Lilián Ángela de Celis Collía, más conocida como Lilián de Celis, nació en Fíos, Asturias, España, el 31 de enero de 1935. Actriz y cantante.
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publicó este artículo firmado por Manuel Román.
Lilián de Celis, la última grande del cuplé
Este 31 de enero cumple 80 años una de las más grandes
cupletistas españolas.
Manuel Román 31/1/2015 - 08:29
Tengo por costumbre, sin olvidarme como periodista de la
actualidad más inmediata, de evocar algunos nombres, asuntos del pasado, en la
creencia de que merecen ser objeto de nuestro recuerdo. Así, hoy quiero
ocuparme del cuplé y de una de sus más brillantes intérpretes, Lilián de Celis,
aprovechando la efeméride de su ochenta cumpleaños, este 31 de enero. Lilián
Ángela de Celis Collía nació en Fíos, caserío del concello de Parres, cercano a
Arriondas, pueblo asturiano donde anualmente se celebra el muy concurrido
descenso del río Sella en piragua. Allí en Arriondas vive desde 2006 la
cantante, ya de vuelta de las vanidades de este mundo, donde ha venido
atendiendo una de esas entrañables tiendas donde se vende de casi todo, en lo
que antiguamente se llamaba mercería y luego modernamente "boutique".
Pero hoy mismo aún podría envolvernos con su fina,
maravillosa voz, evocando los tiempos de la "bèlle époque", cuando el
género musical del cuplé estaba de moda en Francia, de donde nos vino
finalizando el siglo XIX. En aquellos años de nuestros tatarabuelos los
caballeros se refocilaban en barracones y cafés cantantes cuando la cupletista
de turno interpretaba "La pulga" en tanto mostraba sus partes
pudendas en su ensayadísimo número, palpándose el cuerpo en búsqueda del
mentado díptero.
Los cuplés animaron los salones europeos durante la Gran
Guerra, siempre con un tono desvergonzado y pícaro. En España fueron sus más
conspicuas representantes Consuelo Portella "La Chelito", "La
Fornarina" y sobre todo Raquel Meller, considerada la mejor de todas, que
eran legión. Aquel cuplé con letras de doble sentido tuvo entre finales de los
años veinte y primeros treinta un aire distinto cuando se incorporaron otros
autores empeñados en convertirlo en expresión romántica. Raquel Meller resultó
la mejor abanderada, en unión de otras cantaoras andaluzas que ya hacía tiempo
habían abandonado aquel lado "sicalíptico", el género ínfimo que
llamaron los hermanos Álvarez Quintero. Así se fueron sumando artistas de
relieve como Pastora Imperio, "La Goya", Carmen Flores y Amalia
Molina. Las que triunfaban con cuplés tan populares que han resistido el paso
del tiempo, incluso hasta nuestros días: "El relicario", "La
violetera", "La nieta de Carmen"…
La música es testigo de los cambios generacionales de toda
sociedad. Y en la España de la postguerra lo que estaba en auge era la canción
española, o andaluza, que terminó llamándose copla, heredera en gran parte de
la esencia del cuplé romántico y folclórico. En los vaivenes de cualquier
tiempo, cual "boomerang", suele echarse de menos el pasado y así,
vuelven las modas, desde el vestir a la música. Por eso, a comienzos de los
años 50, la cadena Ser resucitó el cuplé. Una marca de turrones, que iba a
patrocinar el espacio dedicado a recuperar canciones del pasado, prefirió el
cuplé a las romanzas de zarzuelas. De ese modo se estrenó en el año 1952, en
los estudios madrileños de Radio Madrid, "Aquellos tiempos del
cuplé". Se emitía en la sobremesa de los jueves y duró cinco años. El
maestro Indalecio Cisneros, que dirigía la orquesta, acudió a la academia del
maestro Manuel Monreal, quien recomendó a su alumna más brillante para que fuera
la estrella de aquel programa.
Resultó ser la asturianina Lilián de Celis, nombre poco
corriente que sus padres habían elegido a la hora de bautizarla porque les
gustaba mucho una cantante de moda llamada Lilian Harvey. La neófita
intérprete, con voz de resonancias líricas, no en vano poseía estudios del
Conservatorio, resultó ser todo un acierto, evocando los cuplés antaño
populares, treinta o cuarenta años atrás: "Mala entraña", "Flor
de té", "La cruz de guerra", "Mimosa", "Rosa de
Madrid", "Las tardes del Ritz", “La chica del diecisiete”,
“Batallón de modistillas”, “Bajo los puentes del Sena”…
Lilián de Celis, en pleno éxito del programa, se casó con su
maestro el 4 de julio de 1953. "Fue un error. Me llevaba treinta y dos
años. No hice caso a mis padres, que habían desaconsejado aquella boda. Mi
marido quiso vivir a mi costa, en calidad de pianista, administrador, mandando
siempre en mí. Nos separamos a los pocos años aunque hasta 1972 no lo fue
legalmente, luego tuve el divorcio. Enterándome de que era viuda a los tres
años de que él hubiera muerto". Tuvieron un hijo que padecía una
enfermedad incurable.
Gracias a dicho programa radiofónico en 1957 el director
cinematográfico Juan de Orduña urdió el argumento de El último cuplé. Eligió
como protagonista a Sara Montiel, con la premisa de que ella no cantaría, sino
fingiendo hacerlo por el sistema del "play-back", para lo cual se
entrevistó con Lilián de Celis, quien se negó en redondo a prestar sólo su voz,
a no ser que ella fuera la estrella. Y entonces fue cuando la manchega fue
aceptada como intérprete de los cuplés de la historia, a los que dotó de un
estilo muy diferente, con su voz grave y sensual, cuando en la mejor época del
género las voces tenían acentos agudos. Nadie puede discutirle a Sara Montiel
que con ella el cuplé volvió a renacer, y así lo demostró en posteriores
películas. Pero justo es reivindicar aquí que de no haber sido por Lilián de
Celis y los cinco años que estuvo en el programa de radio Aquellos tiempos del
cuplé, este género no habría surgido de sus cenizas. Precisamente con el mismo
título rodó en 1958 una entretenida cinta, taquillera, aunque no como El último
cuplé. Protagonizó otros filmes: Los claveles, Alma aragonesa, Júrame, Las
estrellas…
Se fue a la Argentina en 1962. Permaneció nueve años en
Hispanoamérica, la mayor parte del tiempo, nueve años, en México, donde fue
habitual del cine, el teatro musical, y la televisión. Cuando retornó a España
en los primeros años 70 el cuplé estaba olvidado. No obstante ella lo mantuvo
en su repertorio hasta tiempos recientes, lo que no deja de ser meritorio. De
los años 80 recordamos, por ejemplo, el espectáculo "Cantando los
40", donde había sustituido a Marujita Díaz. Vivió unas temporadas en
Madrid, residiendo en el pueblo de Navalcarnero. Hasta que la nostalgia le hizo
volver a su hermosa tierra.
A continuación, celebramos su cumpleaños, con uno de sus
grandes éxitos: Muñecos.