Erwin Schulhoff nació en Praga, entonces Checoslovaquia, el
8 de junio de 1894 y murió en el Campo de Concentración de Wülzburg, Alemania,
el 18 de agosto de 1942. Compositor.
Tras estudiar durante su infancia en el Conservatorio de
Praga, se trasladó a Viena y posteriormente, cursó estudios superiores en Leipzig y Colonia,
donde ganó el Premio Mendelssohn en las especialidades de piano en 1913 y de
composición en 1918. Tomó clases con Claude Debussy y Max Reger. Durante la
Primera guerra mundial sirvió en el frente, experiencia bélica que le llevó a
desarrollar un antibelicismo radical.
A partir de 1919 entró en contacto con la vanguardia
artística alemana, esbozó un ballet con Tzara y sus Zehn themen para piano, surgen
de una colaboración con Otto Griebel. También organizó una serie de conciertos
en Dresde en los que se interpretó música de la Segunda Escuela de Viena.
En 1923 regresó a Praga, donde ganó reputación como
concertista gracias a su formidable técnica pianística. En sus programas
incorporó obras de vanguardia, estrenando las primeras obras microtonales para
el instrumento. También desarrollo una intensa actividad como pianista de jazz,
y en ese tiempo comenzó a componer sus obras de madurez. Poco después estrenó en Bratislava su 'ballet-misterio'
Ogelala, obra escénica de inspiración primitivista. El escándalo en el estreno
fue aún mayor que el de La consagración de la primavera de Igor Sravinski, y
ese hecho lo consagró como el principal valor de la vanguardia musical
checoslovaca.
Al año siguiente comenzó su ciclo de sinfonías, y en 1927 estrenó
su primera ópera, Flammen, sobre el mito de Don Juan del siglo XX. En la
técnica serial de la época Schulhoff compone sus Once invenciones para piano. A comienzos de la década de 1930 Erwin Schulhoff se comprometió
con el comunismo y los presupuestos del realismo socialista, simplificó su
estilo y compuso obras de inspiración partidista.
Tras la invasión nazi de Checoslovaquia, Schulhoff trató de
huir a la Unión Soviética, pero fue arrestado. En 1941 fue enviado al campo de
concentración de Wülzburg. A pesar de padecer tuberculosis compuso su testamento
musical, la Sinfonía Nº 6, Sinfonía de la Libertad. Esta obra, junto con la
Sonata 27.IV.1945 de Karl Amadeus Hartmann está considerada como una de las composiciones
más significativas del Holocausto.
A continuación, recordamos a Erwin Schulhoff, con el
Concertino para Flauta, Viola y Contrabajo, en la versión del Ensemble Villa
Musica.