La ópera fue estrenada en el Teatro Estatal de Praga el 29 de octubre de 1787, bajo su título completo de Il Dissoluto Punito, ossia il Don Giovanni. Dramma giocoso in due atti, con música de Wolfgang Amadeus Mozart y libreto en italiano de Lorenzo da Ponte basado en la obra de Antonio de Zamora.
Wolfgang Amadeus Mozart compuso la ópera entre marzo y octubre de 1787, en
Viena y en Praga, y surgió como un encargo a raíz del éxito que tuvo el estreno
de Las bodas de Fígaro. Posteriormente supervisó el estreno en Viena, el 7 de mayo de 1788.
A continuación, la ópera Don Giovanni K 527, de Wolfgang
Amadeus Mozart, en la versión de Simon Keenlyside como Don Giovanni, el papel
de Donna Anna cantado por Carmela Remigio, Donna Elvira es Anna Caterina
Antonacci, Patrizia Pace encarnó a Zerlina, el rol de Don Ottavio cantado por
Bruno Lazzaretti, Leporello es Bryn Terfel, Ildebrando d'Arcangelo como
Masetto, y el Commendatore es Matti Salminen, junto al Coro de Ferrara, y la
Orquesta de Cámara de Europa, dirigida por Claudio Abbado. Producción del
Teatro Comunale de Ferrara, en 1997.
La trama se desarrolla en Sevilla, España.
Acto 1
Cuadro 1º: Atrio del Palacio del Comendador
Leporello, el criado de Don Giovanni, se queja de su vida
("Notte e giorno faticar – Noche y día trabajar"). Vigila mientras
Don Giovanni intenta seducir a doña Anna, hija del Comendador. De repente,
ambos aparecen: Giovanni está enmascarado, pero doña Anna le sujeta del brazo.
Ella desea saber quién es (Trío: "Non sperar, se non m'uccidi – No
esperes, a menos que me mates") y grita pidiendo ayuda. Aparece su padre,
el comendador, y desafía a Giovanni mientras doña Anna huye en busca de ayuda.
Giovanni mata al Comendador y escapa con Leporello. Anna regresa con su
prometido, don Ottavio, y varios criados. Al ver el cuadro se horroriza. Ambos
juran venganza contra el asesino desconocido. (Dúo: "Ah, vendicar, se il
puoi, giura quel sangue ognor! – Ah, ¡jurar vengar esta sangre!").
Cuadro 2º: En las afueras de Sevilla
En la huida de la casa del Comendador, Giovanni y Leporello
se encuentran con Elvira, quien canta que ha sido abandonada por su amante a
quien busca para vengarse ("Ah, chi mi dice mai – Ah, ¿quién puede
decirme?"). Giovanni empieza a flirtear con ella, pero él es el
desgraciado a quien busca. Empuja a Leporello, ordenándole contar la verdad a
Elvira y entonces se escapa.
Leporello le dice a Elvira que Giovanni no merece la pena.
Le enseña un catálogo, un cuaderno en el que están apuntadas todas las amantes
de Don Giovanni, a las que sedujo y a las que abandonó. Sus conquistas incluyen
640 en Italia, 231 en Alemania, 100 en Francia, 91 en Turquía, pero en España,
son ya "mille e tre", 1,003. ("Madamina, il catalogo è questo –
Señorita, este es el catálogo"). En un recitativo frecuentemente cortado,
Elvira jura venganza al descubrir, con asombro y tristeza, que se cuentan por
miles. Elvira, abrumada al ver cual es la realidad, decide que va a castigar en
su nombre y en el de todas las mujeres burladas, a Don Giovanni, pero para este
momento Leporello también ha huido.
Cuadro 3º: Jardín en el palacio de Don Giovanni
Cuando doña Elvira se marcha, entre una procesión nupcial
con Zerlina y Masetto, dos campesinos, y hay una gran fiesta. Aparecen Don
Giovanni y Leporello. Giovanni se siente inmediatamente atraído por Zerlina, e
intenta seducirla delante de Masetto. Toma a la pareja de campesinos como
patrono y les ofrece su protección a cambio de exigir su Derecho de pernada
sobre la novia. Ella se siente en cierto modo atraída por Don Giovanni, y no
ofrece gran resistencia a las insinuaciones de él. Al darse cuenta de que
Giovanni pretende quedarse atrás con Zerlina, Masetto se enoja ("Ho
capito! Signor, sì – ¡Ya lo entiendo! ¡Sí, señor mío!"). Masetto, ofendido
y escoltado por Leporello, se marcha con el resto de los invitados a la boda al
palacio de Don Giovanni, pues éste se ha comprometido a celebrar los esponsales
con toda la pompa y derroche posibles.
