Ricardo Rafael de la Santísima Trinidad Castro Herrera, más conocido como Ricardo Castro, nació en Durango, México, el 7 de febrero de 1864, y murió en Ciudad de México, México, el 28 de noviembre de 1907. Pianista y compositor.
El sitio www.inba.gob.mx
publicó este recordatorio.
MÚSICA
Ricardo Castro, figura clave entre los pianistas del siglo
XIX, legó valses, óperas, polonesas y mazurkas
Boletín No. 145 - 07 de febrero de 2020
El 7 de febrero se conmemora el 156 aniversario del
natalicio de quien fuera director del Conservatorio Nacional de Música
Su aspecto lánguido y romántico atraía multitudes, al igual
que hoy lo hacen cantantes y músicos de diversos estilos; en su época se
formaban largas filas, sobre todo de mujeres, para escuchar a Ricardo Castro
tocar el piano.
Considerado el último romántico del porfiriato, también fue
de los primeros artistas en realizar giras artísticas por toda la República
Mexicana, transportando en tren el piano que le regaló el director del
periódico El Imparcial; además de presentarse en escenarios de Estados Unidos y
Europa, alternaba sus recitales con cursos y conferencias magistrales en los
conservatorios de París, Berlín, Londres, Bruselas, Roma, Milán y Leipzig.
Sus dotes para tocar el piano hicieron que la familia se
trasladara a la Ciudad de México, donde ingresó a los 13 años al Conservatorio
Nacional de Música (CNM), del que años más tarde se convertiría en el sexto
director.
Valses, polonesas, mazurkas, ópera, música de cámara,
sinfonías, un concierto para violonchelo y orquesta, el cual fue estrenado en
Amberes, Bélgica, así como un concierto para piano y orquesta, el primero
escrito en América Latina, son entre otras las obras del compositor Ricardo
Castro.
El vals Capricho, las óperas Atzimba, La leyenda de Rudel,
Don Juan de Austria, Satán vencido, El beso de la Rousalka, son algunas de sus
obras.
Su obra tiene influencia de la música clásica francesa y de
su admirado Federico Chopin, aunque no son copias, no se repite a sí mismo,
afirmó la especialista Aurea Maya, del Centro Nacional de Investigación,
Documentación e Información de la Música (Cenidim). A su vez, Castro influyó en
compositores como Manuel M. Ponce.
Ricardo Rafael de la Santísima Trinidad Castro Herrera nació
el 7 de febrero de 1864 en la Hacienda de Santa Bárbara, municipio de Nazas,
Durango, y falleció a los 43 años de edad.
Hijo del diputado federal Vicente Castro y la señora María
de Jesús Herrera, Ricardo fue inscrito a los seis años en clases de música con
el maestro Pedro H. Cisneros.
Juan Salvatierra y Julio Ituarte fueron sus maestros de
piano y Melesio Morales de armonía y composición. Concluyó en la mitad del
tiempo el programa de estudios de 10 años en el CNM e inició su carrera como
concertista y compositor aún antes de concluir.
A los 16 años ganó un premio como pianista en la Exposición
de Querétaro y otro como compositor en la Exposición de Veracruz. A los 19
años, en 1883, finalizó su Primera Sinfonía en Do menor titulada Sagrada.
Junto con Gustavo Ernesto Campa, Juan Hernández Acevedo y
Pablo Castellanos, fundó el Instituto Musical Campa Hernández Acevedo, donde
impartía clases teóricas y prácticas de piano. Para entonces, Ricardo Castro
era ya muy famoso, tanto en México como en el extranjero, por sus composiciones
y su virtuosismo como intérprete.
También fue fundador, al lado de otros compositores, de la
Sociedad Anónima de Conciertos, con la cual estrenó varias obras para piano y
orquesta y de la Sociedad Filarmónica Mexicana, creada para la difusión de la
música de cámara.
En 1903, al término de un concierto, el poeta Amado Nervo
dio a conocer que, en nombre de la Secretaría de Justicia e Instrucción
Pública, encabezada por Justo Sierra, el gobierno del general Porfirio Díaz le
otorgaba al pianista una beca de cinco mil francos mensuales para que en París
se perfeccionara.
Permaneció tres años en Europa donde varias de sus piezas
fueron publicadas por casas editoras de París, Berlín y Londres, además de la
Casa Wagner.
Al volver a México, en 1906, fue nombrado director del
Conservatorio Nacional de Música y Declamación por Justo Sierra, asumiendo el
puesto desde el 1 de enero de 1907 hasta el día de su muerte, el 28 de
noviembre de ese año.
Con motivo del 150 aniversario de su natalicio, en 2014, se
hizo la reposición del segundo acto de la ópera Atzimba —a cargo del compositor
Arturo Márquez—, partitura que se perdió en 1957 durante la presentación que se
hizo de la obra, con motivo del cincuenta aniversario de su fallecimiento.
Ricardo Castro es figura clave entre los pianistas de
finales del siglo XIX y principios del XX. A decir de varios investigadores e
intérpretes, aún hay mucho por descubrir en su obra.
A continuación, lo recordamos en el día de su nacimiento,
con el Concierto para Violonchelo y Orquesta en Do Menor, en la versión de Carlos
Prieto, junto a la Orquesta Sinfónica de Berlín, dirigida por Jorge Velazco.