sábado, 14 de octubre de 2023

Cliff Richard


Harry Rodger Webb, más conocido como Cliff Richard, nació en Lucknow, India, el 14 de octubre de 1940. Cantante, músico, productor, actor y filántropo.

El sitio www.historiasderock.com publicó esta biografía.

¡Cuántas jovencitas han perdido el sueño por Cliff Richard! ¡Cuántos corazones han palpitado sufriendo de placer al escuchar su voz! ¡Cuánta nostalgia ha coleccionado su cara de eterno jovencito: incluso ahora que las arrugas y las canas marcan irremediablemente su imagen musical! Cliff Richard ha sido un poco de todo: la respuesta europea a Elvis Presley; la punta de lanza de una nueva corriente musical británica; el predecesor de The Beatles. Su éxito fue grande, pero hoy, fuera de Gran Bretaña, donde aún mantiene una posición importante, su nombre, su voz, su cara sólo aparecen en las antologías de rock'n'roll. Ciertamente, desde que Richard hizo su debut en las listas de éxitos en septiembre de 1958 la música rock ha cambiado totalmente. Y, sobre todo, ha desaparecido aquel espíritu pionero que entonces era condición indispensable para conquistar un lugar en el sol. No obstante, Richard es el único artista británico que ha acompañado más de treinta años de cambios sin ser atropellado. La historia de Cliff Richard se inicia muy lejos. Nació en octubre de 1940 en Lucknow, en la India. Su verdadero nombre es Harry Rodger Webb.

En 1948 sus padres decidieron abandonar la India, que en aquellos momentos estaba viviendo una tumultuosa etapa política, y regresaron a Gran Bretaña. La adaptación a la realidad inglesa no fue muy fácil: su padre tuvo dificultades para encontrar trabajo y la familia se vio obligada a cambiar de casa más de una vez. Finalmente llegó un período de relativa calma cuando los Webb encontraron casa en Cheshunt, cerca de Londres. En esa época el futuro Cliff empezó a interesarse por la música. La familia había comprado un tocadiscos y un puñado de singles de éxito. Cliff aprendió a tocar la guitarra, alternándola con el fútbol y el atletismo, que practicaba con pasión y discretas dotes. Pero era la música su verdadero gran amor, y Cliff quedó inmediatamente fascinado por el rock'n'roll americano que se escuchaba en todo el mundo gracias a la radio y a los discos de importación. Elvis Presley y Bill Haley fueron sus primeros ídolos. En 1956 formó con algunos compañeros de escuela su primer conjunto, The Quintones, que actuaban en las fiestas de la escuela y en los centros juveniles. Como era el más decidido, le confiaban las partes más importantes, esto es, los solos y las canciones de Presley.

Hablando de aquella época, en 1972, Richard confesaba: "Quería ser un cantante pero me burlaba de ello, quería desdramatizar aquella pasión que sentía. Sin embargo mi madre siempre creyó en mí. Me decía 'Sé honesto, aún más que los demás'. Mi padre, por el contrario, era más duro y compensaba la atmósfera familiar. Creo que esta alternancia de situaciones ha sido muy saludable para mi desarrollo psicológico y artístico." En espera de convertirse en una estrella del rock, Richard dejó la escuela en 1956 y se puso a trabajar en el archivo de la empresa eléctrica en la que trabajaba su padre. De día trabajaba con el papeleo de la oficina y por la noche se dedicaba a la guitarra. Aceptó trabajos en orquestas de baile pero muy pronto lo abandonó. Su amor por el rock'n'roll era demasiado fuerte, y decidió, junto al batería Terry Smart, formar su propio grupo, The Drifters, los futuros Shadows. Con esta formación entró en el circuito de los clubs londinenses. A pesar del obstáculo de actuar con un grupo que no era precisamente excepcional, Richard se hizo notar en un espectáculo para debutantes.

