Harry Rodger Webb, más conocido como Cliff Richard, nació en Lucknow, India, el 14 de octubre de 1940. Cantante, músico, productor, actor y filántropo.
El sitio www.historiasderock.com
publicó esta biografía.
¡Cuántas jovencitas han perdido el sueño por Cliff Richard!
¡Cuántos corazones han palpitado sufriendo de placer al escuchar su voz!
¡Cuánta nostalgia ha coleccionado su cara de eterno jovencito: incluso ahora
que las arrugas y las canas marcan irremediablemente su imagen musical! Cliff
Richard ha sido un poco de todo: la respuesta europea a Elvis Presley; la punta
de lanza de una nueva corriente musical británica; el predecesor de The
Beatles. Su éxito fue grande, pero hoy, fuera de Gran Bretaña, donde aún
mantiene una posición importante, su nombre, su voz, su cara sólo aparecen en
las antologías de rock'n'roll. Ciertamente, desde que Richard hizo su debut en
las listas de éxitos en septiembre de 1958 la música rock ha cambiado
totalmente. Y, sobre todo, ha desaparecido aquel espíritu pionero que entonces
era condición indispensable para conquistar un lugar en el sol. No obstante,
Richard es el único artista británico que ha acompañado más de treinta años de
cambios sin ser atropellado. La historia de Cliff Richard se inicia muy lejos.
Nació en octubre de 1940 en Lucknow, en la India. Su verdadero nombre es Harry
Rodger Webb.
En 1948 sus padres decidieron abandonar la India, que en
aquellos momentos estaba viviendo una tumultuosa etapa política, y regresaron a
Gran Bretaña. La adaptación a la realidad inglesa no fue muy fácil: su padre
tuvo dificultades para encontrar trabajo y la familia se vio obligada a cambiar
de casa más de una vez. Finalmente llegó un período de relativa calma cuando
los Webb encontraron casa en Cheshunt, cerca de Londres. En esa época el futuro
Cliff empezó a interesarse por la música. La familia había comprado un
tocadiscos y un puñado de singles de éxito. Cliff aprendió a tocar la guitarra,
alternándola con el fútbol y el atletismo, que practicaba con pasión y
discretas dotes. Pero era la música su verdadero gran amor, y Cliff quedó
inmediatamente fascinado por el rock'n'roll americano que se escuchaba en todo
el mundo gracias a la radio y a los discos de importación. Elvis Presley y Bill
Haley fueron sus primeros ídolos. En 1956 formó con algunos compañeros de
escuela su primer conjunto, The Quintones, que actuaban en las fiestas de la
escuela y en los centros juveniles. Como era el más decidido, le confiaban las
partes más importantes, esto es, los solos y las canciones de Presley.
Hablando de aquella época, en 1972, Richard confesaba:
"Quería ser un cantante pero me burlaba de ello, quería desdramatizar
aquella pasión que sentía. Sin embargo mi madre siempre creyó en mí. Me decía
'Sé honesto, aún más que los demás'. Mi padre, por el contrario, era más duro y
compensaba la atmósfera familiar. Creo que esta alternancia de situaciones ha
sido muy saludable para mi desarrollo psicológico y artístico." En espera
de convertirse en una estrella del rock, Richard dejó la escuela en 1956 y se
puso a trabajar en el archivo de la empresa eléctrica en la que trabajaba su
padre. De día trabajaba con el papeleo de la oficina y por la noche se dedicaba
a la guitarra. Aceptó trabajos en orquestas de baile pero muy pronto lo
abandonó. Su amor por el rock'n'roll era demasiado fuerte, y decidió, junto al
batería Terry Smart, formar su propio grupo, The Drifters, los futuros Shadows.
Con esta formación entró en el circuito de los clubs londinenses. A pesar del
obstáculo de actuar con un grupo que no era precisamente excepcional, Richard
se hizo notar en un espectáculo para debutantes.
