miércoles, 18 de septiembre de 2024

Alberto Franchetti


Alberto Franchetti nació en Turín, Italia, el 18 de septiembre de 1860, y murió en Viareggio, Italia, el 4 de agosto de 1942. Compositor.

El sitio www.historia-biografia.com publicó este recordatorio.

Biografía de Alberto Franchetti

Alberto Franchetti (18 de septiembre de 1860 – 4 de agosto de 1942), compositor de ópera. Nació en Turín, Viareggio, Italia. Su padre el baron Raimondo Franchetti, un judío de condición noble, que se ganó la vida por trabajos independientes relacionados al comercio. Alberto fue enviado por orden de su padre a Venecia para estudiar. Aquí desarrolló un gusto inexplicable por las artes, específicamente por la ópera. Luego se trasladó a la ciudad alemana de Dresde, en compañía de Felix Draeseke, y finalmente entró al Conservatorio de Múnich.

Alberto Franchetti hizo parte de la escuela verista, fue un movimiento cultural que tuvo mayor influjo en el ámbito literario, pero de todos modos hizo mella en la ópera. Este movimiento se desarrolló en Italia en el último cuarto de siglo del XIX bajo la influencia de naturalistas franceses como: Balzac, Zola, y Flaubert. El verismo musical nació en Italia cuando Franchetti tenía unos 30 años, la primera representación que escuchó de este movimiento fue la de Cavallería Rusticana de Pietro Mascagni. A partir de esta ópera Alberto se inspira y queda enamorado. Con el paso del tiempo, Franchetti ha sido representante del verismo musical, al igual que, Leoncavallo, Cilea, Giordano, y Puccini. A este grupo de compositores junto a Mascagni se les conoció como la Giovane scuola italiana, la joven escuela italiana.

Antes de conocer el verismo musical, Alberto Franchetti había lanzado, con el total financiamiento de su padre, un gran éxito en 1888 con su ópera Asrael. La primera presentación fue llevada a cabo en el Teatro Municipal de Reggio Emilia el 11 de febrero del año en mención. Ahora bien, Asrael fue una obra que representó la purga entre ángeles y demonios. Su estilo lírico estaba inspirado en el wagnerianismo y meyerbeerismo. Cabe resaltar que mostró mayor influencia por la segunda tendencia, representada por Giacomo Meyerbeer, este compositor prusiano tuvo gran popularidad entre el público parisino, su obra más popular y muy admirada por Alberto fue Los Hugonotes.

Alberto admiró la capacidad de Meyerbeer para producir Los Hugonotes que hace parte de la Grand Opéra, un subgénero de la ópera francesa caracterizado por sus temas históricos, orquesta inmensa, abundancia de personajes, escenografías complejas, vestuarios suntuosos y efectos escénicos espectaculares. Alberto fue catalogado como el «Meyerbeer de la Italia moderna», debido a que Asrael tenía unos efectos teatrales calificados como fantasmagóricos y novedosos, con un manejo admirable de una gran orquesta, además de la gran habilidad de Alberto para escenificar el Cielo y el Infierno gracias a complejas y perfectas escenografías, tomadas de la Grand Opéra de Meyerbeer.

En el año de 1890, Verdi recomienda a Alberto para componer una ópera con el fin de conmemorar el IV centenario del Descubrimiento de América y la hazaña del navegante Cristóbal Colón, que se celebraría dos años más tarde. Aceptada la sugerencia, Alberto creó el drama lirico llamado Cristoforo Colombo, este se dividía en 4 actos y un epílogo escrito por Luigi Illica, fue presentado por primera vez en el Teatro Carlo Felice de Génova, el 6 de octubre de 1892.

Posteriormente, presenta en el Teatro de La Scala de Milán, Fior d’Alpe, una ópera de 3 actos con libreto de Leo de Castelnuovo, mejor conocido como Leopoldo Pullè. Para la misma década compuso Il signor di Pourceaugnac, esta tuvo una innovación, expresada en el uso de la comedia; esta ópera cómica se dividió en 3 actos con libreto de Ferdinando Fontana y fue presentada también en el Teatro de La Scala de Milán el 10 de abril de 1897.

Aunque Cristoforo Colombo fue reconocida como la mejor obra de Alberto, su ópera más popular en todo el mundo fue Germania (1902), drama lírico, que contiene un prólogo, 2 actos y un epílogo con libreto de Luigi Illica. Arturo Toscanini, quien dirigió las funciones en La Scala, y Enrico Caruso fueron los más grandes admiradores de sus óperas, especialmente de Germania. Estas dos obras han sido grabadas y expuestas en la Opera de Berlín entre el 2006 y 2007; ello demuestra que su obra posee una verdadera calidad, admirada por su fina habilidad para la orquestación y el uso del coro, en estilo sinfónico.

