Jacinto Guerrero Torres nació en Ajofrín, España, el 16 de
agosto de 1895, y murió en Madrid, España, el 15 de septiembre de 1951. Músico
y compositor.
El sitio www.dbe.rah.es
publicó este recordatorio firmado por Leticia Martín Ruiz.
Jacinto Guerrero Torres
Biografía
Guerrero Torres, Jacinto. Ajofrín (Toledo), 16.VIII.1895 –
Madrid, 15.IX.1951. Compositor.
La afición musical nació pronto en Jacinto Guerrero, ya que
su padre, Avelino Guerrero Cruz, era el director de la banda de música de
Ajofrín, donde él comenzó a tocar el bombo y los platillos, intentando así
poder obtener algún dinero. En esa época su padre también era el encargado de
programar la zarzuela en el pueblo toledano, por lo que también comenzó a
conocer el repertorio de zarzuela del momento.
Con sólo nueve años sufrió una de las más importantes
pérdidas de su vida, falleció su padre, lo que supuso para él también muchos
cambios, entre otros su ingreso en el Colegio de Infantes de Toledo. Allí
también siguió en contacto con la música ya que cantaba como “seise” de la
catedral y se formaba en Polifonía, Canto Llano, Violín y Piano. En este colegio
conoció a Agustín Moreno Pavón.
De esta época son sus primeras obras, una salve a cuatro
voces que dirigió él mismo en la procesión de la Virgen de la Esperanza de
Toledo y, muy especialmente, su Himno a Toledo, gracias al cual consiguió una
beca de la Diputación y del Ayuntamiento de dicha ciudad, por lo que se
trasladó a Madrid en 1914.
En estos años, antes de entrar en el conservatorio, recibió
algunas clases de Conrado del Campo y pronto conseguiría entrar como alumno
oficial y obtuvo las mejores calificaciones. Para subsistir durante este tiempo
escribió cuplés y coplas para teatros, tocó en todo tipo de ceremonias. En el
año 1915 ingresó como 2.º violín del teatro Apolo, por lo que comenzó a estar
en contacto con el mundo de la música y la escena.
En 1917 obtuvo por unanimidad, el diploma de 1.ª Clase de
Armonía en el Conservatorio de Madrid y empezó a tocar como violinista en el
teatro Apolo.
Su primera obra, La de la cara de Dios, un sainete de
costumbres madrileñas, fue compuesta en 1918, aunque no sería estrenada. Hasta
el año siguiente no consiguió su primer estreno escénico, la humorada
sainetesca El camino de Santiago, con libreto de Ángel y Manuel Díez Enrich en
el teatro Martín.
Su primer éxito importante llegó con el estreno de La pelusa
o el regalo de reyes en el teatro de La Latina, se hicieron más de cien
representaciones. Gracias a este estreno tuvo mayor estabilidad económica,
además de que se le ofreció el puesto de pianista en el teatro Fuencarral.
Tras este difícil comienzo se sucedieron los estrenos uno
tras otro, a la vez que su posición en el mundo de la música se iba asentando.
Su hermano Inocencio le sustituyó en el teatro Fuencarral, mientras que él
pasaba a dirigir la orquesta del teatro Cervantes. Su primer estreno en el teatro
Apolo fue La hora del reparto en 1921. En ese año, gracias a la intervención
del barítono Emilio Sagi-Barba con los empresarios del teatro Tívoli de
Barcelona, se estrenó allí La Alsaciana, que ratificó el éxito de Jacinto y
marcó su acercamiento al género de la opereta.
La década de 1920 fue la gran época creadora de Jacinto
Guerrero, años en los que se gestaron sus principales títulos en zarzuela. La
montería fue estrenada en el teatro del Circo de Zaragoza en 1922, obra que
constituye un hito en la carrera del maestro y marca su reconocimiento
definitivo al representarse al año siguiente en el teatro de la Zarzuela. Un
éxito similar obtuvo con otra zarzuela, Los gavilanes, su primera incursión en
la llamada zarzuela grande. En 1924 estrenó su primera obra en colaboración con
Federico Romero y Guillermo Fernández-Shaw, La sombra del Pilar. Ese mismo año
estrenó en Madrid Don Quintín el Amargao, obra que representa al género sainete
tradicional de final del siglo xix. Tuvo tanto éxito que llegó a estar
representado en tres teatros madrileños a la vez: el Pavón, el Novedades y el
Apolo.
Cuando su éxito estaba ya más que consagrado, pidió a Juan
Ignacio Luca de Tena un libro de tema toledano, con intención de escribir una
obra en homenaje a su tierra natal. Este libro fue El mesón del sevillano de
Diego San José de la Torre, obra en la que incluso aparece como personaje
Miguel de Cervantes.