Un agente teatral, George Ganjou, más impresionado por su buen aspecto que por su bella voz, se esmeró para hacer grabar al grupo en un verdadero estudio de grabación. De aquel primer trabajo profesional salieron dos cintas, 'Lawdy Miss Clawdy' y 'Breathless', con las que el grupo se presentó ante Norrie Paramor, entonces responsable artístico de EMI. Paramor era un hombre de mediana edad, no muy interesado en el rock' n'roll, pero atento a las vueltas de la moda. En aquellos años también había producido los primeros ejemplos de rock inglés, siempre modelándolos sobre los ejemplos americanos. Paramor admiró de inmediato la capacidad de Richard y captó la insuficiencia artística de The Drifters, así que propuso a Richard que se deshiciera de sus compañeros. Cliff se negó, pero llegaron a un acuerdo: Cliff fue contratado y a The Drifters se les daba la posibilidad de colaborar en la sala de grabación. El primer disco verdadero de Richard también fue resultado de un compromiso. En la cara A incluía una canción melódica como 'Schoolboy crush', y por la otra cara la más dinámica 'Move it'.

Y precisamente sobre este tema se concentró la atención de la crítica y del público, que lo saludó como la definitiva confirmación del nacimiento de una versión inglesa del rock. Gracias a los contactos y a los conocimientos de Paramor, el disco obtuvo una óptima promoción radiofónica y buenos comentarios en la prensa. Uno de los comentarios más entusiastas fue el de Jack Good, importante productor televisivo y titular de una sección en el periódico Disc. Good reseñó positivamente 'Move it' y citó a Richard y Drifters para su nuevo espectáculo titulado 'Oh boy!', enteramente dedicado a los fenómenos juveniles mundiales. El comentario en "Disc" era muy indicativo del clima de interés que giraba en torno a Richard: "No conociéndolo se pensaría que este Cliff viene directamente de América. Por el contrario, es uno de nuestros muchachos, crecido en nuestra patria, que ha aprendido tan bien el arte del rock como para vencer incluso a Elvis". Así, de un día para otro, 'Move it' se convirtió en un gran éxito, haciendo muy popular la cara de buen chico de Cliff.

Tras sólo dos semanas, en septiembre de 1958, estaba en el segundo puesto de las listas de éxitos inglesas, y Richard ya había conquistado el corazón del público. Richard aún debía refinar la calidad de su música, pero en aquella época estaba muy controlado por Good, un viejo zorro, muy hábil y experto, que había contribuido notablemente a la consolidación de otros músicos de la época, como Johnny Kid y Gene Vincent. Se cuenta que fue precisamente Good quien aconsejó a Vincent que abandonara los trajes de lana para escoger las características cazadoras de cuero negro que más tarde lo hicieron famoso. Y Good dirigió los primeros pasos de la carrera de Richard. Fue él quien lo vistió con colores pastel, chaquetas rosas, camisas negras, zapatos amarillos. Vestido así, Richard hizo su debut televisivo en septiembre de 1959. Estaba nerviosísimo y su cabeza retumbaba con los consejos y las recomendaciones de Good. Pero la participación en "Oh Boy!" se convirtió en un clamoroso éxito. Había nacido una estrella. El éxito no se le subió a la cabeza al joven Richard. En una de sus primeras entrevistas, publicada en "Disc" en noviembre de 1958, declaraba: "No me hago muchas ilusiones. Sé que soy un muchacho nuevo, que tengo algunas posibilidades, y tengo la impresión de que muchas cosas están aún por definir en mi carrera. Pero debo estar atento. Sé que muchos han cometido errores y se han quemado en poco tiempo. Intentaré no repetirlos".

Sí, Richard había logrado no cometer grandes errores: un poco confiando en su gran instinto de artista, y otro poco gracias a la suerte y la casualidad. En diciembre de 1958 The Drifters se separaron y el grupo de acompañamiento de Richard fue sustituido por unos músicos profesionales que más tarde se hicieron famosos con el nombre de The Shadows. Entre octubre de 1958 y junio de 1959, Richard se consolidó: participó en varias transmisiones televisivas, dio conciertos y publicó éxitos. El único problema que Cliff Richard debía resolver era el de encontrar autores en sintonía con su personalidad y sus gustos. 'High class baby' se basaba más en la personalidad del cantante que en la calidad de la canción. Se eligió a los autores de mayor talento de la época, y al final Richard tuvo a su disposición un repertorio interesante y original. En junio de 1959 se publicó un EP titulado 'Serious charge', que siguió al estreno de una película de bajo presupuesto con el mismo título: en la película aparecía brevemente, en el papel de un joven cantante romántico. Pero el disco no contenía las lacrimógenas canciones de la película, sino otros temas grabados con The Shadows.

