viernes, 21 de junio de 2013

Winterreise, Viaje de Invierno D 911



Winterreise D 911, Viaje de Invierno, es un ciclo de 24 lieder compuesto por Franz Schubert, sobre poemas de Wilhelm Müller.


Es una de las obras que compuso en el último año de su vida, y el conjunto de lieder que más trabajó.

Los doce primeros aparecieron como "Wanderlieder, Canciones de viaje, de Wilhelm Müller.


En 1824 apareció toda la colección con el título "Poemas de los papeles legados por un corneta del bosque errante. Canciones de la vida y el amor".

Schubert transcribió los primeros doce lieder en febrero de 1827, y los publicó el editor vienés Tobias Haslinger, el 24 de enero de 1828.

A finales del verano de 1827, Schubert conoció los otros 12 poemas y terminó de musicalizarlos en octubre de ese año y Haslinger los publicó seis semanas después de la muerte de Schubert, el 31 de diciembre de 1828.

El núcleo de los poemas es el amor no correspondido y no hay una línea dramática, sino que los lieder o canciones, expresan las reflexiones o impresiones del cantante mientras pasea solo, durante el invierno.

Predominan los temas del frío, la oscuridad, el paisaje desolado, y la soledad, pues salvo el organillero final, el caminante no encuentra cara a cara a ninguna otra persona.

Los frecuentes cambios de tonalidad marcan las variaciones del sentimiento, de la alegría a la desesperación, si bien la segunda mitad va hundiéndose totalmente en un tono sombrío y melancólico.

Gute Nacht, Buenas Noches.


“Llegué como un extraño, como un extraño me marcho", marcando así el aire de tristeza y aislamiento que predominará en toda la obra. Fue feliz “la joven habló de amor, la madre incluso de matrimonio”, pero su historia de amor, por razones no concretadas, tiene que acabar. Una noche de invierno, se despide del lugar y de su amada. El se despide de su amada, aún dormida, dándole las buenas noches.

Die Wetterfahne, La Veleta.

Una veleta en el tejado de la amada indica simboliza tanto la clase media alta como la inconstancia. El texto sugiere que su amada rompió con él porque sus padres deseaban casarla con un pretendiente rico. El caminante se ve a sí mismo caer en la insignificancia: su niña será una novia rica.

Gefrorne Tränen, Lágrimas Heladas.

Las lágrimas se hielan sobre las mejillas del caminante. Se sorprende, porque nacen de su ardiente añoranza de la amada.

Erstarrung, Entumecimiento.

Por la nieve, el caminante sigue el rastro de su amada y llora. Lo único que le queda de ella es el dolor. Grabará su imagen en el corazón, sin volver a enamorarse nunca.

Der Lindenbaum, El Tilo.

El caminante pasa junto a un tilo que hay a las puertas de la ciudad, donde otras veces soñó y grabó palabras de amor en su corteza. El tilo, en la literatura romántica, frecuentemente simboliza el hogar y la seguridad. Ahora sus ramas lo llaman, invitándole a descansar entre ellas, lo que se toma como una insinuación de suicidio. Pasa de largo, sin dirigir la mirada atrás, en medio del viento helado, pero muchas horas después, y lejos del lugar, aún recuerda a las ramas: aquí encontrarás descanso.

Wasserflut, Torrente.

El caminante invoca a la naturaleza. Le dice a la nieve que cuando se funda, siga el fluir de sus lágrimas, con ellas llegará a la ciudad y, allí donde las mismas se templen, será la casa de su amada.

Auf dem Flusse, En el Arroyo.

El caminante se encuentra a orillas de un río, hoy helado y silencioso, en el pasado, alegre y sonoro. Escribe sobre el hielo el nombre de su amada. Su corazón se le parece, pues bajo la corteza helada late un rugiente torrente.

Rückblick, Mirada Atrás.

Huye de la ciudad, precipitadamente, no descansará hasta que deje de ver las torres. Recuerda que lo recibieron amistosamente, y añora regresar.

Irrlicht, Fuego Fatuo.

Un fuego fatuo lo engaña y se pierde en las montañas. El caminante compara la obra del fuego fatuo con las preocupaciones de su vida, y piensa en la muerte: así como todos los ríos van a dar a la mar, todas las penas alcanzan la tumba.