Otras de sus obras a lo largo de su vida, fueron: La figlia di Iorio (1906), tragedia pastoral en 3 actos con libreto de Gabriele D’Annunzio; Notte di leggenda (1915), tragedia lírica en un acto con libreto de Giovacchino Forzano; Giove a Pompei (1921), comedia musical en 3 actos en colaboración con Umberto Giordano, libreto de Luigi Illica y Ettore Romagnoli; Glauco (1922), ópera en 3 actos con libreto de Giovacchino Forzano y por último, Fiori del Brabante (1930). Otras de sus obras que no fueron terminadas: Zoroastro (1890); Il finto paggio (1924), libreto de Forzano; Il gonfaloniere (1927); y Don Napoleone (1928).

Su carrera artística se vio afectada por la promulgación de las leyes raciales de 1938 en Italia, que no permitían la programación de las obras de Franchetti, debido a su origen judío. Ante esto, Pietro Mascagni, amigo y perteneciente a la ópera verista pidió a Benito Mussolini que considerara dicha situación, pero este no lo hizo. Tiempo después, Alberto Franchetti murió en Viareggio el 4 de agosto de 1942, a la edad de 81 años. Su legado se mantuvo gracias a su hijo Arnold Franchetti que luego de la muerte de Alberto, se trasladó a los Estados Unidos en 1949. Luego se trasladó a Múnich, para estudiar composición y orquestación con Richard Strauss durante varios años. Arnold se aseguró de multiplicar el legado musical de su padre.

A continuación, lo recordamos en el día de su nacimiento, con la Sinfonía en Mi Menor, en la versión de la Orquesta Sinfónica de Moldavia, dirigida por Silvano Frontalini.



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martes, 17 de septiembre de 2024

Frederick Ashton


Frederick William Mallandaine Ashton, más conocido como Frederick Ashton, nació en Guayaquil, Ecuador, el 17 de septiembre de 1904, y murió en Suffolk, Reino Unido, el 18 de octubre de 1988. Bailarín y coreógrafo.

El sitio www.frederickashton.org.uk publicó este recordatorio firmado por Julie Kavanagh.

BIOGRAFÍA DE FREDERICK ASHTON por Julie Kavanagh



Es fácil olvidar que Frederick Ashton, genio fundador del ballet inglés, era originariamente sudamericano. Era el menor de cuatro hermanos varones y nació en Guayaquil, Ecuador, el 17 de septiembre de 1904, y se crió en Lima, Perú, donde nació su hermana. El padre de Ashton, hombre de negocios y vicecónsul, era británico, al igual que su madre, quien introdujo a su impresionable hijo en los aires y las gracias de la belle époque limeña. Las imágenes de la infancia -la lánguida sensualidad de los bailarines de tango en las danzas coloniales del té, el balanceo y ritualizado andar de las procesiones de los días festivos- se quedaron con Ashton, infiltrándose en su coreografía. Su educación católica romana también encontró expresión en sus ballets. La ceremonia y la potencia mística de la misa mayor influyeron en la cadencia de los efectos y los clímax, mientras que la indulgencia extática y barroca de la religión española se sublima oblicuamente en las Variaciones sinfónicas, su obra más grande y la que más afirma la vida. Pero lo más importante es que la experiencia epifánica que vivió en Lima fue lo que decidió el destino de Ashton, de 13 años. Se trató de una actuación de Anna Pavlova que no solo desencadenó su vocación por la danza, sino que es el palimpsesto detrás de cada uno de los papeles de bailarina que creó posteriormente.

Silvia

Silvia
© ROH/ Tristram Kenton

Empezó tarde. Después de tres años en un internado inglés y un período trabajando como oficinista en la City, Ashton comenzó a tomar clases privadas semanales con Leonid Massine y se convirtió en alumno de Marie Rambert. Aunque carecía de fuerza y ​​técnica, tenía una elegancia y un lirismo naturales que le permitieron debutar como bailarín noble, acompañando a la gran Tamara Karsavina en Les Sylphides. Rambert, adivinando dónde estaba el verdadero don de Ashton, le dio la oportunidad de coreografiar su primer ballet en 1926, diseñado por Sophie Fedorovich, una amiga íntima y colaboradora en su formación. A Tragedy of Fashion, aunque en su juventud estaba demasiado endeudada con el ambiente elegante de Les Biches de Bronislava Nijinska, inmediatamente mostró una notable capacidad para transponer el carácter al movimiento. En 1928, cuando Ashton se unió a la compañía de Ida Rubinstein en París, pudo perfeccionar su arte como aprendiz de Nijinska, quien le enseñó a personalizar el lenguaje del ballet clásico y hacerlo relevante para su época.


Otra influencia temprana crucial fue la bailarina bebé de Diaghilev, Alicia Markova. Sabiendo que su carrera estaba en peligro por la reciente muerte del empresario, Ashton hizo los arreglos para que Rambert la contratara como artista invitada, el comienzo de una colaboración notable. Si Ashton rescató a Markova y fue responsable de crear un repertorio personal que exhibiera su técnica virtuosa y su musicalidad sofisticada, ella, con su vínculo con las deidades del ballet desde Spessivtzeva hasta Stravinsky, le proporcionó la experiencia y la herencia de las que carecía.


