Corazón Argentino Ledesma, más conocido como Argentino
Ledesma, nació en Santiago del Estero, Argentina, el 24 de junio de 1928 y
murió en Buenos Aires, Argentina, el 6 de agosto de 2004. Cantor de tangos.
El sitio www.todotango.com
publicó este recordatorio firmado por Jorge Palacio, Faruk.
En el año 1947, el morocho de nuestra fascinante historia,
tal vez influenciado por sus tíos que eran militares, viajó a Tucumán
(provincia del noroeste argentino) para rendir examen en el Colegio Militar de
la Nación, donde no fue aprobado por sufrir una enfermedad congénita:
daltonismo. No fue un episodio desagradable para el muchacho, ya que por ese
motivo el destino quiso que se aquerenciara definitivamente con la música de
Buenos Aires.
Un grupo de amigos tucumanos consiguió que Argentino diera
una prueba en Radio Aconcagua. Los directivos de la emisora lo escucharon y le
hicieron firmar un importante contrato por una suma que el muchacho ni se
imaginaba. Cuando el director artístico le preguntó con qué nombre se iba a
presentar, le contestó que le gustaba Raúl Ledesma, que era el nombre de uno de
sus tíos. El ejecutivo manifestó que no podía ser porque ya había un cantor con
ese nombre y que, justamente en esos días viajaba a Tucumán con la orquesta que
dirigía Tito Martín, (El D'Arienzo Chico del Tango). Al enterarse que el
verdadero nombre era Argentino le dijo: «¡Eso es!... ¡Argentino Ledesma!, con
ese nombre va a triunfar en todas partes».
En la radio cantaba de lunes a viernes acompañado por un
conjunto de guitarras integrado por Menéndez, Navarro y Bernal, y los sábados
lo hacía en clubes, entidades sociales y de fomento con diferentes orquestas
típicas tucumanas. Simultáneamente a sus presentaciones artísticas, Ledesma
comenzó a practicar otra de sus grandes pasiones: el fútbol. Los que lo vieron jugar
dicen que a la pelota la gastaba, no por nada llegó a integrar la primera
división del Club Atlético Tucumán, con el número diez.
Pero el tango y el fútbol le resultaron dos actividades
incompatibles, ya que jugaba los domingos y los sábados por la noche cantaba
hasta altas horas de la madrugada. No se podían conciliar ambas actividades y
se quedó con el tango.
Una noche de 1947, Argentino concurrió con unos amigos a un
baile que amenizaba una orquesta llegada de Buenos Aires que dirigía Alberto
D'Angelo. En un momento del baile con la anuencia del maestro que no lo
conocía, subió al palco y cantó tres tangos: “Mi noche triste (Lita)”, “Siga el
corso” y “Y volvemos a querernos”. D'Angelo quedó impactado por la voz y
propuso llevárselo a Buenos Aires. El cantor no aceptó, estaba muy cómodo en la
radio aunque ganaba poco dinero en relación a su éxito. Al tiempo se integró a
la orquesta de Joaquín Signorelli y una vez vencido su contrato con la radio
volvió a su provincia natal, Santiago del Estero (centro norte del país).
Allí trabajó de perito mercantil en la Dirección de Rentas
Provincial y en Radio Del Norte, alternando con las orquestas santiagueñas de
Luis Napoleón y de los hermanos Paz en bailes de clubes. A comienzos de la
década del cincuenta, se anota en un concurso para cubrir una plaza de tenedor
de libros de un importante establecimiento comercial de la Capital, lo gana y
viaja a Buenos Aires.
Al segundo día de su arribo decide concurrir a La Querencia,
el famoso local de Avenida de Mayo 870, donde se encuentra con unos amigos que
le proponen hacer una prueba con la orquesta de Julio De Caro. Pocos minutos
después ya estaban en el cabaret Empire de la calle Corrientes y canta dos
tangos que dejaron muy conforme al maestro, quien le dijo que tenía que esperar
tres meses hasta que le venciera el contrato al vocalista que tenía, Roberto
Medina. Pero Ledesma no esperó y a la mañana siguiente, siguiendo el consejo de
sus amigos, se va a probar a Radio Belgrano ante el director artístico de la
emisora, Jaime Más. Lo contratan por doce meses y el locutor que lo presenta es
el legendario Guillermo Brizuela Méndez, quien asombrado por la calidad del
muchacho, lo presenta al maestro Héctor Varela que andaba buscando reemplazante
por la ida de Armando Laborde.
De la noche a la mañana, Argentino Ledesma ingresa a la
orquesta de moda compartiendo el rubro con Rodolfo Lesica, que en poco tiempo
se convertirían en la pareja de cantores más populares de la década del 50. El debut se produjo en el cabaret Chantecler. La noche del
24 de junio de 1952, gracias a una oferta nada despreciable, la orquesta
comenzó a actuar en el mitológico Marabú, de la calle Maipú 365. Su primera
grabación con Varela fue el 21 de agosto con el tango “Novia provinciana”, para
el sello Pampa.
