Carlos Vieco Ortiz nació en Medellín, Colombia, el 14 de marzo de 1900, y murió en su ciudad, el 13 de septiembre de 1979. Compositor.
El sitio www.fundacionbat.com.co
publicó este recordatorio.
Carlos Vieco Ortíz
"Señor, mientras tus plantas nazarenas
suben hacia la cumbre del calvario..."
Extraordinario compositor y músico nacido en Medellín el 14
de febrero de 1900, hijo del también músico, compositor y pintor Camilo Vieco.
Alumno de los maestros Eusebio Ochoa, Jesús Arriola y
Gonzalo Vidal, es probablemente el compositor colombiano de más extensa y
reconocida producción musical.
"Echen pal morro" fue su primera composición,
hecha en el año de 1924 como referencia al hábito de los medellinenses de esa
época de subir a un cerro cercano, "El volador", para orar ante una
imagen del cristo redentor colocada allí. Luego le pone música a uno de sus
mayores éxitos, "Las Noches de Agua de Dios", sobre un texto del
periodista León Roch quien los envió desde ese sanatorio a Medellín para que
uno de los grandes compositores del momento los musicalizara, pues querían
presentar el tema, ya en forma de canción, durante un homenaje que se le
rendiría a Luis A. Calvo, interno en dicho reclusorio. La idea fue propuesta y
los versos fueron presentados a los maestros Gonzalo Vidal y Nicolás Molina,
pero ambos declinaron la responsabilidad no sin antes recomendar a Carlos
Vieco, "ese muchacho tan entusiasta", para que lo hiciera. El éxito
del tema fué sencillamente atronador cuando se estrenó la obra de Vieco con
ritmo de danza.
Luego vienen otra interminable serie de títulos famosos como
"Triste y Lejano", "Al calor de tu afecto", "Honda
pena", "Siempre tienes fría el alma", "Invierno y
Primavera", "Plegaria", "Sed", "Raza",
"Es ya tarde", "Patasdilo", "Lluvia de plata",
"Ruego", "Primavera en Medellín", "Hay que
partir", "Raza", "Sin que tú me hicieras nada",
"Plegaria al sol", "Estando tan ausente" y muchísimos otros
más. Se dice que alcanzó a componer más de 2.000 obras, muchas de las cuales
aún siguen inéditas pero afortunadamente conservadas en buena parte por sus
herederos.
Era casi una obligación de escritores y poetas el buscar al
maestro Vieco para que les musicalizara sus obras, y es así como a muchos, a muchísimos
de ellos les musicalizó sus letras.
Deben destacarse sus composiciones sobre textos de los
poetas Tartarín Moreira, Santiago "El Caratejo" Vélez, Roberto Muñoz
Londoño, etc... Pero con quien hizo la "llave" de mayor resonancia fue
con el poeta de Anorí, Antioquia, Pablo Restrepo López, conocido literariamente
con el seudónimo de León Zafir. Sobre textos de éste compuso varias de sus más
famosas canciones como "Hacia el calvario", "Tierra
labrantía", "Cultivando rosas", y otras más.
Recibió múltiples distinciones como "La Cruz de
Boyacá", "La Estrella de Antioquia", "La Medalla al Mérito
del Instituto Colombiano de Cultura" y otras más. El teatro al aire libre
del Cerro Nutibara en Medellín lleva su nombre, también como un homenaje más de
la Alcaldía de Medellín a su ilustre hijo y compositor.
"Funmúsica", como homenaje a la memoria del
maestro Carlos Vieco Ortiz, ha decidido que sea su nombre y su obra quienes
reciban en el año 2000 el homenaje que cada año el "Festival Mono
Nuñez" rinde a uno de los grandes de la música colombiana, homenaje que en
1997 se rindió a Benigno Núñez, en 1998 a José Alejandro Morales y en 1999 a
Efraín Orozco.
La muerte del Maestro Vieco en Medellín el 13 de septiembre
de 1979 produjo hondo duelo nacional.
A continuación, lo recordamos en el día de su nacimiento,
con dos obras: La noche, en la versión del Coro de Cámara Universidad de
Medellín, dirigido por Diana Cárdenas García, y Hacia el Calvario, en la
versión de Jorge Marin Vieco, en piano.