Escenas de ballet

Escenas de ballet
© ROH/ Johan Persson

Durante los años treinta, Ashton, como bailarín y coreógrafo, se repartió su tiempo entre la pequeña compañía de Rambert y la de Ninette de Valois, mientras complementaba sus magros ingresos trabajando en teatro comercial. En 1935, tras haber creado su propia compañía profesional, de Valois invitó a Ashton a unirse a ella en el Teatro Vic-Wells, donde, bajo la inspirada guía musical de Constant Lambert, empezó a desarrollarse un ballet autóctono. Lo que hemos llegado a llamar "el estilo inglés" fue encarnado por la musa de Ashton, Margot Fonteyn, cuya propia moderación, sencillez y aplomo se vieron enriquecidos por rastros de la plástica exuberante y romántica que había amado en Anna Pavlova. Después de la guerra, la compañía de de Valois -rebautizada como The Royal Ballet- se trasladó a la Royal Opera House, y en 1963, cuando ella se jubiló, Ashton asumió la dirección, permaneciendo en el puesto durante los siguientes siete años.


Con una obra de más de cien obras -al menos cuatro de las cuales, Variaciones sinfónicas, Escenas de ballet, El sueño y La Fille mal gardée, son obras maestras del siglo XX- Frederick Ashton es, sin lugar a dudas, uno de los coreógrafos más importantes de la historia del ballet. También fue una figura importante en el panorama cultural de la época: Gertrude Stein lo calificó de genio; Yeats quería que dirigiera obras en el Abbey Theatre; Matisse se inspiró en el fluir espontáneo de sus movimientos; los tres hermanos Sitwell buscaron su compañía. Se deleitó cultivando una vida deslumbrante fuera de su profesión, atraído por el grupo de jóvenes brillantes de los años veinte y lanzado a la sociedad inglesa en los años treinta, de la mano de la millonaria estadounidense Alice Astor. El éxito en este mundo fue el trabajo de campo de Ashton. Los modales y costumbres aristocráticas que observó, al igual que su capacidad para capturar la esencia misma de una persona y su entorno, impregnaron ballets como A Wedding Bouquet y Enigma Variations con su viveza de carácter y época.


Variaciones de Enigma

Variaciones de Enigma
© ROH/ Bill Cooper

El contenido de la obra de Ashton es tan personal como su estilo. Era un romántico cuya vida emocional actuó como un importante impulso creativo. El amor no correspondido por un joven hermoso es la inspiración detrás de más de un ballet, su propio sufrimiento y anhelo codificados de manera más ingeniosa en la historia de Two Pigeons, una fantasía sobre la infidelidad y la reconciliación. Enigma Variations, la representación que Ashton hace de los sentimientos de abandono profesional del compositor Edward Elgar, es también una confesión de la inseguridad que él mismo experimentaba al final de su carrera. No tenía por qué preocuparse. Recibió la Orden del Mérito -el honor más distinguido de todos- y, en sus últimos años, Sir Frederick Ashton fue un tesoro nacional. No sólo eso, fue un favorito de la corte, un miembro del círculo íntimo de la Reina Madre, aceptado y querido por su naturaleza tranquila, su ingenio brillante y sus imitaciones incomparables. Y hoy, aunque el coreógrafo siempre vivirá en sus ballets, es a él a quien echamos mucho de menos. Quienes recuerdan las despedidas de Ashton aún se lo imaginan caminando por el interior de las cortinas para despertar la expectación antes de aparecer en el escenario. Luego, el lento y majestuoso saludo que reconocía la adoración "a lo Pavlova", como solía decir: primero a los dioses, donde se sentaban los verdaderos balletómanos, luego al balcón, la tribuna principal y la platea. Bendecido con el don de la gente común, Ashton nunca perdió su grado de humildad, que era a la vez genuina y jocosa. "¿De verdad todo esto es para mí?", parecía decir, "¿el pequeño Freddie Ashton de Lima, Perú?". 

A continuación, lo recordamos en el día de su nacimiento, con un fragmento del ensayo para el Jubileo de Plata de la Reina Elizabeth. En el escenario del Covent Garden, Margot Fonteyn y Rudolph Nureyev.


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lunes, 16 de septiembre de 2024

Alexander Korda


Sándor László Kellner, más conocido como Alexander Korda, nació en Pusztatúrpásztó, entonces Imperio Austro Húngaro, el 16 de septiembre de 1893, y murió en Kensington, Londres, Reino Unido, el 23 de enero de 1956. Director de cine, productor y guionista.

El sitio www.biografiasyvidas.com publicó este recordatorio.

Alexander Korda

(Túrkeve, 1893 - Londres, 1956) Director y productor estadounidense de origen húngaro. Estudió periodismo en París y regresó a su país natal para trabajar en el cine mudo, donde se inició como periodista cinematográfico (fundó el periódico Pesti Mozi), traductor y escritor de intertítulos en la empresa Projetograph. Ejerció otras profesiones cinematográficas, entre ellas operador, actor y guionista, y dirigió su primer filme en 1914, A becsapott újságiró.

Alexander Korda

Durante la Primera Guerra Mundial creó la productora Corvin Films, así como unos estudios para el rodaje. Realizó hasta el fin de la contienda una veintena de filmes, la mayoría sobre guiones propios. Acabada la guerra, emigró a Viena en 1920, donde dirigió Su majestad el bandido y La emperatriz del mar, y, tres años después, se instaló en Alemania. En este último país rodó La tragedia de los Habsburgo, sobre el fin del imperio austrohúngaro, y Una moderna Du Barry, en las que trabajaba la actriz Maria Farkas, que se convertiría poco después en su esposa.

