En 1924 Igor Stravinsky recibió el encargo de una obra. El
pedido lo formuló el director de orquesta Serge Koussevitzky.
El resultado fue el Concierto para Piano e Instrumentos de
Viento Op. 42, que el compositor estrenó el 22 de mayo de 1924, en la Ópera de
París, con la orquesta dirigida por Koussevitzky.
El sitio www.es.hollywoodbowl.com
publicó este comentario firmado por Steve Lacoste.
Concierto para Piano y Vientos
Igor STRAVINSKY
Sobre esta pieza
Composición: 1924
Duración: c. 20 minutos
Orquestación: flautín, 2 flautas, 2 oboes, corno inglés, 2
clarinetes, 2 fagotes (2º = contrafagot), 4 trompas, 4 trompetas, 3 trombones,
tuba, timbales, bajos y solo piano
Primera interpretación Los Angeles Philharmonic: 6 de
septiembre de 1972, con Roger Woodward como solista y Lukas Foss como director.
Cuando Stravinsky se trasladó de Suiza a Francia en jun de
1920, el compositor poco podía prever los tremendos cambios que iban a
producirse en su vida personal y artística. En febrero de 1921 conoció a la
artista Vera de Bosset (Mme. Serge Sudeikin), que se convertiría en su
compañera durante 50 años, los primeros 18 de los cuales hicieron que el
compositor llevara una doble vida con respecto a su mujer y su familia. En el
terreno artístico, Stravinsky, exiliado ruso a causa de la revolución
bolchevique, se encontró en un París dominado intelectualmente por el
movimiento neocatólico francés conocido como neotomismo, basado en los
principios de la escolástica medieval derivada de los escritos de Tomás de
Aquino. El neo-tomismo enfatizaba la obra de arte como un artefacto de orden,
forma, disciplina y, sobre todo, trabajo y artesanía al servicio de algo
distinto o trascendente de las emociones del artista; en resumen, lo universal.
Este movimiento "neoclásico" fue una reacción al desorden, la falta
de forma y de disciplina que se percibían en una estética que fomentaba la
expresión individual de las emociones descontroladas del artista; en una
palabra, el Romanticismo.
Al entrar en este ambiente intelectual maduro y darse cuenta
de que estaba física, artística y espiritualmente aislado de la canción popular
rusa que había impregnado su trabajo hasta ese momento, Stravinsky eligió
repensar su posición estética y comenzó a formular una filosofía del arte. Este
cambio en su pensamiento musical tuvo lugar durante el breve período de dos
meses que transcurrió entre la finalización de sus Sinfonías para Instrumentos
de Viento (generalmente reconocidas como la última obra de su período
"ruso"), el 30 de noviembre de 1920, y el fugato del Octeto para
Instrumentos de Viento, el 1 de febrero de 1921.
Este cambio estético es más notable en lo que respecta a la
apropiación por parte de Stravinsky de las formas del siglo XVIII como modelos
de trabajo, y su nuevo énfasis tanto en los instrumentos de viento como en
piano para hacer realidad la claridad de una música absoluta libre de
asociaciones ajenas a sí misma. En palabras de Stephen Walsh, estudioso y
biógrafo de Stravinsky: "En todas las primeras obras neoclásicas de
Stravinsky, el uso de la forma clásica es referencial más que orgánico, y se
interpreta mejor, como sus otros recursos 'clásicos', como simbólico". En
cuanto al uso de instrumentos de viento para plasmar mejor el sonido de sus
nuevas ideas, Stravinsky lo expresó de la siguiente manera: "Los
instrumentos de viento me parecen más aptos que otros instrumentos para dar
cierta rigidez a la forma que tenía en mente... la diferencia de volumen de
estos instrumentos hace más evidente la arquitectura musical".
Stravinsky terminó Concierto para Piano and Wind Instruments
el 21 de abril de 1924. Tras escuchar un ensayo privado en París, el director
de orquesta Ernest Ansermet comentó a un amigo: "Acabo de escuchar el
Concierto Piano de Stravinsky, admirablemente interpretado por el compositor.
Es una obra muy importante... ¡en la línea del Octeto pero en un estilo más
monumental y à la Bach!". Fiel a un concierto del siglo XVIII, el de
Stravinsky consta de tres movimientos -rápido con introducción lenta, lento,
rápido-, pero eso es lo más parecido. A la luz de esta afirmación, dejaremos
que nada menos que una autoridad como Béla Bartók tenga la última palabra:
"La opinión de algunas personas de que el estilo neoclásico de Stravinsky se
basa en Bach, Haendel y otros compositores de su época es bastante
superficial... sólo recurre al material de ese periodo, a los patrones de Bach,
Haendel... Stravinsky utiliza este material a su manera, arreglándolo y
transformándolo según su propio espíritu individual.... Si también hubiera
intentado transponer el espíritu de Bach o Haendel a su obra, el resultado
habría sido la imitación y no la creación".
Steve Lacoste es Archivero de la Asociación Filarmónica de
Los Ángeles.
A continuación, de Igor Stravinsky, el Concierto para Piano
e Instrumentos de Viento Op. 42, en la versión de Tamara Stefanovich, y la Orquesta
Sinfónica de la Radio de Berlín, dirigida por Vladimir Jurowski.