En
el verano de 1819 el editor musical de Berlín, Moritz Schlesinger,
le escribió a Beethoven para iniciar negociaciones para la compra
de obras y su posterior edición. Luego de las negociaciones, en mayo
de 1920, Beethoven se comprometió a entregar las composiciones en el
lapso de tres meses.
Beethoven entonces concibió el plan de sus últimas tres
sonatas para piano, op. 109, 110 y 111, durante el verano 1820,
mientras trabajaba en la Missa Solemnis.
Sin embargo, al igual que con muchas de sus otras obras, la
composición de la sonata Nº 32 fue un proceso largo y complejo.
Por
diversas razones, Beethoven no cumplió con los tiempos establecidos y
finalmente completó la sonata Nº 32 en enero de 1822.
Completamos este ciclo con la Sonata para Piano Nº 32 en Do Menor Opus 111, de Ludwig van Beethoven, en la interpretación de Daniel Barenboim.