Eduardo Sánchez de Fuentes nació en La Habana, Cuba, el 3 de abril de 1874, y murió en su ciudad, el 7 de septiembre de 1944. Compositor y escritor.
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este recordatorio.
Eduardo Sánchez de Fuentes (La Habana, 3 de abril de 1874 -
La Habana, 7 de septiembre de 1944). Compositor y escritor cubano. Fue autor de
varios libros sobre la historia de la música folclórica cubana. Entre sus obras
más conocidas están: Yo sé de un beso, La volanta y Rosalinda.
Síntesis biográfica
Nació en el seno de una familia de abolengo intelectual,
demostró desde la niñez aptitudes para la música que, encauzadas por rigurosos
estudios, le permitieron crear una vasta obra, en la que abundan géneros
disímiles.
Su aprendizaje musical lo inició a los 12 años en el
Conservatorio del pedagogo y pianista holandés Hubert de Blanck, que tras
radicarse en La Habana llegaría a recibir la nacionalidad cubana.
Posteriormente, fue discípulo de los maestros Carlos Anckermann e Ignacio
Cervantes, la personalidad de la música criolla que más huellas dejó en él.
En 1892, a los 18 años de edad, Eduardo Sánchez de Fuentes
compuso su primera pieza de trascendencia internacional: la habanera Tú,
editada en 1894, con un texto de su hermano Fernando, quien al firmarlo utilizó
el seudónimo de Fernán Sánchez.
Ya en esa obra se avizoraban característica de la
cancionística de este creador: un melodismo de notable belleza y acento lírico
y un elaborado trabajo pianístico.
Ejemplos en tal sentido son sus lieder (canciones de música
clásica) Yo sé de un beso, La volanta y Rosalinda; sus canciones Corazón, Tus
plácidos encantos, Presentimiento y Vivir sin tus caricias, o sus habaneras
Mírame así y Cuba.
Obra
Compuso zarzuelas, operetas y óperas. Entre las primeras se
encuentran Por citarse en el corral o Los líos de Perdiduela, Entre primos o
Cuartel General y La dulce caña. En el grupo de sus operetas cabe subrayar El
caballero de plata y Después de un beso, cuyo libreto escribió Tomás Juliá y
resultó premiada con medalla de oro por el Ayuntamiento de La Habana. Y a sus
óperas más notables corresponden Yunurí, El naúfrago y Kabelia.
Graduado en 1894 de Licenciatura en Leyes, desde 1904
Sánchez de Fuentes fue registrador de la propiedad en Manzanillo y otras
ciudades cubanas. Después de su retorno a la capital cubana, él y otros
intelectuales fundaron la Academia Nacional de Artes y Letras, en 1910, de la
que llegó a ser presidente en el período 1930-1942.
En 1911 fue enviado en calidad de delegado de Cuba al
Congreso Internacional de Música de Roma. Ese viaje le propició estrenar el 8
de agosto su ópera Dolorosa, con libreto de Federico Uhrbach, en el teatro
Balbo, de Turín, oportunidad en la que Guido Zuccoli asumió la dirección
orquestal.
Uno de los éxitos más extraordinarios de Sánchez de Fuentes
fue el estreno, el 7 de junio de 1921, en el habanero Teatro Nacional, de su
ópera El caminante, con libreto del poeta español Francisco Villaespesa, interpretada
en sus roles protagónicos por los célebres Tito Schipa y Ofelia Nieto y el
maestro Arturo Bovi en la dirección de la orquesta. Poco después organizaba en
ese coliseo un Festival de Canciones Cubanas, un intento de contrarrestar la
influencia en la música autóctona de ritmos extranjeros, principalmente
norteamericanos.
Viajó a México, donde se le tributó un homenaje auspiciado
por el Consejo Cultural y Artístico e inició lazos de amistad con
personalidades de la música de esa nación: Julián Carrillo, Manuel M. Ponce,
Lerdo de Tejada y Luis G. Urbina, quienes lo nombraron miembro correspondiente
del Ateneo de Ciencias y Artes, así como de la Sociedad Geográfica y
Estadística del país azteca.
Entre sus obras para orquesta y coro hay que mencionar el
oratorio Navidad, con libreto de Néstor de la Torre, dado a conocer por primera
vez en el patio del colegio La Salle, ubicado en la barriada habanera El
Vedado, el 29 de diciembre de 1924. Su interpretación estuvo a cargo de un coro
de 150 personas y su ejecución orquestal recayó en la Orquesta Sinfónica de La
Habana, dirigida por el maestro Gonzalo Roig. Tal poema religioso se cantaría
también, en 1925, en el Cine teatro Payret y luego en el Nacional,
constituyendo siempre su puesta en escena un acontecimiento artístico, pues se
trataba de la primera obra de este género compuesta en Cuba. Por aquella época
hizo, además, la revista musical Cubita bella, dedicada a la compañía de la
vedette mexicana Lupe Rivas Cacho.
Cuando en diciembre de 1928 la sociedad Pro Arte Musical
inauguró su teatro Auditórium, en El Vedado, seleccionó -para una de las
jornadas artísticas con que se festejó el hecho la cantata Anacaona, de Sánchez
de Fuentes, con la soprano Natalia Aróstegui y José Echániz al piano,
respaldados por la Sinfónica de La Habana.
Tal obra se presentó al siguiente año en el Gran Palacio de
las Naciones de Barcelona, cantada por un coro de150 voces, que integraron
mujeres y niños, y el acompañamiento de una numerosa orquesta bajo la dirección
del maestro Mateo. Esta actuación tuvo lugar en el contexto de de los
Festivales Sinfónicos Hispano-Americanos realizados ese año en la capital
catalana, en los cuales representaron a Cuba el también compositor Alejandro
García Caturla y Sánchez de Fuentes.
Finalizado ese evento, viajó a Sevilla, Málaga y Santander a
fin de impartir conferencias y en Granada pudo charlar con Manuel de Falla.
En un concierto ofrecido el 27 de diciembre de 1932 en el
Salón de las Américas, de la Unión Panamericana, la soprano cubana Emma Otero
estrenó el lied Yo sé de un beso, de Sánchez de Fuentes, en ocasión de llevarse
a efecto en Washington una conferencia de profesores de música. Al siguiente
año se interpretaron piezas suyas en el Liceo de Milán y su canción Rosalinda
se escuchó en el Festival Artístico de Música Italo-Americana.
Del 11 al 27 de septiembre de 1939 representó a la isla
caribeña en los Estados Unidos, junto con Gonzalo Roig, en el Congreso
Internacional de Música patrocinado por la American Musicological Society of
New York.
Fue crítico del periódico El Mundo y de la revista Pro Arte
Musical, labor en la que demostró una gran seriedad, al igual que en sus
colaboraciones para El Fígaro, El País, Diario de la Marina, Boletín del
Archivo Nacional y Anales de la Academia Nacional de Artes y Letras.
Fallecimiento
Falleció en La Habana el 7 de septiembre de 1944, a los 70
años.
A continuación, lo recordamos en el día de su nacimiento,
con la Habanera Tú, en la versión de la Agrupación Vocal Los Clásicos.