Manuel Martins, más conocido como Roberto Quiroga, nació en Avellaneda, Provincia de Buenos Aires, Argentina, el 16 de enero de 1911, y murió en la Ciudad de Buenos Aires, Argentina, el 1 de febrero de 1965. Compositor, cantante, guitarrista y actor.
El sitio www.todotango.com
publicó este recordatorio firmado por José Pedro Aresi.
Roberto Quiroga
Por José Pedro Aresi
Tan pronto nos adentramos en los comienzos de la vida de
quien, con el devenir del tiempo se convertiría en El Cantor del Pueblo,
encontramos divergencias acerca de su lugar de nacimiento y de su nombre de
pila.
Las opiniones se reparten entre Avellaneda, Provincia de
Buenos Aires, y el porteño barrio de Barracas. De todas maneras la diferencia
geográfica no sería tanta, si consideramos que a Avellaneda se la conocía con
anterioridad como Barracas al Sur y a ambas solamente las separa el Riachuelo.
En cuanto a su nombre de familia, también existe
controversia. Sus padres fueron Manuel Martins y Carolina Expósito. Si bien el
más aceptado es Manuel Martins, los autores Raúl Outeda y Roberto Cassinelli lo
mencionan como Carlos Martins y Horacio Ferrer, como Carlos Martino.
Debuta como solista en el año 1929 con el nombre artístico
de Carlos Martins y, en 1933, forma el dúo Vega-Martins, para después actuar
con el seudónimo de Carlos Rainer junto a los hermanos Neira. Como guitarrista,
acompañó posteriormente al cantor Agustín Magaldi, quién grabó el vals “El
unitario de San Miguel”, del cual Martins era autor. También compuso la canción
“Te llevo en el alma”.
Actuó como solista en diversas emisoras capitalinas y en
varios locales de tango. En el año 1940 don Osvaldo Pablo Valle lo induce a
adoptar como nombre artístico, el de Roberto Quiroga y, ese mismo año se
incorpora a la orquesta de del bandoneonista Ernesto de la Cruz.
En 1941 se incorpora a la orquesta de Julio De Caro y con el
autor de “Boedo” graba “De vuelta al bulín” y “El candombe”. En 1942 se une a
la Típica de Alberto Soifer, con quién graba para RCA-Victor, “Mi Buenos Aires
querido” y “Alondras”, una composición en arreglo de vals, compuesta por el
director del conjunto.
Para ese entonces se perfila claramente en Roberto Quiroga
su estilo gardeliano y sus éxitos, en bares y confiterías, lo llevan a ocupar
un lugar central en el programa auspiciado por Jabón Federal que en ese
entonces se irradiaba por Radio Belgrano. Durante sus actuaciones como solista
cantó preferentemente secundado por guitarras, si bien también lo hizo
acompañado por la Orquesta Típica Victor y por la de Héctor Artola.
Al crecer su popularidad, no obstante cierto cuestionamiento
por parte de sectores que lo consideraban un imitador de Carlos Gardel, Roberto
Quiroga es tentado para incorporarse al cine nacional y es así como, en 1948,
filma El cantor del pueblo y en 1949, Otra cosa es con guitarra y Cuidado con
las imitaciones.
En El cantor del pueblo es evidente la intención de los
productores del film de asociar la figura de Roberto Quiroga con la de Carlos
Gardel, pues al argumento elegido se agrega la participación de un actor que
arrastra reminiscencias gardelianas, tal el caso de Tito Lusiardo; quien con
Mario Fortuna y Ricardo Quiroga integran un trío de jóvenes humildes que buscan
alcanzar la fama como intérpretes de tango. La participación femenina fue
confiada a Perla Mux y Herminia Franco.
En su siguiente película, Otra cosa es con guitarra actúa
acompañado por Francisco Chiarmielo, Mario Fortuna, Marcos Zucker y en el film
participan también la orquesta de Domingo Federico, Jorge Vidal, Héctor
Larroca, Panchito Cao y Barry Moral.
En Imitaciones Peligrosas interviene, ya en un plano de
mayor igualdad, junto a Tito Martínez del Box, Carlos Castro (Castrito), Chela
Cordero, Marcelo Ruggero, La Cruzada del Buen Humor, Dorita Alonso y Délfor.