Don Giovanni y Zerlina pronto se quedan solos y él,
inmediatamente, empieza a ejercitar sus artes de seducción. (Dúo: "Là ci
darem la mano – ¡Allí nos daremos la mano"). Llega Doña Elvira y frustra
la seducción ("Ah, fuggi il traditor – ¡Huye del traidor!"). Se
marcha con Zerlina apartándola así de Don Giovanni. Éste queda solo y se
encuentra con Don Ottavio y Doña Ana quienes le piden ayuda en su empresa de
vengar la muerte del padre asesinado de Doña Ana (El Comendador), sin ser
conscientes de que él es el agresor. Don Giovanni, aliviado al darse cuenta de
que no lo han reconocido, rápidamente promete su ayuda, y pregunta quién ha
perturbado su paz. Antes de que ella pueda contestar, interviene Doña Elvira
quien advierte a Don Ottavio y a Doña Ana de la perfidia de Don Giovanni.
Giovanni intenta convencer a Ottavio y Anna de que Elvira está loca. (Cuarteto:
"Non ti fidar, o misera – No confíes en él, oh, infeliz").
Finalmente, al despedirse, Don Giovanni se despide, y al
hacerlo, Doña Ana se desvanece al reconocer en Don Giovanni al asesino de su
padre, por su voz. Ella relata a Don Ottavio los funestos detalles de aquella
trágica noche y le exige que, ahora que sabe la identidad del asesino, cumpla
su promesa de vengar la muerte de su padre (Aria de Anna: "Or sai chi
l'onore – Él és quien intentó robarme mi honor"). Ottavio, no convencido,
decide vigilar a su amigo. ("Dalla sua pace – De su paz, mi paz depende").
Leporello informa a Giovanni que todos los invitados de la
boda campesina están en su casa, que él distrajo a Masetto de sus celos, pero
que Zerlina, regresando con Elvira, hizo una escena y arruinó todo. Sin
embargo, Don Giovanni permanece alegre y le dice a Leporello que organice una
fiesta e invite a todas las chicas que pueda encontrar. ("Aria del
champán" de Giovanni": "Fin ch'han dal vino – Hasta que estén
achispados"). Ellos se apresuran a marchar al palacio.
Zerlina sigue al celoso Masetto e intenta calmarlo ("Batti,
batti o bel Masetto – Golpéame, oh, bello Masetto"), pero justo cuando
consigue convencerlo de su inocencia, la voz de Don Giovanni desde fuera del
escenario la sobresalta y asusta. Masetto, sospechando nuevamente de Zerlina,
decide esconderse para ver por sí mismo lo que hará Zerlina cuando Giovanni
llegue. Zerlina intenta esconderse de Don Giovanni, pero él la encuentra e
intenta cortejarla de nuevo, hasta que topa con el escondite de Masetto.
Confuso, pero reponiéndose rápidamente, Giovanni reprocha a Masetto que haya
dejado sola a Zerlina, y se la devuelve temporalmente. Luego los guía a los dos
hasta su salón de baile, que ha sido fastuosamente decorado. Don Ottavio, Donna
Anna y Donna Elvira deciden presentarse igualmente en la fiesta disfrazados con
máscaras. Leporello les ve, y sin reconocerles, les invita en nombre de su amo
a entrar en el palacio. Ottavio y Anna rezan pidiendo protección, y Elvira
busca venganza (Trío: "Proteggra il giusto cielo – Que el justo cielo nos
proteja").
Cuadro 4º: Interior del Palacio de Don Giovanni
Se celebra la fiesta en el palacio de Don Giovanni. Se
presentan tres orquestas de cámara separadas en el escenario. Hay gran revuelo
y con la ayuda de Leporello que se pone a bailar con Masetto para distraerlo,
Don Giovanni logra separar momentáneamente a Zerlina de Masetto, consiguiendo
llevar a la muchacha a una habitación. A los gritos de auxilio de Zerlina
acuden Masetto y los demás invitados, consiguiendo liberar a la campesina. Don
Giovanni intenta confundirlos arrastrando a Leporello a la habitación y
amenazando con matarle a él por asaltar a Zerlina. Pero Ottavio saca una
pistola, los tres invitados se quitan las máscaras y declaran que lo saben
todo. Pero a pesar de verse denunciado por todos lados, Don Giovanni consigue
escapar abriéndose paso con la espada entre los invitados.
