martes, 17 de septiembre de 2013

Fritz Wunderlich


Fritz Wunderlich nació en Kusel, Renania-Palatinado, Alemania, el 26 de septiembre de 1930 y murió en Heidelberg, Alemania, el 17 de septiembre de 1966. Tenor lírico. 

Nacido en una familia modesta de músicos, su madre era violinista y su padre director de coros, que se dedicaban a la hostelería, aprendió tocar piano y acordeón para amenizar reuniones. 

Animado por amigos y clientes que lo escuchaban cantar en la panadería donde trabajaba, en 1950 comenzó a estudiar trompa pero su voz llamo la atención de la maestra ciega Margarethe von Winterfeld en la escuela de música de Friburgo, quien lo descubrió como tenor.


Formó una orquesta de jazz para pagar sus estudios y comenzó su carrera en la Staatsoper Stuttgart, donde debutó en un papel pequeño en Los maestros cantores de Núremberg. 

En 1956 tuvo su primer papel principal: Tamino en La flauta mágica, reemplazando al tenor lírico Josef Traxel que fingió enfermar y se había confabulado con el primer reemplazo contratado, Wolfgang Windgassen, para darle la oportunidad.


Hizo su debut en Salzburgo en el papel del Henry Morosus en Die schweigsame Frau, La mujer silenciosa de Richard Strauss bajo la dirección de Karl Böhm.

En 1960 fue contratado por la Ópera Estatal de Baviera en Múnich, que entonces funcionaba en el Teatro del Príncipe Regente, Prinzregenten Theater, donde cantó una famosa versión de La traviata junto a Teresa Stratas, Eugenio Oneguin con Sena Jurinac y su gran amigo, el baritono Hermann Prey, además de otras operas como Madama Butterfly, La Boheme, Don Giovanni, Giulio Cesare de Händel, junto a Christa Ludwig, Walter Berry, Lucia Popp y otros cantantes.

En el Teatro Colón de Buenos Aires se presentó en 1961 con tres roles, Belmonte en El rapto en el serrallo junto a Renate Holm, Anneliese Rothenberger y Kurt Boehme, Morosus en La mujer silenciosa junto a Holm y Boehme y como el tenor italiano en El caballero de la rosa, ad honoren, junto a Rothenberger, Boehme y Regine Crespin, siempre dirigido por Heinz Wallberg.



A partir de la temporada 1962 - 1963 fue miembro en la Ópera Estatal de Viena contratado por Herbert von Karajan. Allí hizo una breve aparición en la recordada producción de Die Frau ohne Schatten, La mujer sin sombra de Richard Strauss y en 1963 cantó el papel principal en Palestrina de Hans Pfitzner.

Cantó en Colonia, Berlín, Hamburgo, Londres, Bruselas, en los festivales de Salzburgo, Aix en Provence, Il Maggio Musicale Fiorentino, las Semanas Bachianas de Ansbach y Edimburgo.

Según el crítico Herminio Malagás, Wunderlich fue El tenor que ponía el pensamiento y el corazón en cada nota. Bellísimo timbre de tenor lírico; graves viriles; agudos brillantes, fáciles, directos; gran volumen; larguísimo fiato; emisión libre, sin estrecheces, sin sonidos nasales ni guturales, siempre “horizontal”, que, negando el pasaje, hace sinónimas tesitura y extensión; total dominio de la media voz; control absoluto de los reguladores; articulación impecable de la lengua alemana; fraseo elegante, desprovisto de afectación; agilidades de ejecución perfecta; excepcional versatilidad estilística; prodigioso abanico de matices; estudio riguroso de las partituras, sin ceder jamás a la tentación del lucimiento injustificado; inmediata capacidad de comunicar.

 















En sus diez años de fulgurante trayectoria hizo 662 registros con un repertorio que abarcó Monteverdi, Gluck, J.S. Bach, Händel, Haydn, Mozart, Rossini, Lehár, Richard Strauss, Mahler, Smetana, Lortzing, Schubert, Schumann, Beethoven, Tschaikowsky, Verdi, Puccini, Wagner, Pfitzner y otros.

Su colaboración con el pianista Hubert Giesen a partir de 1962 dio como fruto algunas de las grabaciones de Lied más bellas de la historia de la discografía. Su Tamino de La flauta mágica, su Belmonte en El rapto en el serrallo y su intervención en Das Lied von der Erde de Mahler así como sus versiones de Dichterliebe de Schumann y La bella molinera de Schubert se consideran incomparables así como también su versión de la canción Granada, cantada en alemán.
La prometedora carrera de Wunderlich se vio truncada por un accidente mientras se encontraba disfrutando de unas vacaciones.

 
Cayó de una escalera en la casa de campo de un amigo en Oberderdingen, cerca de Maulbronn, y murió en la Clínica Universitaria de Heidelberg pocos días antes de cumplir 36 años, y sólo unas semanas antes de su debut en el Metropolitan Opera House de Nueva York. 

Sus restos descansan en el cementerio Waldfriedhof de Munich.



A continuación lo recordamos con una serie de registros de sus presentaciones, en archivos inolvidables.