Las bodas de Fígaro KV 492, título original en italiano, Le nozze di Figaro, es una ópera bufa en cuatro actos con música de Wolfgang Amadeus Mozart y libreto en italiano de Lorenzo da Ponte, basado en la pieza de Pierre Augustin Caron de Beaumarchais, Le mariage de Figaro. Fue compuesta entre 1785 y 1786 y estrenada en Viena el 1 de mayo de 1786, bajo la dirección del mismo compositor.
El Emperador José II de Habsburgo concedió la licencia para
representarla como ópera, a pesar de estar prohibida como obra de teatro. Da
Ponte y Mozart redujeron a cuatro los cinco actos del original y transformaron
la historia, evitando las alusiones sociales y políticas que podían ser
problemáticas; en su lugar, profundizaron en la caracterización de los
personajes.
Las bodas de Fígaro, está considerada como una de las
mejores creaciones de Mozart y una de las óperas más importantes de la historia
de la música. A pesar de recibir muchas críticas en su época, logró grandes
éxitos en sus representaciones. Las bodas de Fígaro es una de las óperas más
destacadas del repertorio operístico estándar y es una de las óperas más
representadas en todo el mundo.
A continuación, Las Bodas de Fígaro KV 492, con música de
Wolfgang Amadeus Mozart, y libreto en italiano de Lorenzo Daponte, en la
versión de Bryn Terfel como Figaro, el papel de Susana cantado por Alison
Hagley, Rodney Gilfry es El Conde de Almaviva, La Condesa interpretada por
Hillevi Martinpelto, el papel de Querubino cantado por Pamela Helen Stephen,
Marcellina es Susan Mc Culloch y Carlos Feller como Don Bártolo, Junto al Coro
Monteverdi, y Los Solistas Barrocos, dirigidos por John Eliot Gardiner.
Producción del Théatre du Chatelet, en Paris, en 1993.
La acción se desarrolla en el palacio del Conde y la Condesa
Almaviva, en las cercanías de Sevilla, España, a fines del siglo XVIII.
Acto I
Susanna y Fígaro están preparando su boda (Duettino: Cinque,
dieci...), y él arregla la habitación que el conde les ha regalado para
quedarse con Susanna pero Fígaro cree que es porque él le consiguió a Rosina
hace muchos (Duettino con recitativo: Se a caso madama la notte ti chiama),
ella se encuentra perturbada: el Conde quiere tomar a Susanna antes que su
esposo volviendo a un derecho que él mismo abolió, y se lo ha hecho saber por
medio del maestro de música, Don Basilio. Así se inicia la acción: Fígaro
decide ponerse en guardia contra el Conde de Almaviva (Cavatina: Se vuol
ballare signor Contino), que es la parte más importante de la opera, de quien
fuera cómplice para conquistar a Rosina, ahora Condesa de Almaviva. Mientras
tanto Marcellina, el ama de llaves del palacio, y Don Bartolo, el doctor en
leyes, planean casar a la dama con Fígaro, en cumplimiento a un contrato hecho
tiempo atrás. Él la ayudará, como venganza por su Rosina perdida (Aria: La
vendetta). Luego ambos enfrentan a Susanna, saliendo Marcellina herida en su
orgullo: su edad era mucho mayor que la de Susana (Duetto: Via resti servita).
Aparece luego el paje Cherubino, quien está huyendo del Conde de Almaviva, el cual
quiere castigarlo por haber hallado al paje con una de sus vasallas favoritas,
Barbarina, y es perseguido por Don Basilio. Le cuenta a Susanna su confusión
amorosa (Aria: Non so più cosa son cosa faccio). Entra el Conde de Almaviva,
quien le da una moneda a Susanna pero luego escuchan una voz que es Don
Basilio, el maestro de música, quien enreda la situación al revelar que el Paje
mira a la Condesa en una forma especial. El conde de Almaviva, que se había
escondido, sale enfurecido, y decide desterrar a Cherubino (Trío: Cosa sento!).
El Conde de Almaviva explica lo de Barbarina y el paje, y al mostrar cómo lo
encontró, lo descubre ahora escondido en la cama que les dio el Conde de
Almaviva a Susanna y a Figaro. El Conde de Almaviva le dice a Don Basilio que
le avise a Fígaro, pero Susanna amenaza con mostrar la moneda de oro que el
conde de Almaviva le dio en su oferta amorosa y entonces el Conde de Almaviva
le dice a don Basilio que no vaya. Entra Fígaro con el velo de Susanna en la
mano y con los jóvenes del pueblo a pedir permiso para su boda (Coro: Giovani
liete), el conde de Almaviva posterga la boda de mala gana y manda a Cherubino
a Sevilla, y le dice a Cherubino que abrace a Susanna antes de irse y entonces
Cherubino la abraza pero Figaro le dice que él tiene algo que decir antes de
que se vaya (Non più andrai farfallone amoroso) y el acto termina mientras
Susanna le enseña la moneda a Fígaro.
