Giuseppe Placido Nicolini, nació en Villazzano, Italia, el 6 de enero de 1877, y murió en su ciudad, el 25 de noviembre de 1973. Obispo.
En 1892, a los 15 años, ingresó en la Orden Benedictina en
la Abadía de San Giuliano en Génova. En 1899 se licenció en teología en Roma. Posteriormente
tuvo diversos destinos en su misión religiosa. Fue enviado al Monasterio de San
Benedetto, más delante pasó de Parma a Istria. En 1918 fue nombrado abad de la
Abadía de Santa Maria Assunta di Praglia. Entre 1919 y 1928 estuvo destinado en
la Abadía de SS. Trinidad de Cava de Tirreni. Posteriormente el Papa Pío XI, lo
ordenó obispo, y lo nombró ordinario de la diócesis de Asís. En 1939 promovió
la proclamación de San Francisco de Asís como santo patrón de Italia. Durante
la Segunda Guerra Mundial, Asís recibió a muchos judíos que huían, tanto italianos
como refugiados de Alemania, Austria y Francia. El obispo, junto con sus
colaboradores como don Aldo Brunacci, su secretario personal y el padre Rufino
Nicacci, custodio del convento de San Damián, lograron salvar a más de trescientos
judíos de la Shoá, vistiéndolos de religiosos, escondiéndolos en los
monasterios de la ciudad y proporcionándoles documentos falsos. En varias
oportunidades se vio en peligro con sus colaboradores, enfrentando a los
fascistas y los nazis. Creo y organizó una red de solidaridad que involucró a
sacerdotes y laicos de Umbria y otras regiones, entre ellos el famoso ciclista
Gino Bartali, que hizo muchos viajes en bicicleta transportando documentos y
fotos ocultos en los tubos del cuadro de su bicicleta, para que Luigi y Trento
Brizi, impresores de Asís, pudieran imprimir documentos falsos necesarios para
la huida de los refugiados judíos. A los 96 años regresó a su ciudad natal
donde falleció el 25 de noviembre de 1973. Fue enterrado en la Capilla de la
Virgen del Pianto, de la Catedral de San Rufino, en Asis. En 1977 fue
reconocido como Justo entre las naciones.