domingo, 24 de enero de 2021

Aniversario del estreno de la Danza Macabra Op. 40, de Camille Saint-Saëns.

 

La Danza Macabra Op. 40, de Camille Saint-Saëns, es un poema sinfónico compuesto en 1874. El estreno se produjo en París, el 24 de enero de 1875. El compositor se inspiró en un poema de Henri Cazalis en el que recrea la antigua superstición de la Danza de la Muerte. La obra describe a la Muerte tocando el violín a medianoche del Día de los difuntos. Habitualmente la interpreta el concertino de la orquesta. A su ritmo, los esqueletos bailan alrededor de una tumba, y al amanecer, con el canto del gallo, vuelven a sus tumbas. Es una de las piezas más populares del compositor.

La traducción del poema es la siguiente:

Zig y zig y zag, muerte en ritmo

Golpeando una tumba con su talón,

La muerte a la medianoche juega una canción de baile,

Zig y zig y zag, en su violín.

 

El viento invernal sopla y la noche es oscura

Los gemidos salen de los tilos;

Los blancos esqueletos pasan por las sombras

Corriendo y saltando bajo sus grandes mortajas,

 

Zig y zig y zag, todo el mundo se menea,

Escuchamos los huesos de los bailarines,

Una pareja lujuriosa se sienta en el musgo

como para saborear viejos dulces.

 

Zig y zig y zag, la muerte continúa

rasgando incansable su agrio instrumento.

¡Un velo cayó! ¡La bailarina está desnuda!

Su bailarín la abraza con amor.

 

La dama es, se dice, marquesa o baronesa.

Y el lozano pretendiente, un pobre carretero, ¡horror!

Y ahora ella se abandona a sí misma

¡Como si el patán fuera un barón!

 

Zig y zig y zig, ¡qué zarabanda!

¡Qué círculos de muertos cogidos de la mano!

Zig y zig y zag, vemos en la banda

¡El rey brincar con el villano!

 

Pero ¡chis! de repente dejamos el corro,

Nos alejamos a empujones, huimos, el gallo ha cantado.

¡Oh! ¡Qué noche hermosa para el pobre mundo!

Y viva la muerte y la igualdad

 

A continuación, de Camille Saint-Saëns, la Danza Macabra Op. 40, en la versión de  la Orquesta Sinfónica Juvenil Teresa Carreño de Venezuela. Solista en violín Angélica Olivo, bajo la dirección de Gustavo Dudamel.