórico Nacional. A su muerte, su hijo trasladó las partituras a
Paysandú. Ese archivo ofició de trinchera durante el sitio de la ciudad.
Algunas de sus partituras lucen manchas de sangre e impactos de bala.
Desde 1979, por resolución gubernamental, se otorgó la autoría
del himno a Debali. A pesar de todo lo anterior, el debate entre quijanistas y
debalistas sigue abierto.
A continuación, lo recordamos en el día de du nacimiento,
con La Batalla de Cagancha, en la interpretación de María Teresa Chenlo.