El matrimonio viajó a Hollywood en 1926 contratado por la First National, productora que había alabado el trabajo de Korda en Una moderna Du Barry. María Farkas, ahora conocida como María Korda, obtuvo cierto éxito como actriz en Estados Unidos a finales de la época del cine mudo, mientras Alexander Korda realizó, entre otros filmes, Los húsares de la reina y La vida privada de Helena de Troya, curiosa contemporaneización de la legendaria Helena de Troya de la Ilíada basada en la obra de teatro de Robert Sherwood y en la novela de John Erskine.

El año 1929 supuso una ruptura en la carrera del director, pues a la crisis de la aparición del sonoro se sumó la Gran Depresión estadounidense. Ello le hizo trasladarse a Francia, donde trabajó en los estudios que la Paramount había construido en Joinville, en las proximidades de París, como director de versiones en alemán de filmes franceses. La Paramount lo nombró su representante en el Reino Unido y Korda marchó a Londres en 1932.

Poco después su carrera tomó un nuevo rumbo al independizarse de la Paramount y fundar, junto con sus hermanos (el director Zoltan y el decorador Vincent) y el guionista Lajos Biró, la productora London Films, que le permitiría dirigir sus filmes más conocidos durante la década de 1930: entre ellos, La vida privada de Enrique VIII, La aventura de don Juan y Rembrandt, filmes de época en los que el director, como ya había ocurrido con La vida privada de Helena de Troya, humanizaba a los personajes célebres y rehuía las falsas interpretaciones históricas de cartón-piedra.

La vida privada de Enrique VIII (1933)

Estos filmes compartían una misma delicadeza y perfección estética, a la que contribuyeron el operador Georges Périnal y el director artístico Vincent Korda. Los principales papeles recaían en actores de reconocido talento, arropados por un grupo estable y experimentado de actores secundarios. Korda perseguía realizar producciones cinematográficas de prestigio internacional que pudieran rivalizar con la industria estadounidense.

Con La vida privada de Enrique VIII, Korda alcanzó su primer gran éxito como productor, recaudando diez veces más de lo que le había costado su producción. Una clave importante de este éxito fue la inspiradísima interpretación del monarca inglés Enrique VIII por parte de Charles Laughton. Con este actor repitió en Rembrandt, biografía del pintor holandés Rembrandt van Rijn, donde nuevamente Laughton volvía a dar una magistral lección interpretativa encarnando al artista en sus últimos años de esplendor artístico, ruina económica y declive social. En La aventura de don Juan, el director ofreció su propia versión del mito de don Juan Tenorio.

Tampoco es desdeñable, durante esa misma década de 1930, su labor como productor de filmes como Catalina de Rusia, de Paul Czinner, sobre la emperatriz rusa Catalina la Grande; La Pimpinela Escarlata, de Harold Young, con Merle Oberon y Leslie Howard, ambientada en la revolución francesa; El fantasma va al Oeste, de René Clair, historia de un millonario estadounidense que compra un castillo escocés, con fantasma incluido, y lo traslada piedra a piedra a su país; y Las cuatro plumas, un clásico del cine de aventuras situado en la guerra de Sudán de fines del XIX, de su hermano Zoltan Korda.

Durante la Segunda Guerra Mundial volvió a los Estados Unidos, donde rodó Lady Hamilton, historia basada en la relación amorosa entre el almirante Horacio Nelson y lady Hamilton, con el trasfondo del enfrentamiento bélico franco-británico de principios del XIX, que en una segunda lectura servía como propaganda británica en pleno conflicto bélico con la Alemania nazi. También produjo dos filmes de aventuras que tendrían posteriormente infinitas versiones: El ladrón de Bagdad y El libro de la selva, ambas interpretadas por el entonces popularísimo Sabú.

Lady Hamilton (1941)

Al finalizar la guerra regresó al Reino Unido y dirigió sus dos últimos filmes, la comedia Separación peligrosa, con Robert Donat y Deborah Kerr, sobre un matrimonio al que separa la guerra y al cabo de los años vuelve a reencontrarse, y Un marido ideal, sobre una obra de Oscar Wilde que protagonizó Paulette Godard. A partir de entonces intensificó su carrera como productor, apoyado en la London Films, y abandonó sus tareas como realizador.

En 1942 fue nombrado Sir por el monarca inglés Jorge VI, nombramiento con el que se convirtió en el primer hombre de cine en recibir tal distinción nobiliaria. Entre 1947 y 1956 llegó a producir más de cuarenta filmes de los más diversos directores y géneros cinematográficos, entre los que sobresalen El tercer hombre (1949), de Carol Reed, basado en la novela de Graham Greene y con un magistral Orson Welles en el reparto; Los cuentos de Hoffman (1951), de Michael Powell y Emeric Pressburger; y Ricardo III (1955), de Laurence Olivier, traslación a la gran pantalla del Ricardo III de Shakespeare.

