Shinichi Suzuki nació en Nagoya, Japón, el 17 de octubre de 1898, y murió en Matsumoto, Japón, el 26 de enero de 1998. Violinista y pedagogo.
El sitio www.tusclases.com.ar
publicó este artículo firmado por Ezequiel Macias.
El aporte de Shinichi Suzuki a la educación musical
Shinichi Suzuki es sin duda, uno de los nombres que aparece
a la hora de investigar acerca de metodologías alternativas en la educación
musical, y más especialmente, la educación musical en la temprana edad. El
aporte de sus brillantes ideas ha abierto la puerta de un nuevo enfoque en la
enseñanza, que junto a otros destacados maestros como el húngaro Zoltán Kodaly,
echan luz sobre las bellas y naturales formas de inculcar la música a los niños
de todo el mundo.
Bien conocido es el "Triángulo Suzuki", el cual
está conformado por maestro, padre (o tutor) y alumno. En este sentido, se le
otorga una relevancia a la figura, generalmente paterna o materna, que acompaña
la formación musical del alumno, con el fin de crear lazos de confianza,
familiaridad, y a su vez involucrar activamente al tutor en el proceso
educativo, a través de presenciar las clases, conversar sobre los puntos
fuertes y débiles del alumno, las tareas, la asistencia a conciertos, etc.
Otro aspecto fundamental, es la importancia del "medio
ambiente" en torno al aprendizaje. Suzuki asume que es vital la creación
de un contexto apropiado para el desempeño del alumno, tanto en las clases como
en las prácticas en casa. Un elemento que entra en juego en este plano, es la
audición, tanto del material de estudio (piezas musicales) como de música en
general, ya sea en forma grabada o en vivo (asistencia a audiciones y
conciertos). Una práctica muy productiva es, en ocasiones, invitar a otros
alumnos a presenciar una clase, o la formación de pequeños conjuntos de cámara;
por ejemplo, y en su forma más primaria: un dúo de piano a cuatro manos.
Para comprender la filosofía de éste método, hay que trazar
un paralelismo entre la música y el propio lenguaje materno. Es decir, así como
aprendemos a hablar nuestro idioma, aprendemos a tocar un instrumento. Un claro
ejemplo de ésto es que en el propio aprendizaje de la lengua materna, en
primera instancia comenzamos a producir fonemas, palabras aisladas, luego
frases, expresiones y finalmente oraciones de mayor complejidad. Luego recién,
llevamos ese mundo sonoro a la escritura y la lectura. El mismo procedimiento
se emplea con el Método Suzuki en el aprendizaje de la música,
independientemente de cual sea nuestro instrumento escogido.
Quienes deseen ahondar más sobre la figura del Dr. Suzuki y
su filosofía, les recomiendo con mucho entusiasmo la lectura del libro "Hacia
la Música con Amor" (Shinichi Suzuki).