Un agente teatral, George Ganjou, más impresionado por su
buen aspecto que por su bella voz, se esmeró para hacer grabar al grupo en un
verdadero estudio de grabación. De aquel primer trabajo profesional salieron
dos cintas, 'Lawdy Miss Clawdy' y 'Breathless', con las que el grupo se
presentó ante Norrie Paramor, entonces responsable artístico de EMI. Paramor
era un hombre de mediana edad, no muy interesado en el rock' n'roll, pero
atento a las vueltas de la moda. En aquellos años también había producido los
primeros ejemplos de rock inglés, siempre modelándolos sobre los ejemplos
americanos. Paramor admiró de inmediato la capacidad de Richard y captó la
insuficiencia artística de The Drifters, así que propuso a Richard que se
deshiciera de sus compañeros. Cliff se negó, pero llegaron a un acuerdo: Cliff
fue contratado y a The Drifters se les daba la posibilidad de colaborar en la
sala de grabación. El primer disco verdadero de Richard también fue resultado
de un compromiso. En la cara A incluía una canción melódica como 'Schoolboy
crush', y por la otra cara la más dinámica 'Move it'.
Y precisamente sobre este tema se concentró la atención de
la crítica y del público, que lo saludó como la definitiva confirmación del
nacimiento de una versión inglesa del rock. Gracias a los contactos y a los
conocimientos de Paramor, el disco obtuvo una óptima promoción radiofónica y
buenos comentarios en la prensa. Uno de los comentarios más entusiastas fue el
de Jack Good, importante productor televisivo y titular de una sección en el
periódico Disc. Good reseñó positivamente 'Move it' y citó a Richard y Drifters
para su nuevo espectáculo titulado 'Oh boy!', enteramente dedicado a los
fenómenos juveniles mundiales. El comentario en "Disc" era muy indicativo
del clima de interés que giraba en torno a Richard: "No conociéndolo se
pensaría que este Cliff viene directamente de América. Por el contrario, es uno
de nuestros muchachos, crecido en nuestra patria, que ha aprendido tan bien el
arte del rock como para vencer incluso a Elvis". Así, de un día para otro,
'Move it' se convirtió en un gran éxito, haciendo muy popular la cara de buen
chico de Cliff.
Tras sólo dos semanas, en septiembre de 1958, estaba en el
segundo puesto de las listas de éxitos inglesas, y Richard ya había conquistado
el corazón del público. Richard aún debía refinar la calidad de su música, pero
en aquella época estaba muy controlado por Good, un viejo zorro, muy hábil y
experto, que había contribuido notablemente a la consolidación de otros músicos
de la época, como Johnny Kid y Gene Vincent. Se cuenta que fue precisamente
Good quien aconsejó a Vincent que abandonara los trajes de lana para escoger
las características cazadoras de cuero negro que más tarde lo hicieron famoso.
Y Good dirigió los primeros pasos de la carrera de Richard. Fue él quien lo
vistió con colores pastel, chaquetas rosas, camisas negras, zapatos amarillos.
Vestido así, Richard hizo su debut televisivo en septiembre de 1959. Estaba
nerviosísimo y su cabeza retumbaba con los consejos y las recomendaciones de
Good. Pero la participación en "Oh Boy!" se convirtió en un clamoroso
éxito. Había nacido una estrella. El éxito no se le subió a la cabeza al joven
Richard. En una de sus primeras entrevistas, publicada en "Disc" en
noviembre de 1958, declaraba: "No me hago muchas ilusiones. Sé que soy un
muchacho nuevo, que tengo algunas posibilidades, y tengo la impresión de que
muchas cosas están aún por definir en mi carrera. Pero debo estar atento. Sé
que muchos han cometido errores y se han quemado en poco tiempo. Intentaré no
repetirlos".
Sí, Richard había logrado no cometer grandes errores: un
poco confiando en su gran instinto de artista, y otro poco gracias a la suerte
y la casualidad. En diciembre de 1958 The Drifters se separaron y el grupo de
acompañamiento de Richard fue sustituido por unos músicos profesionales que más
tarde se hicieron famosos con el nombre de The Shadows. Entre octubre de 1958 y
junio de 1959, Richard se consolidó: participó en varias transmisiones
televisivas, dio conciertos y publicó éxitos. El único problema que Cliff
Richard debía resolver era el de encontrar autores en sintonía con su
personalidad y sus gustos. 'High class baby' se basaba más en la personalidad
del cantante que en la calidad de la canción. Se eligió a los autores de mayor
talento de la época, y al final Richard tuvo a su disposición un repertorio
interesante y original. En junio de 1959 se publicó un EP titulado 'Serious
charge', que siguió al estreno de una película de bajo presupuesto con el mismo
título: en la película aparecía brevemente, en el papel de un joven cantante
romántico. Pero el disco no contenía las lacrimógenas canciones de la película,
sino otros temas grabados con The Shadows.
