Arthur Ignatius Conan Doyle nació en Edimburgo, Escocia, Reino Unido, el 22 de mayo de 1859 y murió en Crowborough, Reino Unido, el 7 de julio de 1930. Escritor y médico.
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este recordatorio
Arthur Conan Doyle
(Edimburgo, 1859 - Crowborough, Reino Unido, 1930) Novelista
británico. De familia escocesa, estudió en las universidades de Stonyhurst y de
Edimburgo, donde concluyó la carrera de medicina. Entre 1882 y 1890 ejerció
como médico en Southsea (Inglaterra). Para redondear sus magros ingresos
publicó una novela de intriga, Estudio en escarlata, que se convertiría en el
primero de los sesenta y ocho relatos en los que aparece uno de los detectives
literarios más famosos de todos los tiempos, Sherlock Holmes.
En un momento de auténtica inspiración, basándose en el
copotragonismo de caballero y escudero en Don Quijote de la Mancha, modelo que
tantos novelistas han seguido, Arthur Conan Doyle creó al doctor Watson, un
médico leal pero intelectualmente torpe que acompaña a Sherlock y escribe sus
aventuras. En julio de 1891 empezó a publicar en la revista Strand Magazine las
andanzas de su personaje, inspirado parcialmente en uno de sus profesores de la
universidad, que abogaba por seguir estrictos razonamientos deductivos en todos
los órdenes de la vida.
En 1893, harto de Sherlock, decidió darle muerte en la
ficción junto a su enemigo mortal, el maligno profesor Moriarty; pero a causa
de la presión de sus lectores, debió resucitar al detective en 1902, con El
sabueso de los Baskerville. Doyle adornó a su personaje con ciertos rasgos muy
reveladores de los estereotipos de la clase alta victoriana: afición a la
cocaína, destreza en la música (sobre todo con el violín), bruscos accesos de
euforia y de melancolía, misoginia y, por supuesto, patriotismo al servicio
indiscutible del imperio inglés.
De este fervor da cuenta su apasionada escritura de panfletos y artículos a favor de su país en la guerra de los boers, como La guerra en Sudáfrica (1900), y también los seis volúmenes titulados The British Campaign in Flanders (1916-1919). Además de las novelas de intriga, Doyle practicó aceptablemente el género histórico en Michael Clarke (1888), La compañía blanca (1890) o Rodney Stone (1896), así como el drama en Historia de Waterloo (1894). Son curiosas sus incursiones en la ciencia-ficción: The Lost Word (1912) y The Poison Belt (1913).
El autor sufrió una crisis tras la muerte de su hijo mayor en las trincheras de la Primera Guerra Mundial y se dedicó, con la energía que lo caracterizaba, a difundir el espiritualismo, sobre todo en The Wanderings of a Spiritualist (1921) y The History of Spiritualism (1926). Cuatro años antes de morir publicó su autobiografía, Memorias y aventuras.
Las novelas de Sherlock Holmes han suscitado un culto de gran arraigo tanto de los lugares e indumentarias del personaje como de su ficticio domicilio en Londres. Existe una vasta cantidad de publicaciones pseudoeruditas que se ocupan del excéntrico personaje. Dentro de la historia de la novela detectivesca, Holmes es en muchos aspectos heredero de Augusto Dupin, protagonista de los tres relatos de Edgar Allan Poe (Los crímenes de la calle Morgue, El misterio de Marie Rogêt y La carta robada) que supusieron la fundación del género. Junto con Agatha Christie, Arthur Conan Doyle es considerado el maestro de la edad clásica de la narrativa policial.
A continuación, recordamos a Arthur Conan Doyle, con un fragmento de una filmación de 1927, donde habla sobre Sherlock Holmes y el espiritismo.