Hoyt Stoddard Curtin nació en Downey, California, Estados
unidos, el 9 de septiembre de 1922, y murió en Los Ángeles, California, Estados
Unidos, el 3 de diciembre de 2000. Compositor y productor.
El sitio www.themoviescores.com
publicó este recordatorio.
Hoyt Curtin
Downey, California, Estados Unidos, 9 de septiembre de 1922
– Westlake Village, Los Angeles, California, Estados Unidos, 3 de diciembre de
2000
El nombre de Hoyt Curtin está indeleblemente asociado a
Hanna-Barbera y al mundo de los dibujos animados. Fue director musical de ese
estudio liderado por William Hanna y Joseph Barbera durante décadas, y sus
melodías y tonadas reverberan en el recuerdo de varias generaciones de niños que
disfrutaron de esos entrañables cartoons.
Hoyt Stoddard Curtin nació en Downey pero creció en San
Bernardino, hijo de un ranchero que más tarde se dedicó al negocio de los
seguros y se convirtió en el asesor adjunto de ese condado.
Empezó a tocar el piano a la edad de 5 años y ganó un
concurso de canto patrocinado por un cine cuando tenía 11 años. Para el noveno
grado, tenía su propia orquesta y tocaba en bandas de jazz. Se graduó en la
Escuela Secundaria de San Bernadino en 1940 y en la Universidad del Sur de
California en 1943.
Después de graduarse fue asignado a la Universidad
Northwestern para un entrenamiento avanzado. Mientras estaba en la USC, se
enroló en la Marina y fue asignado a la base de destructores de San Diego,
sirviendo como alférez a bordo de uno de esos navíos de guerra en 1944. Cumplió
con su deber durante la Segunda Guerra Mundial en el sangriento escenario del
Pacífico y sufrió una herida de metralla en una de sus piernas.
Tras la guerra, completó su maestría en música en la
Universidad del Sur de California. Fue durante ese curso de maestría cuando
Hoyt decidió tomar un curso de composición para películas, dictado nada menos
que por el célebre Miklos Rozsa, mítico autor de bandas sonoras emblemáticas
como Ben-Hur y La jungla de asfalto.
MÚSICA TELEFÓNICA
Fascinado con esta rama de la música, se puso como meta
convertirse en compositor cinematográfico. Sin embargo, no fue el cine el que
lo convocó originalmente sino el mundo de los jingles comerciales, ambiente en
el que comenzó a trabajar y se ganó un importante lugar, hasta que la Columbia
lo introdujo en las salas de cine a través de unos cortos de dibujos animados
protagonizados por un peculiar y simpático viejecito calvo y miope, nada menos
que Mr. Magoo. Curtin musicalizó entre 1950 y 1956 una buena cantidad de esos
cartoons que eran distribuidos como complemento de las películas que se
estrenaban en los cines.
Pero su gran oportunidad le llegaría a finales de esa
década, cuando lo contrataron para ponerle música a un anuncio comercial de la
marca de cerveza Schlitz que se estaba produciendo en la MGM, bajo la
supervisión de dos jóvenes y prometedores productores: Bill Hanna y Joe
Barbera. Satisfechos y entusiasmados con la tarea de Curtin, lo llamaron y le
preguntaron si estaría interesado en colaborar en la música de una serie de
dibujos animados que estaban preparando para la cadena NBC de televisión que se
emitiría los sábados por la mañana: The Ruff and Ready Show, que sería su
primer cartoon televisivo. Curtin aceptó de inmediato.
En una llamada telefónica, los productores le pasaron la
letra y cinco minutos después Curtin les tenía lista una canción, que les
transmitió también telefónicamente. Hubo unos segundos de silencio en los que
Curtin creyó que le rechazarían, pero enseguida Bill y Joe le ofrecieron un
trato para grabarla. Era 1957, y ese fue el curioso inicio de una relación tan
extensa como fructífera, cuando Hanna-Barbera dejaron la MGM para formar su
propia compañía, que instalaron en Burbank, llevándose con ellos a Curtin, a
quien designaron director musical y que, con un contrato exclusivo, sería el
creador de temas y canciones de más de 200 cartoons de la factoría.
