miércoles, 23 de marzo de 2022

Nibya Mariño


Nibya Mariño Bellini nació en Montevideo, Uruguay, el 23 de marzo de 1919, y murió en su ciudad, el 1 de septiembre de 2014. Pianista.

El sitio www.elpais.com.uy publicó, el 23 de marzo de 2019, este artículo firmado por Julio César Huertas.

Evocación

Hoy se cumplen 100 años del nacimiento de Nibya Mariño

Una vida llena de anécdotas y de triunfos de una eximia pianista uruguaya

JULIO CÉSAR HUERTAS

Sábado, 23 Marzo 2019 03:50

El 23 de marzo de 1919 a las 11 en Hocquart 1579 nacía Nivea Elida, tercera hija de Alfredo Mariño y Ercilia Bellini. A aquella criatura el destino le tenía preparado un futuro de fama y gloria. Desde su tierna infancia el piano sería su amigo inseparable. Puesto que no quería que la asociaran con la ya famosa crema Nivea decidió desde su primera presentación en público en el conservatorio La Lira en 1929 cambiar su nombre por Nibya. Al fallecer en 1932 su primera profesora de piano Adela Piera, continúa sus estudios con el prestigioso maestro polaco Wilhelm Kolischer.

Era una niña prodigio y traviesa. Una vez, Kolischer prestó para estudiar la partitura del primer número de Goyescas de Granados que se titula “Requiebros”. Cuando se lo devolvió el maestro no reparó en que Nibya había modificado el título a la obra bautizándola como “Los requiebros de Kolischer”. Al prestarlo nuevamente a otra alumna ésta quiso aclarar que ella no había escrito ese agregado. A lo que el paciente maestro respondió: “No te preocupes muchacha son las locuras de Nibya”.

Kolischer viendo los progresos de su precoz discípula le pide a su gran amigo y colega Arturo Rubinstein que la escuche y emita su opinión. Su juicio le valdrá para que sea convocada a actuar en el Teatro Colón de Buenos Aires con tan 13 trece años, interpretando el Concierto para piano y orquesta de Schumann bajo la conducción del maestro suizo Ernest Ansermet.

Después de este triunfo en 1935 las autoridades del Sodre deciden otorgarle una beca para estudiar en la Escuela Normal de Música de París. Allí recibe lecciones de los ilustres maestros Alfred Cortot y Marcel Ciampi. En 1938 obtiene en el famoso Concurso Ysaÿe de Bruselas entre más de 100 competidores uno de los primeros premios convirtiéndose en la primera pianista uruguaya en lograr esta clasificación.

Al estallar la guerra Nibya retorna al Uruguay coincidiendo con la venida del maestro Eric Kleiber. Data de esta época otra anécdota: Kleiber después de escucharla decide llamarla e invitarla a dar un concierto juntos en Buenos Aires. Nibya piensa que es una broma y cuando el maestro se anuncia le responde: “Aquí habla Greta Garbo”. La llamada vuelve a repetirse y a la tercera vez decide atenderlo y Kleiber marca un encuentro en el Parque Hotel. Nibya aún desconfiada va a la cita de incognito con lentes negros para no ser reconocida. Cuando ve sentado al mismísimo maestro se avergüenza y Kleiber le dice: “Ud es la primera mujer que me corta dos veces en la vida y me dice que es Greta Garbo”.

Nibya formó parte de una generación de notables pianistas mujeres: Fanny Ingold, Mercedes Olivera, Bettina Rivero y Victoria Schenini, que nos dejaron un legado pianístico excepcional.

Para definir a Nibya Mariño alcanzan cuatro palabras: talento, pasión, vocación y disciplina.

En este mes que se celebra el día internacional de la mujer ofrezco en esta breve evocación a Nibya mi humilde homenaje a todas las mujeres que hicieron y hacen por un mundo mejor.

A continuación, la recordamos en el día de su nacimiento, con Arabesque Op. 18, de Robert Schumann.