A esta obra pertenece uno de los números más conocidos del
maestro, “Fiel espada triunfadora”. El éxito en su estreno vino en gran parte
por sus intérpretes, Jesús Navarro en el papel de Cervantes y los cómicos Lledó
y Aparicio.
Tras este gran éxito se sucedieron algunos estrenos menores,
como El sobre verde, que se estrenó en el teatro Victoria de Barcelona y el Apolo
de Madrid en 1927. En una función, el 27 de mayo de 1927, se celebró un
homenaje al maestro Guerrero, al que asistió Alfonso XIII y se interpretaron
muchos de sus chotis. Durante el año 1928 se produjeron algunos estrenos,
aunque los más destacables fueron, sin duda, Martierra y la revista La orgía
dorada, con libreto de Pedro Muñoz Seca, donde se cantaba la marcha-pasodoble
Soldadito español, que dio a Guerrero una fama desbordante.
El año 1929 está marcado por la clausura del teatro Apolo de
Madrid y un viaje a París donde Raquel Meller presentó la revista París-Madrid,
un montaje realizado con fragmentos de composiciones suyas anteriores.
Su siguiente composición para zarzuela grande fue La rosa
del azafrán, con libreto de Federico Romero y Guillermo Fernández-Shaw, que
revisaba El perro del hortelano de Lope de Vega, estrenada en marzo de 1930 en
el teatro Calderón de Madrid, donde se representó varios cientos de veces. Con
esta obra incluso llegó a Hispanoamérica, cosechando un importante éxito en
Argentina. Allí desarrolló dos giras de dos compañías, una de zarzuela y otra
de revista.
A petición del director George Berthold Samuelson compuso la
música para la película La canción del día, una de las primeras realizaciones
sonoras en español y la primera incursión en el cine del maestro Guerrero.
En el año 1931 recibió la Cruz de Isabel la Católica.
En ese mismo año se iniciaron las obras del teatrocine
Coliseum, proyecto del compositor realizado por los arquitectos Casto
Fernández-Shaw y Pedro Muguruza al final de la Gran Vía madrileña. Es
considerado uno de los edificios más interesantes construidos durante la
Segunda República; se inauguró en 1932.
El proyecto fue analizado y descrito en diferentes artículos
de la revista Cortijos y rascacielos, publicación dirigida por el propio Casto
Fernández-Shaw. Se trataba de un edificio mixto con teatro y viviendas, la
primera de las cuales es hoy la sede de la Fundación Jacinto e Inocencio
Guerrero. Terminado el teatro, se formó la Sociedad Anónima de Espectáculos
Públicos, que daba a conocer su programación a través del Noticiario Coliseum.
Desde el principio, la sala aunó programación cinematográfica, teatro y teatro
musical.
De hecho aparece como uno de los teatros dedicados a las
representaciones líricas junto a los de la Zarzuela, Calderón, Fuencarral,
Ideal, Latina y Rialto en el anuario de 1933. Guerrero estrenó en 1934 dos
sainetes líricos, Los maestros canteros y La mentira mayor, así como la
zarzuela Colores y barro, con libreto de los hermanos Álvarez Quintero.
En el mes de abril participó como miembro fundador en la
asociación Cinematografía Española y Americana (CEA) bajo la presidencia de
Jacinto Benavente, y con intención de dedicarse a la producción y explotación
de películas cinematográficas españolas.
Desde entonces colaboró activamente componiendo música para
diferentes películas.
En febrero de 1935 Guerrero pasó a formar parte de la nueva
Junta Nacional de Música y Teatros Líricos, junta asesora no ejecutiva del
Ministerio de Cultura.
Otros miembros de esta junta fueron Jacinto Benavente,
Eduardo Marquina, Carlos Arniches, Antonio Estremera, Tomás Borras, Francisco
Alonso o José Serrano, todos ellos propuestos por la Sociedad General de
Autores.
Al estallar la Guerra Civil, Guerrero viajó a París y más
tarde se instaló en San Sebastián, donde estaba su familia, volviendo a Francia
de forma esporádica. Tras la guerra, su primer estreno fue la obra Carlo Monte
en Monte Carlo, opereta en catorce cuadros, con libreto de Enrique Jardiel
Poncela. Esta obra marcó un giro en la producción del maestro Guerrero, que a
partir de esta fecha y hasta su muerte prácticamente se dedicó con exclusividad
a la revista.
