Friedrich-Werner Graf von der Schulenburg nació en Kemberg, Alemania, el 20 de noviembre de 1875 y murió en Berlín, Alemania, el 10 de noviembre de 1944. Noble y diplomático.
Estudió leyes en Lausanne, Múnich y Berlín uniéndose al
servicio diplomático en 1901. Fue vicecónsul en Barcelona, y luego en Lviv,
Praga, Varsovia y Tiflis.
En la Primera Guerra Mundial sirvió en el Reichsheer y peleó
en la batalla del Marne; posteriormente actuó en el frente armenio como nexo
con los otomanos. Recibió la Cruz de Hierro y hacia el final de la contienda
fue capturado por los ingleses. Al terminar la guerra regresó a Alemania y
reingresó al servicio diplomático de la República de Weimar, destinado como
embajador alemán en Beirut.
Durante el periodo de entreguerras sirvió también como
diplomático en Teherán y Bucarest. En 1934, fue nombrado embajador del Tercer
Reich en la Unión Soviética, y desde ese cargo favoreció el pacto nazi-soviético
de 1939. Al ocurrir la invasión soviética de Polonia en setiembre de ese mismo
año, y pese a que Alemania también estaba en guerra con dicho país, Schulenburg
auxilió a los diplomáticos polacos para abandonar la URSS.
En junio de 1941, después de la invasión alemana contra la
URSS, von der Schulenburg fue internado por las autoridades soviéticas y
enviado a la frontera turca, pasando desde Turquía hacia Alemania. Ya en su
país paulatinamente se involucró con los líderes de la oposición alemana y se
integró en el Círculo de Kreisau, de clara postura antinazi. Como resultado de
su intensa actividad, en los planes del complot para derrocar a Hitler es visto
como probable ministro de exteriores del nuevo gobierno post-nazi.
El 20 de julio, luego del fallido complot contra Adolf
Hitler, fue arrestado, enjuiciado, y condenado a muerte por alta traición. Fue ahocado 10 de noviembre de 1944 en la prisión de Plötzensee, en
Berlín.