Ana Luciano Divis, más conocida como Tania, nació en Toledo, España, el 13 de octubre de 1908, y murió en Buenos Aires, Argentina, el 17 de febrero de 1999. Actriz y cantante.
El sitio www.cultura.gob.ar publicó este
recordatorio.
Tania, "la Gallega" del tango
12 DE OCTUBRE DE 2020
MÚSICA
Nació en España, arrancó como cupletista y terminó siendo una de las voces emblemas del tango. Apasionada, temperamental, musa y compañera de Enrique Santos Discépolo, Tania hizo brillar nuestra música popular.
Nacida en Toledo, España, en 1908, pero con un recorrido
artístico y personal casi por completo en Argentina, la recordada actriz y
cantante de tangos Ana Luciano Divis, más conocida como Tania, hubiese cumplido
años este 13 de octubre. No sé sabe cuántos con exactitud, porque “la
Gallega” -como le decían- preservaba mucho este dato, pero se cree que nació
entre 1893 y 1895.
Arropó el costado artístico de muy jovencita. El seudónimo de Tania Mexican se lo ganó por su primer esposo, el bailarín Antonio Fernández Rodríguez, que integraba el Trío Mexican, con el que visitó la Argentina por primera vez en 1923 como parte de una gira.
Tania junto a Eduardo Bergara Leumann en "La Botica
del tango".
En esos años, ya demostraba temperamento tanto
arriba como abajo del escenario. Comenzó como cupletista y terminó siendo una
de las voces femeninas más influyentes del tango. No había nacido para ser ama
de casa, ni para ser una madre a tiempo completo. Era distinta y se notaba, se
había propuesto triunfar como artista y lo consiguió. Se instaló en Buenos
Aires y empezó a cantar. Integró varias orquestas, como la de Roberto Firpo y
Osvaldo Fresedo, entre otras, y hasta fue parte del elenco estable de un
cabaret.
Carismática y talentosa, Tania iluminaba cada lugar que
pisaba. Eran frecuentes sus incursiones en programas del género, como la
recordada “Botica del tango”, que conducía Eduardo Bergara Leumann en los años
ochenta.
Discépolo, su gran amor
De sonrisa amplia, cabellera abultada y mirada fuerte, Tania
no pasaba desapercibida fácilmente. Enrique Santos Discépolo fue su gran amor.
Para el compositor “la Gallega” fue su musa y compañera. Juntos protagonizaron
una de las historias románticas más recordadas de esa época. Terminaron casados
pero hubo muchos desencuentros en el medio.
"Con Enrique nunca habíamos pensado en casarnos. No
lo necesitábamos… Como solíamos decir, el pueblo ya nos había casado",
solía decir Tania.
Tania y Discépolo, protagonizaron una de las historias de amor de la época más recordadas.
Maravillosa y polémica
El cantante Guillermo Fernández recuerda a Tania, a quien admiró profundamente y junto a quien compartió sus últimos cuatro cumpleaños: “Fue una mujer maravillosa y polémica. Era una artista brillante, la Madonna de los años treinta como ella misma se llamaba; fue cupletista, bailarina, actriz y en su voz aparecieron por primera vez los principales tangos de Discépolo, ese hombre al que ella amo a su manera, rara, egoísta y generosa a la vez. Fue una mujer de espíritu libre que no quiso sentirse atada pero, a la vez, no toleró la idea de que estuviera con otra mujer en México. Siempre los encantos de Tania fueron el infierno y el cielo para Discépolo. Tania fue amor, pasión, encanto, ternura, castigo, dulzura, amargor. Creo que en la frase Sueños de juventud, Enrique Santos Discépolo pudo resumir lo que Tania fue en su vida: `lírico amor primero, caricia y ternura, castigo y dulzura de mi amanecer´”.
Guillermo Fernández, cantante.
Amable, generosa y simpática
Edmundo Rivero (hijo) también tuvo palabras de
reconocimiento hacia Tania: “La conocí a muy temprana edad, después
con los años me fui acercando cada vez más porque un cantante de ese momento
que se llamaba Gabriel Reynal cantaba en Cambalache, en el local que ella tenía
sobre la calle Libertad, frente al Teatro Cervantes. Abría todos los días, era
una época donde era otro Buenos Aires, la ciudad que nunca duerme, y por lógico
el tango tallaba muy fuerte. Ahí tocaba un amigo mío, el gran pianista Carlos Figal.
Yo cantaba en Cambalache y si bien ya conocía a Tania a partir de ese momento
se fue profundizando la amistad; me acuerdo que me pedía que no vaya los
viernes y sábados porque ella llenaba esos días, Tania quería que vaya los días
de semana que estaba más flojo y por mi apellido sabía que podía atraer más
público. Siempre se la notaba nerviosa a eso de las tres y pico de la madrugada
porque a esa hora aparecían todas las amistades que venían de cantar de otros
lugares y hasta las cinco o seis de la mañana era un lleno total, pero se ponía
nerviosa porque no tenía espacio tan grande y podían aparecer artistas como
Beba Bidart, Pedrito Quartucci, Mercedes Simone, Alfredo Dalton y muchísimos
más, y por lógica a esa gente había que invitarla porque eran colegas y
compañeros de trabajo. Tania siempre fue muy gentil, muy amable, muy simpática,
rezongaba pero siempre terminaba contenta invitando a la gente amiga aunque los
números no le cerraran, siempre fue muy generosa”.
Edmundo Rivero (h), cantante.
A continuación, la recordamos en el día de su nacimiento, con Tormenta.