Acto II
La condesa lamenta las infidelidades de su esposo, Porgi,
amor, qualche ristoro (Dame, amor, algún remedio). Llega Susanna y le dice que
le cuente lo que ha pasado. La condesa le dice a Susanna que vaya por Fígaro.
Fígaro sugiere que vistan a Cherubino de chica para burlar al conde, y la
condesa le pregunta a Susanna que qué le parece; Susanna le responde que no
está mal. Sale Fígaro por Cherubino, quien está vestido de oficial. A
instancias de Susana canta a la condesa su amor, Voi che sapete che cosa è amor
(Vos que sabéis qué es el amor). La condesa y Susanna le disfrazan de mujer, y
citan al conde a una entrevista con Susanna, a la que en realidad asistirá
Cherubino, Susanna ve que Cherubino trae una venda en el brazo y la condesa de
Almaviva le pregunta que qué ha pasado. Luego Susanna se va probar su vestido
de boda a su cuarto y después de que ella se va aparece el conde de Almaviva, y
Cherubino se tiene que encerrar en una habitación. El conde de Almaviva
pregunta a la condesa de Almaviva con quien hablaba y ésta le dice que era
Susanna que se fue a probar su vestido de boda a su cuarto. La condesa y el
conde escuchan un ruido que Cherubino hizo y el conde intenta derribar la
puerta. Mientras, Susanna, también escondida, aprovecha que el conde y la
condesa se ausentan en busca de una llave maestra, ayuda a salir de la
habitación a Cherubino que se lanza por la ventana rompiendo una maceta del
jardinero Antonio y Susanna se pone en el lugar de Cherubino. Finalmente, la
condesa confiesa al conde que es Cherubino quien está ahí, pero al abrir la
puerta, aparece Susanna, y tanto la condesa como el conde se quedan muy
sorprendidos. Entonces, la condesa, reponiéndose, le dice que fue una artimaña
para poner celoso al conde pero ahora la condesa de Almaviva esta sentimental y
el conde de Almaviva le dice a Susanna que lo ayude a calmarla y luego ya se
calma. Entra Fígaro buscando a Susanna, la condesa y al conde para ir a
celebrar la boda pero el conde le pide paciencia, ya que quiere interrogarle.
Entra el jardinero, Antonio, quejándose de que alguien rompió sus macetas al
saltar de una ventana. Fígaro dice que fue él el que saltó pero el conde le
dice que por qué salto y figaro le dice que porque se asustó y el conde le dice
que por que´se asustó y figaro le dice que porque estaba esperando a Susanna
pero escucho un ruido y se asustó y salto y se lastimó el pie, pero Antonio
muestra un papel que perdió el que saltó por la ventana, que resulta ser las
credenciales de Cherubino como oficial. Fígaro dice que Cherubino se lo había
dado porque faltaba un sello, pero el conde no queda convencido con la explicación.
En ese mismo momento, aparece Don Bartolo, Marcellina y don Basilio de nuevo,
que reclaman al conde el cumplimiento de su demanda: la boda de la señora con
Fígaro.
Acto III
El conde reflexiona sobre la situación confundido por los
eventos precedentes ("Che imbarazzo è mai questo"). Incitada por la
condesa, Susanna entra en escena y acuerda ver al conde más tarde esa noche,
aunque en realidad es la misma condesa la que planea encontrarse con el conde
disfrazada de Susana. Cuando Susana sale, el conde la escucha decir a Fígaro
que ya ha ganado el caso (Hai giá vinta la causa). Dándose cuenta de que ha
sido engañado, decide vengarse de Fígaro haciéndole casarse con Marcelina o pagar
una gran cantidad de dinero.
El notario Don Curzio exige a Fígaro el cumplimiento del
contrato con Marcellina (É decisa la lite), o pagarle una gran suma de dinero,
pero como éste no tiene, le obliga a casarse con ella. Fígaro se excusa
diciendo que él es de familia noble, y que no puede casarse sin una
autorización de sus padres desconocidos, porque le robaron de pequeño unos
bandidos, y los espera encontrar en 10 años. Como prueba de esta nobleza, dice
que tiene una señal en su brazo, que Marcelina y don Bartolo reconocen.
