En 1872 Camille Saint-Saëns contaba 37 años cuando compuso el Concierto para Violonchelo y Orquesta Nº 1 en La Menor Op. 33.
Por esos años Saint-Saëns había causado cierta controversia
dentro del círculo de músicos conservadores, que lo calificaban de joven
modernista y radical.
La partitura se la dedicó al violonchelista, violagambista y
lutier belga, Auguste Tolbecque, que pertenecía a una distinguida familia de
músicos cercanos a la Sociedad de Conciertos del Conservatorio de París, en la
que el violín y el piano eran los instrumentos solistas por excelencia.
Tolbecque se había ganado una reputación como profesor
con un conocimiento profundo de la historia, y las propiedades del instrumento, luchaba por intensificar el estatus del violonchelo.
El estreno se realizó el 19 de enero de 1873 en el
Conservatorio de París con Tolbecque como solista, con éxito y marcó un
reconocimiento a Saint-Saëns como compositor.
Un detalle no menor es que el Conservatorio de París solo
interpretaba obras de compositores ya consagrados.
Donald Francis Tovey fue pianista, compositor, musicólogo,
teórico de la música, crítico musical y periodista. En una oportunidad
escribió: “Aquí, por una vez, encontramos un concierto para violonchelo en que
el instrumento solista demuestra todo su registro sin la menor dificultad en
penetrar a la orquesta”.
A continuación, de Camille Saint-Saëns, el Concierto para
Violonchelo y Orquesta Nº 1 en La Menor Op. 33, en la versión de Sol Gabetta,
junto a la Orquesta Sinfónica Nacional de Dinamarca, dirigida por Paul McCreesh.