En el EP se incluía también la canción 'Living doll', un tema que Richard no había querido grabar porque estaba poco convencido de su calidad. Sin embargo, precisamente este tema estaba destinado a transformar su carrera: se trataba de una "balada", una canción tranquila dominada por el acompañamiento de guitarra punteada que permitía escuchar la voz de Richard en toda su belleza. En una semana, 'Living doll' entró en las listas y se convirtió en el gran éxito del verano de 1959. En muy poco tiempo llegó a vender un millón de copias. En este momento entraron en escena los hermanos Grade, Lew y Leslie, organizadores de espectáculos y managers de éxito. Fueron precisamente ellos los que dieron el espaldarazo definitivo a la carrera de Richard. Richard decidió continuar grabando baladas como 'Travellin' light' (número 1 en octubre de 1959) y 'A voice in the wllderness' (número 2 en enero de 1960), dos éxitos que abrieron a Richard las puertas del prestigioso London Palladium, en el que fue la estrella del programa durante seis meses seguidos. Contemporáneamente a estos trabajos, Richard encontró el estímulo para grabar lo que aún hoy es considerado el mejor álbum de rock inglés, 'Me and my Shadows', sólido disco escrito casi enteramente por Cliff y por su grupo, unos tres años antes de la irrupción de The Beatles.

Precisamente con este disco, Richard indicó al resto de los artistas ingleses la forma de comprender el formato en 33 rpm, que antes estaba reservado sólo a recopilar canciones ya publicadas como singles. Él mismo había grabado álbumes sin una lógica precisa, como 'Cliff' y 'Cliff sings'. 'Me and my Shadows', sin embargo, era algo nuevo y vencedor, y aún hoy es recordado y escuchado. El verano de 1960 marcó también el gran éxito de The Shadows con el tema 'Apache', una de las canciones más famosas de la historia del rock, y en este punto se puede hablar de una verdadera Cliffmanía. En 1961 Richard trabajó en 'The young ones', una película musical pensada y realizada con pocos medios. Pero la popularidad del cantante-actor era ya tan alta que la película batió todos los records de taquilla, demoliendo la leyenda de que el cine inglés era incapaz de poner en pie una película musical de gran éxito, como las americanas. La fórmula se repitió en 1963 con la película 'Summer holiday', última etapa de la carrera de Richard como ídolo para las jovencitas. En efecto, en 1964, frente a la consolidación clamorosa de The Beatles y de otros artistas, Richard modificó lentamente su estilo y se dedicó sobre todo a grabar baladas como 'Costantly', versión inglesa de 'L'edera' de Nilla Pizzi, 'The Twelfth of never' y 'The minute you're gone' (número 1 en 1965), para un público más maduro.

Con el paso del tiempo, Richard fue asumiendo cada vez más una posición híbrida: unas veces graba rock'n'roll y otras se consagra al público más maduro, con canciones menos originales. Pero el éxito seguía llegando, como en 1968, cuando conquistó la cabeza de las listas de éxitos con 'Congratulations', con la que participó en el festival de Eurovisión. Otros intereses enriquecieron su vida en esta época. La religión fue uno de ellos: en 1968 se convirtió oficialmente al catolicismo, y durante algún tiempo acarició la idea de abandonar la música para enseñar religión. Una vez abandonado este propósito, Richard se propuso, con gran empeño, conquistar el mercado americano. En Estados Unidos ya se había hecho notar años antes con sus primeros discos, pero ahora el mercado era más propicio para él.

Richard se puso a trabajar en ello, siguiendo la suerte de otras gloriosas estrellas de la música británica, como Tom Jones, que precisamente al otro lado del océano habían encontrado una imprevista y agradable recuperación de sus carreras. Los años setenta y ochenta han visto a un Richard muy activo, unas veces audazmente empeñado en encontrar su lugar en el ámbito del rock, como con el álbum 'l'm not a hero' (1980), y otras melancólicamente tendido hacia el pasado, lo que le ha reportado nuevos éxitos, como 'Mistletoe and wine'. Hoy su figura es la de un profesional aún muy popular en su patria, el divo que durante una época se disputó con Paul McCartney el título de 'guapo del rock'.

A continuación, celebramos su cumpleaños, con dos canciones: She's So Beautiful y Move It.