sábado, 20 de septiembre de 2014

Ildebrando Pizzetti.


Ildebrando Pizzetti nació en Parma, Italia, el 20 de septiembre de 1880 y murió en Roma, Italia, el 13 de febrero de 1968. Compositor, musicólogo y crítico musical.

En 1895 ingresó en el Conservatorio de Parma, y su maestro, desde 1897, fue Giovanni Tebaldini y con él adquirió un interés de por vida en la música antigua de Italia, que se reflejó en su propia música y en sus escritos.

Pizzetti comenzó a ser conocido por la música de La Nave, una obra incidental para la obra de Gabriele D'Annunzio, estrenada en Roma en 1908. 

Discípulo del poeta, y dramaturgo D'Annunzio, Pizzetti escribió a lo largo de toda su vida música incidental para sus obras, y estuvo muy influenciado por los temas de D'Annunzio.

En 1908 Pizzetti obtuvo un puesto de profesor de armonía y contrapunto en el Conservatorio de Florencia, que pasó a dirigir desde 1917 a 1923.

Pizzetti fue también director de la sección de Música de la Enciclopedia Italiana entre 1925 y 1937, se desempeñó como crítico musical y escribió varios libros sobre la música de Italia y de Grecia y cofundó un diario musical.

Entre 1924 y 1936 fue nombrado director del Conservatorio "Giuseppe Verdi" de Milán, y uno de sus alumnos fue Gianandrea Gavazzeni. En 1936 pasó a la Academia Nacional de Santa Cecila de Roma, y entre sus estudiantes tuvo a Mario Castelnuovo-Tedesco, Olga Rudge, Vito Frazzi y Franco Donatoni.

En 1939 Pizzetti fue nombrado miembro de la Academia de Italia y en 1949 llegó a ocupar la dirección de la Academia de Santa Cecilia.



Sus relaciones con el gobierno fascista de los años 1940 fueron buenas, aunque a veces tuvo algunos encontronazos; recibió las más altas distinciones y una sinfonía de sus años maduros fue producto de un encargo de sus aliados japoneses para celebrar el “XXVI centenario de la fundación del imperio japonés”. La obra compuesta fue la Sinfonía en La, y fue estrenada el 7 de diciembre de 1940.

Pizzetti formó parte de la “Generación de 1880” junto con Alfredo Casella, Ottorino Respighi y Gian Francesco Malipiero. 

Estaban entre los primeros compositores italianos que en un cierto momento, decidieron que sus contribuciones principales no fueran operísticas y sus obras tuvieron una gran influencia en la actividad creativa y la cultura musical italiana de la primera mitad del siglo XX y contribuyeron notablemente a dar una nueva orientación a la música de ese periodo.

El género instrumental y las composiciones a cappella eran tradiciones que no habían desaparecido del campo de la música en Italia y con la “Generación de 1880” se consolidaron. Su concepción del drama musical se basó en la idea de un equilibrio absoluto entre las palabras y la música. 

Introdujo, de hecho, un nuevo lenguaje dramático en el cual la música y la palabra se compenetran hasta convertirse en una sola cosa.

El culto de la vocalidad impregnó incluso su producción instrumental, específicamente en sus dos Cuartetos de cuerda, en sus dos Trios para piano y cuerda y en la Sonata para violín y piano.

Su elenco de composiciones comprende numerosos conciertos, como el Concerto dell'estate, los varios Concerti para instrumento solista y orquesta, arpa, violín, violonchelo, los Canti della stagione alta, para piano y orquesta, la Messa di requiem, y las obras teatrales en que su personalidad artística encontró su mejor expresión.



A continuación, de Ildebrando Pizzetti, Preludio para Fedra, obra compuesta en 1912, en la interpretacion de la Robert Schumann Philharmonie, dirigida por Oleg Caetani.