Un Réquiem Alemán Op. 45, para soprano, barítono, coro y
orquesta de Johannes Brahms, está basada en una meditación sobre la vida y la
muerte a partir de textos bíblicos. Se estrenó de forma parcial en la Catedral de
San Pedro, en Bremen, el 10 de abril de 1868, que correspondió a un Viernes
Santo, y de forma completa al año siguiente, en la Gewandhaus de Leipzig.
Posteriormente, se interpretó por toda Europa y el autor comenzó a ser
considerado como un compositor de importancia.
En 1861 comenzó con los primeros esbozos de la obra, y a
partir de 1866, tras la muerte de su madre y luego la de su protector Robert
Schumann, se dedicó a completar el trabajo. Se trata de una mixtura entre la
cantata y el oratorio, donde la sensibilidad está muy próxima a la
misericordia, la compasión y el optimismo,
lo que la aleja del réquiem
en sentido litúrgico, así como de la Misa de difuntos o de
una intencionalidad sacra. Para esta obra, el compositor se acercó a las enseñanzas
del luteranismo, con una selección de textos bíblicos que eluden referencias a
la vida eterna, al juicio final o a un Dios castigador.
A continuación, recordamos el estreno de: Un Réquiem Alemán Op. 45, de Johannes Brahms, en la versión de Christiane Karg, soprano, Michael Nagy, barítono, junto al Coro y la Orquesta Sinfónica de la Radio de Frankfurt, dirigida por David Zinman.