Suma Paz nació en la Ciudad de Santa Fe, Argentina, el 5 de abril de 1938, y falleció en la Ciudad de buenos Aires, Argentina, el 8 de
abril de 2009. Cantora, poeta, y guitarrista.
El Diario La Nación, en su edición del 9 de abril de 2009, publicó este recordatorio.
Murió Suma Paz, el canto de la pampa
Murió Suma Paz, el canto de la pampa
Era
la discípula dilecta de Atahualpa Yupanqui
9 de abril de 2009
Ayer, a los 70 años, la cantante Suma Paz falleció en una clínica
porteña víctima de un accidente cerebrovascular. Están de luto la pampa, el
paisano y su paisaje. Se extinguió la voz, el eco del canto y de la guitarra.
Ha muerto Suma, en silencio, sin dar aviso ni tiempo.
Se nos fue otro modelo. Un modelo para el canto; un modelo del folklore.
No buscó multitudes ni clamorosos aplausos. Le bastó con ser honesta, con
esparcir en silencio las semillas de belleza y el canto con fundamento.
Dos misiones fundadoras y fundamentales asumió Suma Paz en su larga
trayectoria como genuina intérprete del canto y la guitarra. Una, rescatar,
difundir, defender y dignificar el canto de la pampa argentina; otra, seguir la
huella luminosa trazada por su maestro, don Atahualpa Yupanqui. Ambas se
alzaron, en su voz, con suprema coherencia artística, con profunda convicción,
con honestidad y seriedad profesional.
Como pocas veces en la historia del folklore argentino, la ética y la
estética se dieron la mano y marcharon obstinadamente juntas.
Suma no fatigó las grandes salas de esta megalópolis ni las de nuestras
grandes ciudades. Su recorrido predilecto fueron los pueblos olvidados y su
gente. Con ellos se entendía de maravillas en diálogos entrañables,
intercambiando lecciones de vida. Licenciada en letras y poeta mayor, prefirió
contar con gente sencilla en sus recitales para entregarle un canto transido de
emoción telúrica y para desgranar pensamientos medulares sobre la condición del
hombre, sobre sus convicciones, sobre la reivindicación de un cancionero en
extinción que los medios ignoran o desechan.
¿Quién, si no Suma Paz, cultivó celosamente y a cada paso las palabras y
cadencias de la música nativa regional de la pampa, como son la milonga
pampeana, el estilo, la huella, el triunfo, la cifra para alimentar la memoria
colectiva?
¿Quién, como ella, fue desgranando ese cancionero sin levantar la voz,
trepada apenas en los bordoneos de su guitarra, sentadita siempre y abrazando
con ternura a ese instrumento de las seis cuerdas, que fue su mejor compañía?
Todo, en su vida, fue admirable. Desde sus roles de esposa y madre hasta
su dedicación absoluta a un repertorio de medulares contenidos
poético-musicales que jamás abandonó, pese a las tentaciones del mercado
discográfico y de la industria del espectáculo. De este modo, Suma Paz nos deja
el ejemplo de artista insobornable. Pocos conocieron su don de poetisa. Por eso
permanecen escondidos unos versos que se empinaron desde las raíces de nuestra
tierra hasta alcanzar las cumbres del idioma.
Sus restos fueron velados ayer en una ceremonia íntima y serán inhumados
esta mañana en la Chacarita.
Una gran cantora
· Nelly
Omar. "Suma
era tan humilde, su estilo, su forma de ser. Siempre le decía que sabía hacer
las cosas sureras mejor que yo. Ella se dedicó a pleno a ese estilo, tanto es
así que la propuse a ella para que fuera a cantar a la Casa de Gobierno cuando
me hicieron un homenaje. Era una señora muy querida".
· Argentino Luna. "Suma quedará en la memoria de quienes la amaron y de quienes la vieron andar con su canto, elegante en su decir, justa en su pensamiento; le tengo un gran respeto por su estatura artística".
A continuación, recordamos a Suma Paz, con su interpretación de la canción La flecha, de Atahualpa Yupanqui y Pablo del Cerro.