Estas tres películas fueron catalogadas como de calidad C,
lo cual parecería corroborar que lo que se pretendía explotar con ellas era la
popularidad del cantor, sin ocuparse demasiado por la calidad cinematográfica
de las mismas. Sin embargo, estas películas se exhibieron en el exterior y se
convirtieron en el vehículo que le permitió luego a Roberto Quiroga, realizar
giras exitosas que abarcaron todos los países de América.
En efecto, en diciembre de 1949 inicia una gira por los
Estados Unidos, recorriendo varios estados de la Unión. Luego se traslada al
Caribe, después a Venezuela y Colombia donde deja varios registros discográficos
con acompañamiento, respectivamente, de orquesta y guitarras.
En nuestro país continuó desarrollando su actividad
profesional, presentándose en diversas ciudades del interior y en varios
boliches tangueros de la capital; tal el caso del Bar Victoria, de la Calle
Corrientes —entre Thames y Serrano— y La Tablita de Avenida del Trabajo (hoy
Avenida Eva Perón) y Lautaro, en el barrio de Flores, donde actualmente se
encuentra instalado un local de una cadena de supermercados. Precisamente una
noche, actuando en dicho local, Quiroga sufre un derrame cerebral y fallece en la
ambulancia que lo trasladaba al Hospital Zubizarreta. Era el 1 de febrero de
1965 y el cantor recién había cumplido 54 años.
Según Oscar del Priore, Roberto Quiroga fue quien por
primera vez cantó los versos compuestos por Celedonio Flores del tango “Por qué
canto así”. En la grabación de ese tema, lo acompañaron las guitarras pulsadas
por Cornejo y Cáceres.
Durante su trayectoria, Roberto Quiroga dejó grabados
alrededor de 40 discos en estudios de Argentina, Venezuela y Colombia; siendo
acompañado en algunos por guitarras y en otros por orquestas tales como la de
los maestros Julio De Caro, Alberto Soifer, Ricardo Pedevilla, Alberto Dimaggio
y la Orquesta Típica Coca Cola, esta última, formada por la bebida auspiciante
para el programa radial La ronda musical de las Américas. Entre los
guitarristas que lo acompañaron en sus grabaciones, se destacaron Cornejo,
Cáceres, Avena, Demasi, Toto y Rolando.
Me contó Mario Bosco, que él presenció muchas escenas de la
película El cantor del pueblo cuando fueron filmadas en el Mercado de Abasto y
recordaba a Roberto Quiroga como un hombre educado, cálido y ubicado, que
durante los descansos comunes en toda filmación, jugaba al truco en el Bar
Universal de la calle Anchorena, entre Corrientes y Guardia Vieja (hoy Carlos
Gardel).
He mencionado que la figura de Roberto Quiroga fue resistida
por muchos sectores, por considerarlo un imitador del Zorzal Criollo. No deseo
terminar esta crónica sin repetir textualmente, la contestación que me dio
Oscar Ferrari, cantor contemporáneo de Quiroga, cuando le pedí su opinión al
respecto, Ferrari dijo: «Después que muere Gardel, los medios, las grabadoras,
todo el ambiente estaban esperando al nuevo Gardel y eso no se produjo, ni se
va a producir, porque Gardel hubo uno solo, ¡En hora buena! Pero Buenos Aires
quería encontrar al reemplazante de Gardel. Uno muy importante, no quiero decir
el primero, fue Roberto Quiroga y hasta se llegó a creer que él podría llegar a
ser el reemplazante de Carlos Gardel. El hombre llegó a interrumpir el tránsito
en la calle Corrientes, tuvo una difusión enorme, hizo tres películas, pero no
era El Morocho. Después vino Jorge Casal, también se lo esperó como el gran
cantor. Para mí Roberto Quiroga fue un muy buen cantor.»
Seguidamente le pregunté:
¿Usted piensa que ésa era su verdadera voz o imitaba a
Gardel?
«No, para mí era la voz de él.»
¿Entonces solamente se trataba de que Roberto Quiroga
cantaba en un estilo netamente gardeliano?
«Claro, también lo hizo Carlitos Acuña. Además el repertorio
gardeliano no va a morir nunca, porque es la fuente donde recurrimos todos.
¡Todos somos hijos de Gardel!»
A continuación, lo recordamos en el día de su nacimiento,
con De vuelta al bulín, con el Sexteto Julio de Caro.