Christoph von Dohnányi nació en Berlín, Alemania, el 8 de septiembre de 1929. Director de orquesta.
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Nacido en Berlín en 1929, Christoph von Dohnányi fue
construyendo progresivamente una carrera a la altura de su raro y exigente
talento. Lejos de los focos rápidamente adquiridos, Dohnányi se sometió a las
exigencias de la ópera donde su arte alcanzó una certeza y precisión
incomparables. Su iniciación musical provino de una familia con una rica y
fuerte tradición musical (su abuelo, Ernő von Dohnányi, fue un reconocido
pianista y compositor cercano a Bartok y que también enseñó a Solti).
A pesar de esta prestigiosa herencia, Dohnányi no eligió
automáticamente un futuro en la música. En primer lugar, la guerra afectó
profundamente al joven cuyo padre fue asesinado por los nazis. Sin embargo,
después de estudiar derecho, el ejemplo de Solti influyó en que Dohnányi
volviera a dedicarse a la carrera musical. Dos encuentros serían decisivos: el
consejo que recibió de Fernc Fricsay y luego en 1952, cuando conoció a Leonard
Bernstein en Tanglewood.
Iba a comenzar un meticuloso aprendizaje del oficio. En
1957, Christoph von Dohnányi fue nombrado director musical de la Ópera de
Lübeck. Posteriormente ocupó puestos en Cassel (1963), Frankfort (1968) y la
Ópera de Hamburgo en 1975. Luego se convirtió en Director Musical de la
Orquesta de Cleveland en 1984. En 2004, fue nombrado director permanente de la
Ópera de París. Lejos de permitir que le dicten su repertorio, Dohnányi
confronta obras modernas difíciles (Schoenberg, Bartok, Schnittke y
Lutoslawsky) y revela los vínculos a veces tenues entre los compositores de
antaño y contemporáneos.
Christoph von Dohnányi resumió a Robert Parienté su
apreciación de las dificultades y peligros inherentes a las responsabilidades
de la dirección de orquesta. “La dirección de orquesta”, afirmó, “es una
profesión extraña, llena de múltiples contradicciones: de hecho, es una
actividad en la que la verdad está al lado de su contrario”. El foso de la
orquesta, siguiendo la tradición de los más ilustres directores de coro,
incluido este excepcional director, era sin duda el lugar más eficaz para el
aprendizaje musical, donde las obras maestras podían ser tratadas con la máxima
integridad.
A continuación, celebramos su cumpleaños, con su
interpretación de la Sinfonía nº 1 en Re Mayor, de Gustav Mahler, al frente de
la rquesta NDR de la Filarmónica del Elba.
