Serguéi Pávlovich Diáguilev nació en Sélischi, gobernación de Nóvgorod, Rusia, el 31 de marzo de 1872, y murió en Venecia, Italia, el 19 de agosto de 1929. Empresario.
El sitio www.biografiasyvidas.com
publicó este recordatorio.
Sergei Diaghilev
(Serge, Serguei o Sergei Pavlovich Diaghilev o Diaguilev;
Gruzino, Rusia, 1872 - Venecia, 1929) Empresario, director artístico y crítico
de arte ruso, uno de los nombres clave en la renovación experimentada por el
ballet en el transcurso del siglo XX. A él se debe la fundación, en 1909, en
París, de los Ballets Rusos, compañía que aglutinó a los mejores coreógrafos,
bailarines, compositores y pintores del momento.
Los Ballets Rusos hacían realidad las ideas del bailarín y coreógrafo ruso Michel Fokine acerca del ballet, entendido como el arte que integraba la música, la danza, el teatro y la pintura. Cuando en 1909 Diaghilev lo invitó a formar parte de la compañía como coreógrafo principal, Fokine pudo llevar a la práctica su punto de vista, que rechazaba la mímica convencional y abogaba por la integración de la danza, la música, el argumento, la escenografía y el vestuario en una sola unidad.
Diaghilev, por su parte, tenía un don especial y muy eficaz
a la hora de encajar en un equipo a personas de talento y de estimular sus capacidades
creativas. La nómina de artistas que acudieron a su llamado es impresionante:
los compositores Claude Debussy, Manuel de Falla, Serguéi Prokofiev, Maurice
Ravel, Erik Satie, Francis Poulenc, Igor Stravinsky y Richard Strauss; los
coreógrafos y bailarines George Balanchine, Leonide Massine, Serge Lifar,
Vaslav Nijinsky, Anna Pavlova, Tamara Karsavina y Bronislava Nijinska; y los
pintores Léon Bakst, Alexandre Benois, Georges Braque, André Derain, Henri
Matisse, Joan Miró y Pablo Picasso, entre otros.
La unión de tantos y tan dotados artistas en un proyecto
común sirvió de catalizador del vertiginoso desarrollo de las artes a
principios del siglo XX. El gran éxito de sus espectáculos, no exento de
escándalo por su estética revolucionaria y antiacadémica, renovó por completo
el mundo de la danza clásica al aunar en un mismo espectáculo composiciones
musicales, coreografías y formas artísticas de vanguardia.
La labor de Sergei Diaghilev supuso además el descubrimiento
y la confirmación de diversos artistas jóvenes. Especialmente intensa fue su
relación con Igor Stravinsky, cuya colaboración con Diaghilev dio como fruto
algunas de las obras paradigmáticas del repertorio musical contemporáneo, como
El pájaro de fuego, Petrushka, La consagración de la primavera y Pulcinella.
Ejemplo memorable de esta conjunción de talentos innovadores fue la primera
representación, el 29 de mayo de 1913, de La consagración de la primavera en el
teatro de los Campos Elíseos de París.
El estreno de esta obra de Stravinsky, puesta en escena por
los Ballets Rusos de Diaghilev, constituye aún hoy el mayor escándalo en la
historia de la música por lo inaudito en aquella época de sus ritmos y
sonoridades. A las escalas disonantes, las extrañas combinaciones
instrumentales y los rápidos cambios de tempo, que causaron gran tensión entre
el público, se sumó la exótica coreografía del bailarín ruso Vaslav Nijinsky y
los extraños decorados y vestuario de Nikolái Roerich. El ballet era una danza frenética
de acción salvaje y furor desenfrenado, donde se exaltaba el rito de la
fecundidad de la tierra y se sublimaba la unión del hombre con la naturaleza. A
pesar de que en su primera noche en Londres, en julio de este mismo año, la
obra fue mejor recibida, el rechazo de un sector de la crítica siguió siendo
feroz. "No tiene ninguna relación con lo que nosotros llamamos
música", escribió un crítico.
A continuación, lo recordamos en el día de su nacimiento,
con el Ballet Petrushka, de Igor Stravinsky, con coreografía de Michael Fokine,
en la versión de Andris Liepa, Petrushka; Tatiana Beletskaya, bailarina; Gennady
Taranda, Blackamore; Sergey Petukhov, mago; Vitaly Breusenko, diablo; el Ballet
del Teatro Bolshoi, y la Orquesta del Teatro Académico Estatal de Bolshoi,
dirigida por Andrey Chistiakov.