Transcurren casi cuatro años y en febrero de 1956 deja la
orquesta y se va con Carlos Di Sarli para actuar en Radio El Mundo y en el
cabaret Marabú. También animaron los grandes bailes de carnaval del Club San
Lorenzo de fútbol y grabaron para RCA-Victor. La permanencia de Ledesma con Di Sarli duró poco más de tres
meses. Ese breve tiempo se debió a que los directivos del sello Columbia, a la
que pertenecía Héctor Varela, empezaron a tentarlo para ver la posibilidad del
retorno a esa agrupación. ¿Pero cómo iba a dejar nada menos que a Di Sarli,
sobre todo cuando recién empezaba? ¿Y el futuro? Si bien había comenzado con
Varela, se había consagrado con Di Sarli. Pero la empresa insistió.
Le hicieron
ofertas fabulosas, sumas importantes de dinero, otras condiciones para volver
con su anterior director. Era como el pase de un jugador de fútbol cuando está
en la gloria. Y al final volvió. Di Sarli no podía entender esa decisión: no
concebía que un cantor lo pudiera dejar. Al final lo comprendió, le deseó
suerte y se hicieron muy amigos.
Al promediar el año 1956, Argentino Ledesma en la orquesta
de Héctor Varela obtuvo resonantes éxitos con “Fueron tres años”, “Muchacha”,
“Fosforerita” y sobre todo con “Qué tarde has venido”. También con la milonga
“Silueta porteña”, que debía cantar con Lesica y lo tuvo que hacer sólo porque
Rodolfo no pudo concurrir a la sala de grabación. De todos modos, el dueto
Ledesma-Lesica dejó muy buenas versiones grabadas de los valses “Gota de
lluvia” y “Rosa mía” y la milonga “Tentadora”.
El éxito acompañaba a la orquesta y a sus cantores. Actuaban
en bailes, locales nocturnos y realizaron un espectacular ciclo por Radio El
Mundo en el tradicional programa Glostora tango club.
El año 1957, lo sorprendió a Ledesma en el mejor momento de
su carrera como cantor de orquesta, hasta que los directores del sello Odeon le
propusieron grabar como solista. Las condiciones eran óptimas, pero Argentino
no se decidía. El rumor de que se iba no tardó en ganar la calle. Varios
directores quisieron aprovechar la coyuntura para llevarlo a sus orquestas.
Miguel Caló fue personalmente a su casa y le dejó un cheque por cien mil pesos.
¡Una fortuna!
Antes de tomar una decisión definitiva lo consulta a Edmundo
Rivero. El gran intérprete le dijo: «Váyase de la orquesta pero asesórese bien
porque usted es muy joven.» Y le recomendó al poeta y representante Mario
Battistella, un hombre muy conocedor del medio. Finalmente culmina su ciclo con
Varela y comienza su nueva etapa como solista.
Anima numerosos bailes y, al poco tiempo su cachet es el
mismo que el de Juan D'Arienzo con toda la orquesta y los cantores incluidos.
Es acompañado por la formación del pianista Jorge Dragone y actúa en Radio
Belgrano en un programa propio, auspiciado por el jabón Palmolive. Hace una
gira por todo el país y el 16 de junio de 1957 grabó su primer disco como
solista para Odeón.
Actúa en el Teatro Cómico de la calle Corrientes junto a
Tito Lusiardo y Fidel Pintos entre otros. Es convocado para cantar e
interpretar un papel en la película El asalto, con Alberto de Mendoza, Egle
Martin y Tato Bores, donde canta “Dame mi libertad”, “Cafetín de Buenos Aires”
y la milonga “El asalto”.
En el año 1964, el maestro Francisco Canaro grabó doce tomas
que servirían de acompañamiento orquestal para el cantor chileno Lucho Gatica.
Todas eran obras compuestas por Carlos Gardel. Como por razones de trabajo
Gatica no lo pudo hacer, la compañía Odeon llamó a Argentino Ledesma para que
las cantara. De los doce temas pudo grabar seis debido al fallecimiento de
Canaro. La cinta grabada fue a parar al archivo y bastante tiempo después, la
empresa volvió a llamar al cantor para terminar los otros seis, en esta
oportunidad con la dirección del maestro Carlos García. Cuando se terminó de
grabar se cotejaron las versiones de 1964 y las de 1973. Habían pasado casi
diez años y la voz era la misma. No había perdido ni la voz, ni el color, ni el
timbre. Ese disco resultó un suceso en América, parte de Europa, Japón y
Australia. Hoy está editado en disco compacto.
Fue uno de los cantores más requeridos por la televisión. Su
figura ha sido vista en los más importantes programas: Siete notas para el
tango, Tango y punto, Amistangos, El tango del millón, Yo te canto Buenos
Aires, Sábados circulares, Grandes valores del tango, Sábados de la bondad y
muchos otros.
En 1980, grabó un par de tangos como invitado, en la
orquesta de Osvaldo Fresedo y sus últimos registros los realizó con el
acompañamiento de Roberto Pansera. Es autor de la milonga “El asalto” y de los tangos “Sin un
adiós” con música de Mario Demarco y “Hacete amigo de la vida” con música de
Marsilio Robles. En una palabra, Argentino fue, es y será un verdadero grande
del tango. Un hombre que gestó una carrera alucinante merced a su profunda
creatividad.
A continuación, recordamos a Argentino Ledesma, con uno de sus grandes éxitos: Fumando espero.