martes, 9 de enero de 2024

De los Apeninos a los Andes

El Diario Clarín, en su edición digital, publicó este artículo de opinión firmado por Lius Vinker.

De los Apeninos a los Andes

  • Corazón. La Argentina que aparece en el libro de Edmundo de Amicis

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Corazón, de Edmundo de Amicis (1846-1908) fue de lectura infaltable y por más de un siglo en nuestros ámbitos escolares. Tal vez, su influencia haya decrecido y muchos de los valores que aquel periodista y escritor destacaba en el siglo XIX, principalmente el “patriotismo”, recibieran una visión más crítica pasado aquel tiempo (Umberto Eco, por ejemplo, fue uno de los cuestionadores). Pero De Amicis, que tuvo una formación militar en Turín antes de volcarse definitivamente a las letras, también se aproximó al incipiente socialismo de su época, principalmente conmovido por la pobreza que atravesaba a todo su país. Y lo que también tuvo Edmundo de Amicis fue un vínculo con la Argentina, construido años antes de que Corazón, su obra cumbre, editada en 1886, lo lanzara al estrellato. Presentado como el diario de un alumno (Enrico Bottini) en su período escolar, intercala allí cartas de su padre y ocho relatos, donde exalta el heroísmo y las virtudes de chicos de todas las regiones de Italia.

La gira de Edmundo de Amicis por la Argentina se concretó en 1884, le invitaron a un ciclo de conferencias y todas las personalidades de la época lo rodearon a su llegada, desde Mitre hasta Roca. En aquellas conferencias, tanto en el Club de la Industria como en el antiguo Teatro Colón, De Amicis resaltaba a los grandes personajes italianos de la época del Rissorgimiento y la reciente liberación: Vittorio Emanuel II, el Conde Cavour, Mazzini, Garibaldi. Después, anduvo por nuestro interior profundo, visitó colonias de inmigrantes italianos en la Mesopotamia y luego Tucumán. Fue en aquel viaje donde terminó de definir el que sería uno de los más entrañables cuentos de Corazón: “De los Apeninos a los Andes”, la historia del pequeño Marco que atraviesa una y mil aventuras para reencontrarse con su madre, que había emigrado desde Italia hasta nuestra tierra en la búsqueda de un futuro mejor. De Amicis fue un profundo conocedor de las oleadas de emigrantes y tras acompañar a centenares de ellos en una de las expediciones americanas, escribió “Sull-mare”, en 1889. A esa altura ya disfrutaba de la fama por Corazón, un libro que en apenas dos años ya se había reeditado más de 40 veces y que a fines de aquel siglo se tradujo a 40 idiomas. “De los Apeninos…”, así como “El pequeño vigía lombardo” fueron cuentos que se convirtieron en clásicos y dejaron lágrimas para generación tras generación. Hasta en Japón hicieron una serie alusiva, hace pocos años. Mucho antes, “Corazón” fue una película de cierto éxito en la Argentina, filmada en 1947 con la dirección de Carlos Borcosque. No tuvo tanto suceso “De los Apeninos...”, en la década siguiente. Y es que el humanismo y la calidez del relato, aún cuando los críticos cuestionaran a De Amicis por “excesos de verismo”, eran sólo propiedad de Corazón. El libro.