En el teatro Coliseum se estrenaron algunos títulos nuevos
del maestro, pero en ningún caso pudieron igualar a éxitos anteriores, como La
canción del Ebro (1941) o La Lola lozana (1942), que fue muy bien considerada
por la crítica y comentada por algunos como su mejor obra dentro del género de
la zarzuela clásica. En 1943 una obra de Guerrero clausuró la programación
lírica del teatro Coliseum, Lluvia de besos, destinado desde entonces sólo a la
proyección cinematográfica.
En 1943 recibió la Encomienda de Alfonso X el Sabio y en
1944 estrenó el que fue uno de sus últimos éxitos, la opereta cómica ¡5 minutos
nada menos!, que alcanzó más de mil ochocientas representaciones seguidas en el
mismo escenario madrileño.
Guerrero siempre estuvo presente en los diferentes hitos de
la música y la escena, así como también en el cine. Fue el compositor de la
música de la primera película de dibujos animados española, Garbancito de la
Mancha, estrenada en mayo de 1945 en el Palacio de la Música.
En 1946 tomó posesión como concejal delegado de la Banda
Municipal del Ayuntamiento de Madrid, siendo la primera vez que un músico ocupó
un cargo de este tipo. Este año realizó su segundo viaje a América, recibiendo
un homenaje en Buenos Aires.
En 1947 se produjo el polémico estreno de La blanca doble,
revista estrenada en el teatro de La Latina con gran éxito, pero muy criticada
por algunos sectores de la sociedad, que la consideraban atrevida en exceso,
consiguiendo incluso que el cardenal Segura amenazara a sus fieles con penas
canónicas para quien asistiera a verla.
En 1948 dimitió como concejal del Ayuntamiento de Madrid
para ocuparse de la presidencia de la Sociedad de Autores, sustituyendo al
maestro Alonso, fallecido en mayo de ese año. Este cargo le hizo viajar en
varias ocasiones por diferentes ciudades del mundo, Nueva York, París,
Bruselas, Lisboa. Su implicación con la Sociedad General de Autores le llevó a
adquirir su actual sede, el palacio de Longoria.
En 1951 se celebraron diferentes actos en su honor, en un
homenaje en el teatro Albéniz recibió la Medalla del Trabajo, y el Ayuntamiento
le regaló una batuta de oro. En Toledo recibió un homenaje en el que le dieron
su nombre a una calle, y se estrenó el “Tríptico toledano”.
Comenzó la composición de El canastillo de fresas, zarzuela
de siete cuadros y una evocación, que dejó inconclusa, a falta de orquestación,
por su fallecimiento repentino en septiembre de este año. Su hermano Inocencio
promovió, tras su muerte, la finalización de la obra, encargando la
orquestación de cada uno de los “siete cuadros y evocación” a un compositor
diferente. Participaron en el proyecto Conrado del Campo, Enrique Estela, Jesús
García Leoz, José Luis Lloret, Agustín Moreno Pavón, Federico Moreno Torroba,
Daniel Montorio, José Olmedo, Manuel Parada, Juan Quintero, Jesús Romo y
Ernesto Rosillo.
La obra fue estrenada el 16 de noviembre de 1951 en el
teatro Albéniz de Madrid, a modo de homenaje póstumo al maestro Guerrero,
obtuvo un gran éxito.
De hecho, a propuesta de Luis Fernández Ardavín, Guillermo
Díaz Plaja y Antonio Fernández-Cid, se otorgó a El canastillo de fresas en 1952
el galardón como mejor obra lírica.
Su entierro constituyó una gran explosión del fervor
popular. A título póstumo recibió la Medalla de la Diputación Provincial de
Madrid.
Tras su fallecimiento, su hermano Inocencio fue el encargado
de promover su obra y su vida por todo el mundo, instaurando con este fin, en
1982, la Fundación Jacinto e Inocencio Guerrero.