Aunque había dejado de dirigir, el mayor mérito de Korda en sus últimos años fue su insistencia en dotar de solidez a la industria cinematográfica británica y su interés por apoyar a nuevos realizadores. Algunos de ellos se convertirían años después en figuras fundamentales del cine inglés posterior a la Segunda Guerra Mundial, como los ya mencionados Powell, Pressburger y Olivier, pero también Carol Reed, David Lean o Anthony Asquith.

A continuación, lo recordamos en el día de su nacimiento, con un fragmento de la película That Hamilton Woman, de 1941.


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domingo, 15 de septiembre de 2024

Shalom – Yad Vashem, memoria contra el olvido


Shalom – Yad Vashem, memoria contra el olvido

La Asociación Yad Vashem España hoy nos presenta una experiencia educativa coordinada por Cecilia Levit y basada en exposiciones itinerantes sobre el Holocausto

Hacé click en el enlace para ver el programa.

https://www.rtve.es/play/videos/shalom/yad-vashem-memoria-contra-olvido/16249009/

Hugo Höllenreiner


Hugo Adolf Höllenreiner nació en Múnich, Alemania, el 15 de septiembre de 1933, y murió en Ingolstadt, Alemania, el 10 de junio de 2015. Sobreviviente del nazismo.

El sitio www.nsdoku.de publicó este recordatorio.

Escrito por Joachim Schröder

Sinto de Múnich, perseguido por el régimen nazi

Hugo Höllenreiner (extremo derecho) con su madre Sophie y sus hermanos, foto de 1941 | Propiedad privada

Hugo Höllenreiner vivía con sus padres y cinco hermanos en la calle Deisenhofener Straße, en el distrito Giesing de Múnich. Su padre dirigió un negocio de camiones durante mucho tiempo. Desde temprana edad, Höllenreiner y sus hermanos se enfrentaron a prejuicios generalizados contra los sinti y los romaníes. Se les consideraba "asociales" y criminales como todos los "gitanos" y eran constantemente excluidos de la "comunidad nacional" nacionalsocialista mediante nuevas regulaciones y leyes. El 8 de marzo de 1943, Höllenreiner y su familia fueron arrestados por agentes de la Oficina para Asuntos Gitanos de Múnich y encarcelados en la jefatura de policía. El 13 de marzo de 1943 fue deportado al  'campo gitano' de Auschwitz -Birkenau. Él, sus padres y hermanos sobrevivieron al campo, pero 36 de sus familiares que también fueron deportados fueron asesinados o murieron debido a las catastróficas condiciones del campo de concentración. A partir de entonces, Höllenreiner sufrió las consecuencias de los crueles experimentos médicos llevados a cabo por el médico de las SS Josef Mengele, de cuya víctima se había convertido cuando era pequeño. El odio y los prejuicios contra los Sintizze y los Romanja, a quienes la policía ahora llamaba "viajeros del campo", continuaron sin disminuir después de 1945, incluso en la escuela, de la que Hugo fue excluido por el maestro a la edad de 14 años. Más tarde, Höllenreiner se mudó a Waldtrudering y luego a Ingolstadt. Durante mucho tiempo luchó en vano por una compensación adecuada por la injusticia que había sufrido. No pudo hablar de sus experiencias en el campo durante 50 años. Sin embargo, desde la década de 1990 ha participado activamente como testigo contemporáneo en público y en las escuelas para recordar el genocidio nacionalsocialista contra los sintizze y romanja.

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sábado, 14 de septiembre de 2024

La heroica lucha de monseñor O’Flaherty y su “Línea di fuga di Roma” que salvó a 3925 perseguidos por los nazis

El Diario Infobae, en su edición digital, publicó este artículo firmado por Gerardo Di Fazio

La heroica lucha de monseñor O’Flaherty

y su “Línea di fuga di Roma” que salvó a

3925 perseguidos por los nazis

El religioso irlandés, desde su cargo en el Vaticano, logró que muchos hombres y mujeres que eran víctimas de la cacería

de los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial hallaran un refugio o pudieran escapar. Él mismo estuvo

en riesgo, pero con ardides y disfraces, los nazis jamás lo pudieron atrapar

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Monseñor Hugh O´Flaherty
Monseñor Hugh O´Flaherty

Cuando estalló la segunda guerra mundial, los nazis desataron, por toda Europa, una cacería de todos aquellos a los que consideraban “indeseables”: judíos, homosexuales, personas con capacidades diferentes, gitanos, y más. Fueron muy pocos los que levantaron la voz contara el horror. Italia también fue foco de estas persecuciones. Roma fue uno de los centros de ellas, como Milán, Florencia y otras. Pero Roma tenía un problema anexo para los nazis, dentro de ella hay otro país: el Vaticano, y quien reinaba en este estado era el Papa Pio XII, es decir Eugenio Pacelli.

La purga no tardó en llegar a la Ciudad Eterna. Pero un hombre de la iglesia católica luchó como pocos contra esa barbarie: Monseñor Hugh O´Flaherty.