En el EP se incluía también la canción 'Living doll', un
tema que Richard no había querido grabar porque estaba poco convencido de su
calidad. Sin embargo, precisamente este tema estaba destinado a transformar su
carrera: se trataba de una "balada", una canción tranquila dominada
por el acompañamiento de guitarra punteada que permitía escuchar la voz de
Richard en toda su belleza. En una semana, 'Living doll' entró en las listas y
se convirtió en el gran éxito del verano de 1959. En muy poco tiempo llegó a
vender un millón de copias. En este momento entraron en escena los hermanos
Grade, Lew y Leslie, organizadores de espectáculos y managers de éxito. Fueron
precisamente ellos los que dieron el espaldarazo definitivo a la carrera de
Richard. Richard decidió continuar grabando baladas como 'Travellin' light'
(número 1 en octubre de 1959) y 'A voice in the wllderness' (número 2 en enero
de 1960), dos éxitos que abrieron a Richard las puertas del prestigioso London
Palladium, en el que fue la estrella del programa durante seis meses seguidos.
Contemporáneamente a estos trabajos, Richard encontró el estímulo para grabar
lo que aún hoy es considerado el mejor álbum de rock inglés, 'Me and my
Shadows', sólido disco escrito casi enteramente por Cliff y por su grupo, unos
tres años antes de la irrupción de The Beatles.
Precisamente con este disco, Richard indicó al resto de los
artistas ingleses la forma de comprender el formato en 33 rpm, que antes estaba
reservado sólo a recopilar canciones ya publicadas como singles. Él mismo había
grabado álbumes sin una lógica precisa, como 'Cliff' y 'Cliff sings'. 'Me and
my Shadows', sin embargo, era algo nuevo y vencedor, y aún hoy es recordado y
escuchado. El verano de 1960 marcó también el gran éxito de The Shadows con el
tema 'Apache', una de las canciones más famosas de la historia del rock, y en
este punto se puede hablar de una verdadera Cliffmanía. En 1961 Richard trabajó
en 'The young ones', una película musical pensada y realizada con pocos medios.
Pero la popularidad del cantante-actor era ya tan alta que la película batió
todos los records de taquilla, demoliendo la leyenda de que el cine inglés era
incapaz de poner en pie una película musical de gran éxito, como las
americanas. La fórmula se repitió en 1963 con la película 'Summer holiday',
última etapa de la carrera de Richard como ídolo para las jovencitas. En
efecto, en 1964, frente a la consolidación clamorosa de The Beatles y de otros
artistas, Richard modificó lentamente su estilo y se dedicó sobre todo a grabar
baladas como 'Costantly', versión inglesa de 'L'edera' de Nilla Pizzi, 'The
Twelfth of never' y 'The minute you're gone' (número 1 en 1965), para un
público más maduro.
Con el paso del tiempo, Richard fue asumiendo cada vez más
una posición híbrida: unas veces graba rock'n'roll y otras se consagra al
público más maduro, con canciones menos originales. Pero el éxito seguía
llegando, como en 1968, cuando conquistó la cabeza de las listas de éxitos con
'Congratulations', con la que participó en el festival de Eurovisión. Otros
intereses enriquecieron su vida en esta época. La religión fue uno de ellos: en
1968 se convirtió oficialmente al catolicismo, y durante algún tiempo acarició
la idea de abandonar la música para enseñar religión. Una vez abandonado este
propósito, Richard se propuso, con gran empeño, conquistar el mercado
americano. En Estados Unidos ya se había hecho notar años antes con sus
primeros discos, pero ahora el mercado era más propicio para él.
Richard se puso a trabajar en ello, siguiendo la suerte de
otras gloriosas estrellas de la música británica, como Tom Jones, que
precisamente al otro lado del océano habían encontrado una imprevista y
agradable recuperación de sus carreras. Los años setenta y ochenta han visto a
un Richard muy activo, unas veces audazmente empeñado en encontrar su lugar en
el ámbito del rock, como con el álbum 'l'm not a hero' (1980), y otras
melancólicamente tendido hacia el pasado, lo que le ha reportado nuevos éxitos,
como 'Mistletoe and wine'. Hoy su figura es la de un profesional aún muy
popular en su patria, el divo que durante una época se disputó con Paul
McCartney el título de 'guapo del rock'.
A continuación, celebramos su cumpleaños, con dos canciones: She's So
Beautiful y Move It.