Frieda Belinfante nació en Ámsterdam, Países Bajos, el 10 de
mayo de 1904, y murió en Santa Fe, Nuevo México, Estados Unidos, el 26 de abril
de 1995. Violonchelista, directora de orquesta, y miembro de la resistencia en
Holanda.
Frieda Belinfante nació en el seno de una prominente familia
de judíos sefaradíes portugueses que llegaron a Holanda en el Siglo XVII. Su
padre fue un destacado pianista y profesor. A los 10 años ingresó al
Conservatorio de Ámsterdam, donde estudió violonchelo. A los 17 años debutó
profesionalmente en la pequeña sala de conciertos del Concertgebouw, acompañada
al piano por su padre. Posteriormente dirigió varios grupos de cámara. En 1937
se sumó al grupo de artistas “Arte para Todos”, y poco después formó y dirigió
una orquesta de cámara. Fue la primera mujer de Europa en ocupar el cargo de
directora artística, y directora de un conjunto orquestal profesional activo.
También se presentaba con regularidad como directora invitada en la Radio
Nacional de Holanda, y con distintas orquestas en los Países Bajos, y en el
norte de Europa. En el verano de 1939 asistió a una clase magistral del
director Dr. Hermann Scherchen en Neuchâtel, Suiza, donde obtuvo el primer
premio, que también incluyó un concierto con la Orquesta de la Suisse Romande
en Montreux. La ocupación nazi interrumpió su carrera musical. En esa época se
convirtió en una buena amiga del artista Willem Arondeus, uno de los líderes
del grupo de la resistencia, al que se unió activamente, y realizó falsificaciones
de documentos personales para salvar judíos. Formó parte del grupo que organizó
y ejecutó la voladura del registro civil de Ámsterdam el 27 de marzo de 1943,
que destruyó miles de fichas, obstaculizando los intentos nazis para
identificar a los judíos. Willem Arondeus fue capturado y ejecutado. Recibió
póstumamente la Cruz de Guillermina a la Resistencia, y fue reconocido como
Justo entre las Naciones por Yad Vashem. Varios miembros lograron esconderse, y
para escapar, Frieda Belinfante se disfrazó de hombre, y durante tres meses
vivió con amigos. Después la resistencia la ayudó a cruzar la frontera con
Bélgica y Francia. Logró llegar a Suiza, donde su antiguo maestro, Hermann
Scherchen, la salvó de ser expulsada, verificando que era ciudadana holandesa y
su antigua alumna. En Montreux obtuvo el status de refugiada, y cuando finalizó
la guerra, regresó a Holanda. En 1947 emigró a los Estados Unidos, y en 1949 se
unió a la facultad de música de la UCLA. En 1953 formó y dirigió al grupo The
Ven Street Players, un conjunto de colegas de las universidades locales, y
músicos de estudio de Hollywood. Gracias al éxito alcanzado con esa formación,
fue invitada a dirigir un conjunto orquestal permanente en el Condado de
Orange, y se convirtió en la fundadora, directora artística, y directora
musical de la nueva Sociedad Filarmónica del Condado de Orange, una
organización sin fines de lucro, que ofrecía ciclos de conciertos gratuitos. A
finales de 1962 dejó la orquesta, y estableció un estudio privado en Laguna
Beach, donde formó parte de la junta directiva, como agente y asesora
artística, de la Sociedad de Música de Cámara de Laguna Beach durante más de 20
años. En sus últimos años recibió varios reconocimientos. En 1987 la Junta de
Supervisores del Condado de Orange, y la ciudad de Laguna Beach declararon al
19 de febrero como “Día de Frieda Belinfante”, en homenaje a sus aportes a la
cultura musical de la región. En 1999 su vida fue retratada en el documental,
But I Was a Girl, Pero yo era una chica. Su historia también formó parte de la
exposición, financiada por el gobierno holandés, sobre la persecución de gays y
lesbianas durante la II Guerra Mundial. En 1994, el Museo del Holocausto
reconoció oficialmente sus contribuciones a la resistencia durante la II Guerra
Mundial.
Con la colaboración e investigación de Laura Schwartz.