El 11 de abril de 1961 comenzó el juicio al genocida nazi Adolf Eichmann, el tribunal se constituyó en Jerusalén y fue presidido por los jueces Moshe Landau, Benjamin Halevy y Yitzhak Raveh. Su abogado defensor fue Robert Servatius.
Eichmann alegó en su defensa que las acciones que cometió fueron
bajo la obediencia debida a sus superiores y que estos se aprovecharon de esta
característica. El jurado lo encontró culpable de genocidio.
El juicio finalizó el 15 de diciembre de 1961, y el tribunal lo
condenó a morir en la horca por crímenes contra la Humanidad. Este juicio está
considerado como la gran causa judicial del Estado de Israel.
La sentencia se cumplió la madrugada del 31 de mayo de 1962
en la prisión de Ramla, sus restos fueron incinerados y las cenizas dispersadas
en el mar Mediterráneo, y fuera de las aguas jurisdiccionales de Israel.