Acto II
Cuadro 1º: Ante la casa de Donna Elvira
Leporello amenaza con dejar a Don Giovanni, pero su amo le
calma con una oferta de paz de dinero. (Dúo: "Eh via buffone – Venga, bufón").
Deseando seducir a la doncella de Elvira, Don Giovanni convence a Leporello de
que se intercambien la capa y el sombrero. Elvira se acerca a su ventana,
lamentándose de que su corazón siga amando a Don Giovanni, a pesar de saber que
es un traidor. (Trío: "Ah taci, ingiusto core – Ah, cállate, injusto
corazón"). Viendo una oportunidad para un juego, Don Giovanni se esconde y
saca adelante a Leporello, vestido como Giovanni. Desde su escondite, Don
Giovanni canta una promesa de arrepentimiento, expresando su deseo de volver
con ella, mientras Leporello se hace pasar por Don Giovanni e intenta evitar
reírse. Elvira se queda convencida y desciende a la calle. Leporello, siguiendo
con su farsa como Don Giovanni, se la lleva para mantenerla ocupada mientras
Giovanni da una serenata a su doncella con su mandolina. ("Deh vieni alla
finestra – Ven a la ventana").
Antes de que Don Giovanni pueda terminar con su seducción de
la doncella, Masetto y sus amigos llegan, buscando a Don Giovanni y
pretendiendo matarlo. Don Giovanni (vestido como Leporello) los convence de que
él también odia a Don Giovanni, y se une a la caza. Después de dispersar
hábilmente a los amigos de Masetto (Aria de Giovanni: "Metà di voi qua
vadano – La mitad de vosotros id por ese lado"), Don Giovanni, cuando
queda solo con Masetto, le quita sus armas, le pega y se aleja corriendo,
riéndose, pero sin descubrirse como Don Giovanni. Zerlina llega y consuela al
malherido Masetto. ("Vedrai carino – Verás, cariño mío").
Cuadro 2º: En el jardín de Don Giovanni
Leporello, disfrazado de Don Giovanni, trata de huir de
Donna Elvira. (Sexteto: "Sola, sola in buio loco – Sola, sola, en este
lugar oscuro"). Cuando él intenta escapar, aparecen Anna con Ottavio quien
la está consolando en su dolor. Justo cuando Leporello se va a escurrir por la
puerta, que difícilmente encuentra, la abren Zerlina y Masetto y, viéndolo
vestido como Giovanni, lo atrapan antes de que pueda escapar. Cuando Anna y
Ottavio se dan cuenta de lo que pasa, todos van a rodear a Leporello,
amenazándolo de muerte. Elvira pide clemencia para él, es la única que lo hace,
intentando proteger al hombre a quien ella cree Giovanni, diciendo que es su
esposo. Los otros cuatro están decididos a castigar al traidor, pero Leporello
se quita el disfraz y revela su verdadera identidad (quinteto: "Mille
torbidi pensieri - Mil pensamientos tormentosos"). Ruega el perdón de todo
el mundo y, viendo una oportunidad, consigue huir corriendo (Aria de Leporello:
"Ah pietà signori miei – Ah, piedad, señores míos"). Dadas las
circunstancias, Ottavio se queda convencido de que Giovanni fue el asesino del
padre de doña Anna (el fallecido Comendador) y jura venganza ("Il mio
tesoro – Mi tesoro" - aunque en la versión de Viena esto se cortó).19 Elvira
aún está furiosa con Don Giovanni por traicionarla, pero también lo siente por
él. ("Mi tradì quell'alma ingrata – Ese desgraciado bribón me ha
traicionado").
Cuadro 3º: Cementerio en Sevilla
Don Giovanni llega hasta el cementerio de Sevilla, hasta los
pies de la estatua del comendador que él asesinó, aunque no se percata de eso.