Obras de ~: Como los ojos de mi morena, sainete lírico,
1919; El camino de Santiago, humorada, 1919; La Pelusa, sainete, 1920; Colilla
IV, zarzuela, 1920; La cámara oscura, revista, 1920; El oso y el madroño, 1921;
La Alsaciana, zarzuela, 1921; Aleluyas de Madrid, 1921; Manolita la peque,
entremés, 1921; El Otelo del barrio, sainete, 1921; La hora del reparto,
sainete, 1921; Señoras, a sindicarse, humorada, 1921; El número 15, sainete,
1922; Picardías, sainete lírico, 1922; La montería, zarzuela, 1922; El rey
nuevo, zarzuela, 1923; Sole la peletera, sainete lírico, 1923; La luz de
Bengala, zarzuela, 1923; Los gavilanes, zarzuela, 1923; Cándido tenorio, 1923;
A la sombra, sainete, 1924; Cómo se hace un hombre, sainete, 1924; Lo que va de
ayer a hoy, zarzuela, 1924; La sombra del Pilar, zarzuela, 1924; Todo el mundo
futbolista, entremés, 1925; María Sol, zarzuela, 1925; El collar de Afrodita,
ópera, 1925; Por los flecos del mantón, sainete, 1925; El huésped del
sevillano, zarzuela, 1926; Me casó mi madre, sainete, 1926; El sobre verde,
sainete, 1927; Cornópolis, fantasía cómico-lírica, 1927; Ole ya, revista
lírica, 1927; Las alondras, comedia lírica, 1927; La orgía dorada, revista,
1928; Viva la cotorra, andaluzada, 1928; Martierra, zarzuela, 1928; Abajo las
coquetas, descubrimiento científico, 1928; Arriba y abajo, quisicosa
cómico-lírica, 1929; El mantón español, zarzuela, 1929; El país de los tontos,
travesía amorosa, 1930; Ramón del alma mía, humorada, 1930; La rosa del
azafrán, obra teatral, 1930; Campanela, zarzuela, 1930; La sal por arrobas,
1931; Miss Guindalera, sainete lírico, 1931; Todo a 65, revista, 1931; La loca
juventud, zarzuela, 1931; La fama del tartanero, zarzuela, 1932; El ama,
comedia, 1933; SOS Goal!, revista, 1933; La camisa de la Pompadour, historieta
cómica, 1933; Colores y barro, zarzuela, 1934; Los maestros canteros, sainete
lírico, 1934; Hip, hip, hurra, obra teatral, 1935; La cibeles, pasacalle, 1936;
Alo Hollywood, comedia musical, 1936; Los apaches, francesada; 1938; Los
brillantes, sainete, 1938; Carlo Monte en Monte Carlo, obra teatral, 1939; La
calle 43, obra teatral, 1940; El mago cosquillas, cuento infantil, 1941; La
canción del Ebro, zarzuela, 1941; Negocio redondo, zarzuela, 1941; Déjate
querer, zarzuela moderna, 1942; La media de cristal, zarzuela cómica, 1943;
Cinco minutos nada menos, obra teatral, 1944; Tiene razón don Sebastián,
sainete lírico, 1944; La blanca doble, obra teatral, 1947; La canción de la
huerta, obra teatral, 1949; Los países bajos, comico-lírica, 1949; El beso de
la zahorí, zarzuela, 1951; Allo marte, fantasía, 1951; El canastillo de fresas,
zarzuela, 1951; El tercer hombro, obra teatral, 1951; Espabíleme usted al
chico, obra teatral, 1952.
Bibl.: G. Fernández-Shaw, Célebres músicos de España,
Barcelona, Ediciones GP, s. f.; F. Serrano Anguita, Jacinto Guerrero. Buen
maestro y gran amigo, Valladolid, Gráficas Castilla, 1951; J. I. Luca de Tena,
Mis amigos muertos, Barcelona, Planeta, 1971; M. Herrejón Nicolás, El maestro
Jacinto Guerrero, Toledo, Instituto Provincial de Investigaciones y Estudios
Toledanos, 1982; X. Aviñoa, Los Gavilanes. Estudio, análisis y comentarios para
una rápida comprensión, Barcelona, Daimón, 1983; E. Sanz Vélez, Jacinto
Guerrero. Una biografía y dos estudios, Premio El Maestro Guerrero y su Tiempo
de la Fundación Jacinto e Inocencio Guerrero en 1984 (inéd.); F. Vizcaíno
Casas, Personajes de entonces..., Barcelona, Planeta, 1984; A. Fernández-Cid,
El maestro Guerrero y su estela, Madrid, Fundación Jacinto e Inocencio
Guerrero, 1994; VV. AA., Jacinto Guerrero, de la zarzuela a la revista, ed. de
A. González Lapuente, Madrid, Fundación Jacinto e Inocencio Guerrero, Sociedad
General de Autores y Editores, 1995; M. P. Espín Templado, El teatro por horas
(1870-1910), Madrid, Fundación Jacinto e Inocencio Guerrero, Instituto de
Estudios Madrileños, 1995; J. Carabias, El maestro Guerrero fue así, Madrid,
Fundación Jacinto e Inocencio Guerrero, Biblioteca Nueva, 2001.
Leticia Martín Ruiz
A continuación, lo recordamos en el día de su nacimiento,
con la Romanza No Me Duele Que Se Vaya, de la zarzuela La Rosa del Azafrán, en
la versión de Teresa Berganza, mezzo soprano, y la Gran Orquesta Sinfónica,
dirigida por el Nicasio Tejada.