Iglesia o golf

Nació el 28 de febrero de 1898 en la ciudad de Lisrobin, Kiskeam, condado de Cork, Irlanda. Sus padres fueron James O´Flaherty y Margaret. Lo bautizaron Hugh. Luego del nacimiento, se mudaron a Killarney. La familia vivía en el campo de golf, donde Janes trabajabaí como encargado. Al final de su adolescencia, el joven O’Flaherty tenía un aceptable hándicap y logró una beca para una escuela de formación de profesores. Sin embargo, no se dedicó al golf ni a los deportes. En 1918 se matriculó en el Mungret College, colegio jesuita del condado de Limerick, dedicado a preparar a jóvenes para el sacerdocio misionero. Luego de su ordenación, ocurrida el 20 de diciembre de 1925, fue enviado a Ciudad del Cabo, Sudáfrica. Allí fue llamado desde Roma y en 1934, lo nombraron chambelán papal con el título de monseñor. Originalmente fue adscrito a la Sagrada Congregación De Propaganda Fide. En este cargo conoció a innumerables personas que le servirían más adelante en su misión. En 1939 fue designado como miembro en la actual congregación para la doctrina de la fe (el antiguo santo oficio) y vivió en el edificio del colegio Teutónico (es decir: Colegio Alemán) en el Vaticano.

O'Flaherty junto al político irlandés Eamon de Valera
O'Flaherty junto al político irlandés Eamon de Valera

Cuando Italia entró en la Segunda Guerra Mundial en 1941, O’Flaherty acompañó al nuncio papal en Italia para visitar los campos de prisioneros de guerra en el norte de la península, donde se encontraban confinados miles de prisioneros aliados. Al ver la actitud relajada y poco comprometida del Nuncio Papal, su sangre irlandesa comenzó a fluir y comenzó a involucrarse cada vez más en el tema de la guerra y de la misión que la Iglesia debería tener en estos oscuros momentos de la historia. Lo primero que hizo al regresar a Roma fue que la lista de los nombres de los prisioneros que se encontraban en el norte de Italia, fueran trasmitidos en un programa especial en Ingles de Radio Vaticana para tranquilizar a sus seres queridos en casa. Poco a poco comenzó a crear una cadena de resistencia, con amigos suyos: sacerdotes, religiosas, monjas y laicos.

Con el tiempo Mons. O’Flaherty se transformó en un problema para los alemanes que habían invadido la península. No respetaba las trabas burocráticas y no se granjeó el apoyo de las autoridades militares italianas. Fue responsable de la destitución de dos comandantes en Piacenza y Módena por su mal trato a los prisioneros. Al final, se presentaron quejas al Vaticano sobre este sacerdote entrometido y O’Flaherty tuvo que reducir su accionar y volver a su trabajo de oficina en el Santo Oficio. La invasión aliada del norte de África en 1942 provocó que esta vez había prisioneros de guerra italianos a los que había que localizar y ayudar, y sus familias buscaron ayuda en el Vaticano.

Esta valiosa experiencia en la ayuda a los prisioneros de guerra del norte de África le resultó muy útil a O’Flaherty. En julio de 1943, los aliados desembarcaron en Italia y la guerra empezó a acercarse a Roma. Los fascistas intensificaron sus búsquedas en la capital de judíos destacados y antifascistas conocidos entre la aristocracia. Cuando alguno de ellos necesitaba esconderse, concurrían a ver a Monseñor O’Flaherty y él los dirigía a amigos de confianza o a conventos y monasterios en toda Roma y en los pueblos cercanos. Es muy recordada la ayuda prestada por la Orden Maronita Marianita, en su convento de Santa Liberata del pueblo de Ciciliano, localidad está situada entre el Guadagnolo y el Serrone de Saracinesco, en la región Lacio. Allí, los refugiados estaban disfrazados de miembros de la orden.

Convento de Santa Liberata del pueblo de Ciciliano, uno de los lugares donde los perseguidos eran protegidos por monseñor O'Flaherty
Convento de Santa Liberata del pueblo de Ciciliano, uno de los lugares donde los perseguidos eran protegidos por monseñor O'Flaherty

El monseñor irlandés se las arregló para utilizar su propia residencia en el Collegium Teutonicum (Colegio Alemán), que gozaba de inmunidad vaticana. Una de sus primeros huéspedes fue la princesa Niní Pallavicini, cuyo palacio fue asaltado cuando los fascistas localizaron una radio ilegal que poseía. O’Flaherty encontró alojamiento en las dependencias de las monjas del Collegium Teutonicum, donde, con habito monacal y mezclándose entre las religiosas, la princesa resultó ser una ayuda inestimable debido a su habilidad para falsificar documentos de identidad de primera clase.

En julio de 1943 había 74.000 prisioneros de guerra británicos en Italia. Los fugitivos tendían a dirigirse a Roma y, tras la rendición italiana el 8 de septiembre, el goteo se convirtió en una inundación. Había que encontrar dinero, comida y locales urgentemente y la situación se volvió mucho más peligrosa tras la ocupación alemana de Roma el 11 de septiembre. O’Flaherty señaló la gravedad de la situación a Sir D’Arcy Osborne, representante británico ante la Santa Sede, residente dentro de los Muros del Vaticano en la antigua Casa Santa Marta, (donde ahora vive el Papa Francisco). Inicialmente evasivo, Osborne respondió que no podía comprometer su propia posición ni la neutralidad del Vaticano.

