La Misa de Réquiem es una composición sacra de Giuseppe Verdi de 1874 para coro, voces solistas y orquesta.
Réquiem proviene de la primera palabra del texto, que comienza con Requiem aeternam dona eis, Domine, es decir, "dales el descanso eterno, Señor".
Tras el éxito de Aida, Verdi se retiró durante un largo período de la composición operística, hasta que la retomó en 1877 con Otello, sin embargo, continuó componiendo otro tipo de obras y la más importante de este período, es la Misa de Réquiem.
Despues de la muerte de Rossini, ocurrida en 1868, Giuseppe Verdi convocó a los mejores compositores italianos a componer una misa de Réquiem en honor del Cisne de Pésaro, forma poética con la que se denomina a Rossini, pero dadas las circunstancias políticas adversas de ese tiempo, la obra no se estrenó y Verdi usó su contribución, el Líbera me, en su propio Réquiem.
El 22 de mayo de 1873 en Milán muró del gran poeta y escritor Alessandro Manzoni y Verdi quedó muy impresionado por la muerte de su compatriota que como él, estaba muy comprometido con la unidad de Italia, llevada a cabo unos años antes, y compartió con él los valores típicos del Risorgimento, la justicia y la libertad.
Su muerte, por lo tanto, supuso una oportunidad para hacer realidad el viejo proyecto de componer, la misa en honor a Manzoni.
El Réquiem de Verdi se ofreció en la ciudad de Milán, en el primer aniversario de la muerte de Manzoni el 22 de mayo de 1874 en la Iglesia de San Marcos de Milán.
El éxito fue enorme y la fama de la composición superó las fronteras nacionales y en la actualidad, la obra permanece vigente, ofreciendose en diversos escenarios del mundo.
A continuación la Misa de Réquiem de Giuseppe Verdi en versión de los solistas Renata Scotto, soprano, Marilyn Horne, mezzosoprano, Luciano Pavarotti, tenor y Nicolai Ghiaurov, bajo, junto a la Orquesta Sinfónica de la RAI de Roma, el Coro de la RAI de Roma y de Milán, todos bajo la batuta de Claudio Abbado 1970.