Marcelina dice que Fígaro es su hijo, que desapareció al poco de nacer, y que
don Bartolo es su padre y que figaro se llama rafaelo, pero figaro se puso
figaro porque él no sabía que se llamaba rafaelo, así que ya no tiene que casarse
con ella ("Riconosci in questo amplesso"). Cuando llega Susanna, y ve
abrazados a Marcellina y Fígaro, le golpea en la cara, y Marcelina, junto con
todos los demás, le explican la nueva situación.
La Condesa dicta a Susana una carta para el Conde de almaviva,
para confundir a su marido ("Canzoneta sull'aria"). llegan al
escritorio del conde de almaviva y la condesa de almaviva le da un alfier a
susanna para que cierre la carta y le dice que le ponga atrás de la carta que
tiene que ser devuelto el alfiler, mientras, entran un grupo de campesinas para
ofrecerle flores a la Condesa de almaviva, entre las que se encuentra Cherubino
vestido de mujer pero a la condesa y a susanna se les hace conocido cherubino y
entonces la condesa le pregunta a barbarina, que también le está ofreciendo
flores, que quien es cherubino y barbarina le dice que es su prima que vino a
la boda de susanna y figaro. Antonio, el jardinero, y el Conde descubren a
cherubino. Luego llega figaro por las damas para la boda y por susanna, pero el
conde de almaviva le dice a figaro que si va a bailar con el tobillo lastimado
y figaro le dice que si que ya casi no le duele y luego el jardinero le enseña
a cherubino.
Se celebra la boda entre Fígaro y Susanna y entre Don
Bartolo y Marcelina, y durante el baile, Susana pasa al conde de almaviva la
nota que escribió dictada por la Condesa de almaviva, fijando una cita para esa
noche y cuando el conde de almaviva está abriendo la carta se pica con el
alfiler, y luego le dice a barbarina que le devuelva el alfiler a la bella
susanna pero luego el jardinero le pega a barbarina y entonces barbarina pierde
el alfiler. La aguja con la que está prendida la carta, debe ser devuelta, en
señal de conformidad. El plan es que esa noche no se encuentre con Susanna o
con Cherubino, sino que se encuentre con la Condesa de almaviva, así que ésta
intercambia su ropa con Susanna.
Acto IV
Fígaro sorprende a Barbarina buscando la aguja que sellaba
la carta, ya que el Conde de almaviva se la había dado a Barbarina para que se
la diera a Susanna, y ésta la había perdido. Fígaro entonces sabe, por
Barbarina, que Susanna se ha citado con el Conde porque barbarina le dijo a
figaro que el conde le dijo a que le devolviera el alfiler a la bella susanna,
pero ignora el plan. Enfadado, invita a don Bartolo y a don Basilio a ser
testigos de esa cita (Recitativo ed Aria: "Tutto è disposto). Llegan la
Condesa y Susana, con los trajes intercambiados, y se produce un encuentro
complicado:
Cherubino, que había quedado con Barbarina, ve a la Condesa,
que iba disfrazada de Susanna, e intenta besarla, pero en ese momento llega el
Conde, y es él quien recibe el beso. Éste le responde con un bofetón, que
recibe Fígaro, que se había acercado para ver qué pasaba. Cuando Cherubino y Fígaro
se van ("Partito é al fin l'audace"), el Conde comienza a seducir a
la Condesa, pensando siempre que es Susana, lo que enfurece a Fígaro, quien
lanza un grito y asusta al Conde. Él y su esposa disfrazada salen hacia el
bosque, dejando a Fígaro desolado. De repente aparece Susana, y Fígaro piensa
que es la Condesa. Para vengarse del Conde, Fígaro comienza a cortejarla, aun
cuando la reconoce por su voz, ("la volpe vuol sorprendermi") lo que
hace que Susanna se enfurezca, ya que no se dio cuenta que había sido
reconocida por su esposo, Fígaro. Cuando se da cuenta ("pace, pace, mio
dolce tesoro"), la pareja se abraza y figaro le pone el zapato a susanna.
Escuchan la voz del Conde, que entra buscando a Susana. Fígaro y Susana deciden
entonces continuar con el plan de engañar al Conde, y Fígaro comienza a
cortejar a la Condesa falsa, lo que enfurece al Conde, que confunde a Susanna
con la Condesa. Llama auxilio (Finale: "Gente, gente, all'armi,
all'armi") y aparecen don Bartolo y don Basilio, junto con Antonio y
Marcellina. Todos juntos pide perdón al Conde, pero él se niega, hasta que
aparece la Condesa, dejando a todos muy sorprendidos. El conde pide perdón a su
esposa, por sus sospechas y por su mala conducta. La Condesa le perdona y acaba
el acto con una alegre fiesta.