Las Fosas Ardeatinas

Al mismo tiempo que O´Flaherty junto con sus curas y monjas amigos socorrían a prisioneras y a perseguidos, un capitán muy conocido en la ciudad de Bariloche, donde encontró refugio luego de la guerra, llamado Erich Priebke, cumplía las órdenes del coronel Herbert Kappler quien era el jefe de la Gestapo en Roma, de cobrar venganza por un atentado partisano ocurrido en Vía Rasella en la cual murieron 28 alemanes y el 24 de marzo de 1944 asesinó a 335 civiles en lo que se conoce como “la masacre de las fosas Ardeatinas”. Entre los asesinados había cinco ayudantes de O’Flaherty y un sacerdote, Don Pietro Pappagallo.

Erich Priebke: en su uniforme nazi y cuando fue descubierto en la Argentina
Erich Priebke: en su uniforme nazi y cuando fue descubierto en la Argentina

A pesar del horror que este evento causó en todos, O´Flaherty volvió a insistir al ministro británico argumentando que la gente enfermaría y moriría en las montañas. Osborne cedió, prometiendo ayuda de sus propios fondos personales, y sugirió que O’Flaherty hablara con su mayordomo John May. Añadió que no quería saber ningún detalle para no comprometer las relaciones diplomáticas con la Santa Sede. May reclutó al conde Sarsfield Salazar de la legación suiza para establecer el Consejo de los Tres, que más tarde se convirtió en el Consejo de los Cuatro cuando el mayor británico Sam Derry escapó a Roma. May insistió en que el equipo que ayudaba a los fugitivos necesitaba una organización permanente, que la operación era demasiado grande para un solo hombre. Fue así como nació la “Línea di fuga di Roma”.

O’Flaherty encontró casas, conventos e iglesias por toda Roma. Una de sus ayudantes más generosas fue Henriette Chevalier, una viuda maltesa de 42 años con ocho hijos que vivía en un pequeño apartamento en Via dell’Impero (hoy Vía dei Fori Imperiali). Ella alquiló un departamento en Vía Firenze, junto a un hotel que la Gestapo había requisado y que utilizaba como cuartel general en Roma. Muchos pensarían que era el lugar más peligroso para esconder fugitivos, pero el monseñor, les respondió: “Creo, particularmente, que nunca pensarían buscar fugitivos debajo de sus narices”. Este fue uno de los lugares donde más judíos fueron escondidos.

Otra cómplice valiosa fue Delia Murphy, esposa de un diplomático irlandés en el Vaticano. A menudo utilizaba el coche diplomático de la legación para transportar a los prisioneros que escapaban a través de los puestos de control enemigos, consciente de las consecuencias para la neutralidad irlandesa si la detenían. Su hija charlaba con funcionarios alemanes en las recepciones de la embajada y a menudo obtenía información útil para transmitirla a O’Flaherty.

Foto de Herbert Kappler al ser detenido. El cazador nazi nunca cumplió su objetivo de neutralizar a O'Flaherty y fue condenado a cadena perpetua  (The Grosby Group)
Foto de Herbert Kappler al ser detenido. El cazador nazi nunca cumplió su objetivo de neutralizar a O'Flaherty y fue condenado a cadena perpetua (The Grosby Group)

A medida que se desarrollaba la red de fugas, las actividades de O’Flaherty llamaron la atención de las autoridades alemanas de ocupación. Herbert Kappler comenzó a perseguir específicamente al monseñor, pero nunca podría dar con él con las “in fraganti” para poder encarcelarlo. Kappler, sí se encontraba con Monseñor cara a cara en las reuniones de las embajadas, o en la ópera y hablaban con naturalidad, aunque cada uno sabía muy bien lo que el otro hacía. Pero el irlandés siempre se fugaba cuando Kappler deseaba dar con él para apresarlo. Y lo hacía con mil artilugios: disfrazado de monja, de cartero, de barrendero o de verdulero. Uno de los escapes más dramáticos ocurrió cuando monseñor estaba visitando al príncipe Doria Pamphilj en su palacio de la Vía del Corso. El príncipe, un decidido antifascista, estaba casado con una escocesa y ambos pertenecían a la red de escape y el palacio, en pleno centro de Roma, también sirvió de refugio. Asimismo, el príncipe contribuía económicamente a financiar sus actividades del sacerdote irlandés. Cuando los alemanes descubrieron el paradero de O’Flaherty, rodearon el palacio. Todo estaba perdido o eso parecía. Mientras los guardias alemanes destruían los protones de acceso al palacio, el principie, por medio de un pasadizo secreto hizo bajar al monseñor al sótano y, por pura casualidad, el suministro de carbón del invierno estaba siendo entregado a través de un conducto al sótano. Se quitó la túnica clerical y se cubrió de hollín, O’Flaherty le susurró a uno de los carboneros su situación. Unos minutos después, salió caminando junto a las tropas de las SS, cubierto de carbón y hollín, mientras los soldados se abrían paso para no ser ensuciados por estos obreros totalmente llenos de carbón y tizne. Encarbonado y sucio. O’Flaherty se dirigió a la iglesia de santa María in vía Lata, la cual está al lado del palacio. Era tan convincente que a las monjas les costó reconocerlo. Kappler realizó varios intentos infructuosos de capturar a O’Flaherty fuera del territorio del Vaticano, pero fue imposible.