Rast, Descanso.

El caminante se detiene un momento, para descansar, y es en ese momento cuando se da cuenta de cuán cansado se encuentra, y nota el dolor de su corazón.

Frühlingstraum, Sueño de Primavera.

El caminante está soñando con la primavera y el amor, pero el gallo lo despierta bruscamente. Es incapaz de superar su decepción, y al cerrar de nuevo los ojos, el corazón le pregunta: ¿cuándo reverdecerán las hojas? ¿Cuándo sostendré de nuevo a mi amada entre los brazos?

Einsamkeit, Soledad.

Después de la tempestad llega la calma de un cielo despejado y tranquilo, pero el caminante se siente como una nube solitaria en el cielo claro, más desgraciado que cuando a su alrededor rugía la tormenta.

Die Post, El Correo.

Suena el cuerno de la diligencia postal, y el caminante se siente contento sin saber por qué, porque no espera ninguna carta. Entonces se le ocurre que quizá venga de la ciudad de su amada, y puede preguntar cómo van las cosas allí.

Der greise Kopf, La cabeza Cana.

La cabeza cubierta de nieve del caminante le hace parecer viejo, lo cual le alegra. Pero pronto se derritió y volvió su cabello negro, sorprendiéndole su propia juventud, ¡tan lejos está su funeral! En su depresión, desea envejecer y morir.

Die Krähe, La Urraca.

Una urraca o corneja le sigue desde que abandona la ciudad. El caminante cree que le mira como una presa, y como ella, cree que su vida acabará pronto, y le pide que sea fiel hasta la tumba. La corneja es considerada como una amiga y es al tiempo un símbolo de los muertos.

Letzte Hoffnung, Última Esperanza.

El caminante se deja llevar por el juego: apuesta sus esperanzas a la resistencia de una hoja de un árbol, que tiembla en el viento y que, finalmente, cae. También él cae al suelo, llorando por sus esperanzas perdidas.

Im Dorfe, En el Pueblo.

El caminante pasa un pueblo mientras sus habitantes duermen y le ladran los perros guardianes. Los campesinos sueñan con las cosas que no tienen; el caminante pide a los perros que no le dejen dormir a él, que ya ha perdido toda esperanza y no quiere tener más sueños.

Der stürmische Morgen, Mañana Tormentosa.

El cielo matutino está desfigurado por la tormenta: a través de las nubes desgarradas brilla un sol rojizo. Su propio corazón se refleja en el cielo invernal: no es más que un “invierno frío y salvaje”, expresión similar a la de “En el arroyo”.

Täuschung, Engaño.

Una luz engaña al caminante, que espera encontrar el calor y la seguridad. Pero es sólo una ilusión, un engaño que lo distrae de su desgracia.

Der Wegweiser, El Poste.

El caminante inicia un soliloquio: se pregunta por qué ignora las carreteras principales que toman los demás viajeros y opta en cambio por caminos solitarios, por qué busca la soledad, sin comprender del todo su tonto comportamiento. Hay un poste indicativo que no puede ignorar, el que lleva a la muerte.

Das Wirtshaus, La Posada.

El caminante cruza un cementerio, y ve en él una posada en la que llegará a descansar. Pero allí no hay ninguna tumba abierta, y se siente rechazado.

Mut, Valor.

El caminante intenta insuflarse valor, exagerando su alegría, para no sentir dolor.

Die Nebensonnen, El Parhelio.

Experimenta el caminante un parhelio, fenómeno óptico que se produce cuando la luz del sol pasa por las nubes cargadas de hielo: ve tres soles. Dice que él también tuvo tres soles dentro y que se habían puesto “los dos mejores”. El tercer sol simboliza la vida del caminante.

Der Leiermann, El Organillero.

El caminante encuentra a un organillero, a quien nadie presta atención. Pero el hombre no se desanima y gira continuamente su organillo. La figura del organillero se puede interpretar como un ejemplo del arte como último refugio, o bien como la muerte que tanto ansía el caminante. 


A continuación el ciclo completo, Winterreise, Viaje de Invierno, de Franz Schubert, interpretado por el barítono Dietrich Fischer-Dieskau, junto a Alfred Brendel en piano. Grabación realizada en 1979.