De esta forma, y muchas veces con el mismo procedimiento
telefónico de ida y vuelta, Curtin escribiría las canciones de super éxitos de
la H&B, como Los Picapiedra (The Flintstones, 1960-1966) y Los Supersónicos
(The Jetsons, 1962-1963). Más tarde comparaba las partituras con cintas de
vídeo o con los storyboards de los dibujos animados, asegurándose de que su
música acentuaba cada movimiento físico y estado de ánimo de los personajes.
«Todos nos divertíamos, y creo que la música lo demuestra», recordó Barbera en
una entrevista de 1986, reconociendo que Curtin era «un verdadero genio».
UNA CARRERA ANIMADA
Pero su prolífica obra no se quedaría allí. Su música sería
la carta de presentación de todos los programas de dibujos animados de la
productora durante décadas: Huckleberry Hound, Quick Draw McGraw, Yogi Bear,
Snagglepuss (El león Melquiades), Magilla Gorilla, Top Cat, Jonny Quest, The
Smurfs y muchos otros shows. Durante 25 años, Curtin compondría las canciones y
la música incidental de la mayoría de los más populares cartoons de
Hanna-Barbera.
Además, él mismo contrataba los músicos para las diferentes
orquestas y las conducía personalmente. Aunque prefería el jazz al rock, no
dejó de utilizar ambos estilos con gran facilidad. Para Los Supersónicos,
escribió el tema principal para una pequeña formación instrumental pero, a
pedido de Hanna, lo adaptó para una orquesta completa.
Además de su gran carrera en la televisión y los dibujos
animados, Curtin compuso un puñado de bandas sonoras para el cine, como For Men
Only (1952) un film noir dirigido y protagonizado por Paul Henreid, El ataque
de las mujeres araña (Mesa of Lost Women, Ron Ormond, 1953), cinta de horror de
clase Z, y Jail Bait (1954), uno de los despropósitos de Ed Wood, considerado
el “peor director de la historia”, y que cuenta con un joven Steve Reeves, en
su debut cinematográfico.
UN GRANDE DE LOS CARTOONS
Como el gran Carl Stalling, creador de la música de los
hiper famosos cartoons de la época dorada de la Warner Bros., como Bugs Bunny,
Daffy Duck, Porky, Silvestre y Piolín, El correcaminos y tantos otros
inolvidables personajes de la animación, que murió en 1972, Curtin, alma
musical de Hanna-Barbera, es considerado uno de los gigantes de la música de
los dibujos animados, junto a Scott Bradley, padre de la música de Tom y Jerry,
pareja animada también creación de H&B.
Una de las desventajas que ha traído la forma de trabajo de
Curtin, su velocidad para tener listo lo que le pedían, es que han quedado muy
pocos masters originales de sus grabaciones de bandas sonoras. Cuando Rhino
Records decidió editar aquel maravilloso compilado en 2 CDs de 1995, se
encontró con que, en muchos casos, la única fuente disponible eran los propios
cortometrajes. Por ejemplo, no existe ningún master del tema de Los Picapiedra.
Pese a todo, la música de Curtin sigue siendo recordada por generaciones de
fans, a través de cualquier medio que tengan a su alcance.
«Hoyt era el rey de los jingles», dijo Jean MacCurdy, el
presidente de la Warner Bros. Animation. «Su fuerte era crear temas que casi
cualquiera en la calle pudiera cantar en un abrir y cerrar de ojos. Era
realmente notable».
Curtin, murió el 3 de diciembre de 2000 en el hospital
Thousand Oaks de Westlake Village, zona donde residía desde hacía mucho tiempo.
Tenía 78 años. Le sobrevivieron su esposa Elizabeth, su hijo Christopher, de
Simi Valley, su hermano John, de Carlsbad, y tres nietos.
Eduardo J. Manola – 11 de enero de 2021
A continuación, lo recordamos en el día de su nacimiento,
con tres de sus grandes éxitos: Los Autos Locos, Don Gato y su Pandilla, y Los
Picapiedra.