Henriette Chevalier, una de las colaboradoras de monseñor O'Flaherty
Henriette Chevalier, una de las colaboradoras de monseñor O'Flaherty

La ayuda ofrecida no era al azar. La “línea di fuga di Roma”, poseía una organización clara y precisa. Las listas de los nombres y lugares de escondites están muy bien clasificadas y todas las noches estos registros eran puestos dentro de cofres de latón y depositados en un hueco en la gruta de la Virgen de Lourdes en los jardines vaticanos.

O´Flaherty tenía un don para esconder a judíos o perseguidos y los escondía en los lugares más insólitos e impensados. Ya comentamos que uno de los lugares fue al lado del cuartel de la Gestapo de Roma. Otro fueron las dos iglesias más importantes que se encuentran dentro del antiguo Gueto de la ciudad eterna: Santa María in Pórtico in Campitelli y Sant’Angelo in Pescheria.

El memorial de monseñor O'Flaherty en Killarney
El memorial de monseñor O'Flaherty en Killarney

Después de la guerra

Alemania firmó en Reims, el 7 de mayo de 1945, la rendición incondicional en el cuartel general del general estadounidense Dwight D. Eisenhower, comandante de las fuerzas aliadas en el noroeste de Europa. La rendición entra en vigor el 8 de mayo a las 11:01 p.m. Naturalmente que el Papa Pio XII, sabía de las acciones del sacerdote irlandés y el día 10 de mayo es convocado por el Papa para agradecer al noble sacerdotes sus hechos heroicos, lo felicitó y le comentó su admiración por lo realizado, tanto él como toda la red de laicos, sacerdotes y monjas.

El coronel Kappler fue condenado a cadena perpetua por crímenes de guerra, en particular por su papel principal en la masacre de las Fosas Ardeatinas en Roma. El único visitante de Kappler durante sus años de cautiverio en la prisión militar de Gaeta al sur de Roma fue su antiguo enemigo número uno: monseñor Hugh O’Flaherty, que acabó recibiéndolo en la Iglesia católica y bautizándolo en 1959.

Según los registros de la “Línea di fuga di Roma” fueron ayudados 3925 fugitivos. Pero se presupone que colateralmente se salvaron alrededor de 6000 personas.

La tumba de monseñor O'Flaherty en el cementerio“Daniel O’Connell Memorial Church” en Cahersiveen
La tumba de monseñor O'Flaherty en el cementerio“Daniel O’Connell Memorial Church” en Cahersiveen

Mons. Hugh O’Flaherty murió el 20 de octubre de 1963, a los 65 años y fue sepultado en el cementerio “Daniel O’Connell Memorial Church” en Cahersiveen, en donde también hay una escultura que le recuerda al ingreso del cementerio.

El heroísmo de Monseñor O’Flaherty fue retratado en la película “Escarlata y negro” de 1983, protagonizada por Gregory Peck como Monseñor O’Flaherty, con Christopher Plummer como el coronel Kappler y Sir John Gielgud como el Papa Pío XII.

El 8 de mayo de 2016 se inauguró en el Colegio Alemán del Vaticano una placa en honor al sacerdote irlandés por su labor de rescate de soldados aliados y judíos durante la Segunda Guerra Mundial. Tras ser bendecida por el rector del colegio, se colocaron dos coronas de laurel al pie de la placa en nombre de las embajadas irlandesa y británica ante la Santa Sede.

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El Mirador Nocturno – Radio / Cecilia Levit presenta: Tributo a Haim Rafael.


El Mirador Nocturno – Radio / Cecilia Levit presenta: Tributo a Haim Rafael.

Cecilia Levit produce semanalmente este programa que se emite por Radio Sefarad.

Haim Rafael: sabor a la vida

TRIBUTO: HISTORIAS QUE CONSTRUYEN MEMORIA DE LA SHOÁ, CON CECILIA LEVIT – Haim nació en Tesalónica, Grecia, en 1924. Sus padres Tzadik y Sultana eran judíos sefardíes que hablaban ladino y conservaban las costumbres y tradiciones en su hogar. En 1941 Alemania invade Grecia e inmediatamente comienzan las prohibiciones y las persecuciones. Haim, junto a su familia, es trasladado al Gueto del Barón Hirsh y más tarde deportado al campo de muerte de Auschwitz Birkenau. Sobrevivió a la marcha de la muerte y en 1945 fue liberado. Es el único miembro de su familia que ha sobrevivido al Holocausto. En 1946 llegó a Israel y allí se casó y formó una familia. Trabajó duro y prosperó en sus negocios. Hoy podemos disfrutar de su tienda de delicatesen en el mercado Levinsky llamado Haym Raphael.

Se hizo famoso por sus conferencias sobre el Holocausto para adolescentes, estudiantes y soldados.

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