Mientras Don Giovanni monologa, llega Leporello, que le habla a Don Giovanni
del riesgo que ha corrido, y Don Giovanni se burla de él, diciendo que él ha
aprovechado su disfraz como Leporello, intentando seducir a una de las amigas
de Leporello. Pero el criado no lo encuentra divertido, sugiriendo que podría
haber sido su esposa, y Don Giovanni se echa a reír, diciendo que "mejor
aún". La estatua de mármol cobra vida, se dirige hacia Don Giovanni, y le
advierte que su risa no durará más allá de la puesta de sol. A una orden de su
amo, Leporello lee la inscripción de la base de la estatua: "Estoy
esperando la venganza de mi asesino". Leporello se aterroriza, pero el
descarado Giovanni hace que Leporello invite a la estatua a una cena que
celebrará en su palacio, amenazando con matarlo si no lo hace. Leporello hace
varios intentos de invitar a la estatua a cenar pero debido al miedo no acaba
de cumplir la tarea. (Dúo:"Oh, statua gentilissima"–"Oh, la más
noble estatua"). Para su gran sorpresa, la estatua acepta la invitación,
moviendo hacia abajo la cabeza en un gesto afirmativo. Don Giovanni, viendo la
escena, decide tomar la palabra y pide a la estatua que hable, si puede, y diga
si irá a la cena. La estatua responde "Sí" y Don Giovanni y Leporello
salen del cementerio asustados.
Cuadro 4º: Palacio del Comendador
Don Ottavio le pide a Donna Anna que no retrase más su boda.
Sin embargo, ella sigue demorando la ceremonia, le rechaza, y le dice que es
inadecuado tan pronto después de la muerte de su padre. Él la acusa de ser
cruel, y ella le asegura que lo ama, y que es leal. ("Non mi
dir"–"No me digas").
Cuadro 5º: En el comedor del palacio de Don Giovanni
Están preparando la cena para el banquete de esa noche. Don
Giovanni está celebrando su regreso a Sevilla. Giovanni se deleita en el lujo
de una gran cena con acompañamiento musical (durante la cual la orquesta
interpreta piezas entonces contemporáneas – incluyendo una referencia al aria
"Non più andrai" de otra ópera del propio Mozart "Las bodas de
Fígaro", mientras Leporello sirve. ("Finale" "Già la mensa
preparata"–"Ya la mesa está preparada"). Elvira aparece,
diciendo que ella no siente ya resentimiento por Don Giovanni, sólo pena.
("L'ultima prova dell'amor mio"–"La última prueba de mi
amor"). Sorprendido por su falta de odio, Don Giovanni le pregunta qué es
lo que quiere, y ella le ruega que cambie de vida. Giovanni se mofa de ella y
entonces se gira, alabando al vino y a las mujeres como la "esencia y
gloria de humanidad". Herida y enojada, Elvira abandona y se marcha. Un
momento después, se oye su grito desde afuera de las paredes del palacio, y
regresa un momento, sólo para huir por otra puerta. Don Giovanni ordena a
Leporello que vaya a ver lo que la ha disgustado; tras echar una ojeada fuera,
el criado también grita y vuelve corriendo a la habitación, tartamudeando que
la estatua ha aparecido como prometió. Llaman con fuerza a la puerta.
Leporello, paralizado por el miedo, no puede responder, de manera que abre la
puerta el propio Don Giovanni. Aparece el Comendador muerto. La figura se acerca
hasta Don Giovanni. Con la sobrenatural música en re menor de la obertura aún
más estremecedora por la voz de bajo ("Don Giovanni! a cenar teco
m'invitasti"–"¡Don Giovanni! Tú me invitaste a cenar contigo"),
el Comendador le ofrece una última oportunidad para arrepentirse, pero Don
Giovanni lo rechaza categóricamente. La estatua se hunde en la tierra y
arrastra consigo a Don Giovanni. El fuego del infierno, y un coro de demonios,
rodean a Don Giovanni conforme éste se hunde.
Llegan doña Anna, don Ottavio, doña Elvira, Zerlina y
Masetto, buscando al villano. No lo encuentran a él, sino a Leporello,
escondido debajo de la mesa, temblando por el horror sobrenatural que ha
presenciado. Don Giovanni está muerto. Anna y Ottavio se casarán cuando pase el
año de duelo de Anna; Elvira pasará el resto de su vida en un convento; Zerlina
y Masetto finalmente marcharán a su casa a cenar; y Leporello se irá a la
taberna para encontrar a un mejor amo.
El conjunto del final expresa la moraleja de la ópera –
"Tal es el fin de quienes hacen el mal: la muerte del pecador siempre
refleja su vida" ("Questo è il fin"-"Este es el fin").
En el pasado, el conjunto final a veces se omitía por directores que pretendían
que la ópera terminase cuando el personaje principal moría. Sin embargo, este
enfoque no ha pervivido, y los directores de hoy en día casi siempre incluyen
el final en su totalidad. La vuelta a la tonalidad de Re mayor y la inocente
simplicidad de los últimos compases concluyen esta obra.